Sara Cogliati estuvo haciendo una sadhana en el ashram de Swami Rama de la tradicion himalaya. Durante su viaje a la India encontró muchas personas con experiencias de vida muy enriquecedoras. Una de ellas fue David Rodrigo, que ahora está en España enseñando filosofía Advaita Vedanta. Sara le entrevistó en el propio ashram.
Recién llegada al ashram Swami Rama Sadhaka Grama, en Rishikesh, me comentaron que en el mismo ashram vivía un chico español llamado David, con su mujer y tres niños. El mismo día, en la recepción, vi a un chico alto, con barba y pelo largo, vestido de blanco, que hablaba inglés pero con un acento inconfundible. Me acerqué y le pregunté: “Hola, ¿tú eres David?”.
Así empezó mi contacto con David Rodrigo, valenciano que llevaba viviendo en la India desde 2008.
Le miré con curiosidad y la pregunta surgió espontánea: “¿Que haces aquí, David?”. Con su sonrisa, sus ojos limpios y su calma me contó:
“Soy Acharya (Maestro) de Filosofía India Clásica (Yoga Vedanta) y doy clases de filosofía, especialmente Advaita Vedanta, Sankhya y Yoga Sutras, desde la práctica y la experiencia directa en meditación profunda, a los estudiantes de Swami Rama Dhyana Gurukulam. Se trata de un programa, que también coordino, de tres a cinco años de estudio residencial y práctica en la Tradición de los Rishis del Himalaya (quienes experimentan directamente la Verdad, el Ser no dual) en nuestro ashram.
Me trajo aquí la búsqueda de la libertad, de la realización de la verdad, de la felicidad. La tradición de los Rishis del Himalaya me impactó tanto que decidí asentarme aquí, porque en esta tradición la filosofía se vive, la Verdad se experimenta. Ahí no hay dudas ni confusión. Conocimiento directo es conocimiento mismo, experiencia de puro Ser”.
«Vives con tu familia, mujer y tres niños, uno recién nacido, donde pocos occidentales se atreverían a vivir y menos a criar a sus hijos, así que no te extraña que alguien te mire con curiosidad…». Contesta David:
«Mi realidad no es singular; la Realidad es singular. La cualidad de vivir en un ashram como este en India es que, quien tiene ojos para ver, ve la Luz que se cuela por cada poro de la tierra oculta por la suciedad. Vivir aquí me permite criar a mis hijos abriéndoles de par en par la puerta sin forma de su corazón. El defecto, el de ser extranjero y la difícil compatibilidad entre ser sadhu y padre de familia».
«¿Cómo es tu día a día?», pregunto:
«Mi tiempo de reflexión, meditación y contemplación en soledad y mi dedicación al estudio de las escrituras de la tradición es de noche, cuando mi familia y el mundo duermen».
«La práctica diaria del ashram empieza a las 5 de la mañana, con algo de yoga físico, pranayama y una hora de meditación en silencio antes de desayunar. Por la mañana doy dos horas diarias de clase de filosofía, especialmente Advaita Vedanta, Sankhya y Yoga Sutras, desde la práctica y la experiencia directa en meditación profunda, a los estudiantes de Swami Rama Dhyana Gurukulam. Después de la comida, recibo la enseñanza y la bendición de mi guru, Dravidacharya Ramakrishnan Swamiji, en dos clases. Por la tarde mi mujer y yo paseamos con nuestro bebé Shankara junto a la Madre Ganga (el río Ganges). Antes de la cena, recibimos la Luz, el Amor y la bendición de Swami Veda Bharati, en una hora de meditación en silencio con él. Por la noche ayudo a mis otros dos hijos, Emitai y Bindu, de 9 y 6 años, con sus estudios del cole».
«Cierro el día como lo empiezo y lo vivo: recordando, meditando y contemplando el Ser, la pura Consciencia, la simple experiencia de Ser, que habita en la cueva de mi corazón y en todos los corazones. Al menos un día a la semana dedico a la práctica exclusiva del silencio, la meditación y la contemplación del Ser. Aquí se vive como la vida misma, pero en clave de espiritualidad».
Estoy encantada mientras escucho a David, pero de repente mi mente piensa en quien tiene que levantarse temprano por la mañana, ponerse en carretera para ir al trabajo, pagar la luz, la hipoteca, y mi pregunta es provocadora: “Pero David, me parece que el contacto con el Ser, el self-surrendering, es posible solo para quien vive en una realidad tan espiritual como la tuya!”. David me sonríe: «Ciertamente ayuda vivir aquí, pero todo el mundo puede conectar con el Ser, porque todo el mundo Es».
«El confort sin conocimiento interior no es verdadero placer sino causa de sufrimiento y dolor. El ser humano moderno, de Occidente y de Oriente, del Norte y del Sur, está desorientado y sufre en sus jaulas de oro oxidado y no sabe con claridad dónde buscar la puerta, no conocen soluciones reales, efectivas, seguras y permanentes para todos, vengan del sur, norte, este u oeste. De esta frustración espiritual, de este mal del alma, surgen multitud de ofertas, como un mercado de la espiritualidad, con productos como ‘yoga’,’vedanta’, ‘meditación’, ‘hinduismo’, ‘tantra’, ‘bhakti’ (devoción), ‘budismo’, ‘sufismo’, ‘Jesús’, ‘culturas ancestrales’ o lo que sea. ¡Nada! Vacío existencial aquí, ahora, en el más allá y siempre».
«Bien haremos si despertamos del sinsentido, observamos nuestra vida, tomamos las riendas y nos liberamos de la esclavitud de lo común, de la inercia mental, y nos dedicamos en cuerpo y alma a lograr lo que verdaderamente amamos. Imagínate a ti misma en el lecho de muerte. ¿De qué te arrepentirías? ¿Qué es lo que te dejaría morir tranquila, en paz, colmada y satisfecha, segura? Ahora estás a tiempo. ¡Hazlo! Nadie sabe si este será tu último aliento. Inténtalo por ti misma. Si necesitas ayuda, recibe la inspiración de quien empezó a andar antes que tú. No se trata de combinar culturas ni de conversiones, sino de ser dueños de nuestra existencia, maestros de nuestra vida y, en cualquier forma, cultura e idioma, reconocer la perfección de la Verdad en uno mismo y en todo, interna y externa, aquí, allá y en el más allá; en el trabajo, en casa, en el templo y en tu asiento de meditación”.
Estas palabras son como flechas que llegan directamente a mi corazón y despiertan muchas reflexiones sobre mis temores, mis dudas, mis luchas internas y sobre cómo muchas veces tapo la ardiente llama de la vida con el más cobarde de los miedos.
«David, ¿qué es lo que te haría volver a España?»
«Servir como vehículo de la Luz de la enseñanza que elimina de una vez y para siempre la raíz de las tinieblas y el sufrimiento: la ignorancia del Ser Supremo o Brahman. Mi mujer, que echa de menos su agua. Y… mi prarabdha karma».
Nos despedimos con un abrazo y con la convicción de que pronto nos reecontraremos.
Después de esta conversación pasaron algunos mes y un día me llegó un mail. Era de David: “Sara, volvemos a Espana!”. Ahora David está aquí, deseando compartir su conocimiento y experiencia directa.
Sara Cogliati nació en Milán y trabaja ahora en Madrid, como bióloga en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares. Vive el yoga como una inspiración constante. Con este impulso estuvo dos meses en la India para dar clases de ciencia a niños de una ONG y para hacer una sadhana en el ashram de Swami Rama de la tradicion himalayana.
Lo que David ofrece enseñar
1. Las escrituras completas de Advaita Vedanta (Bhagavad Gita, Upanishads, etc. y Yoga Sutras.
2. Curso breve de Meditación en el Ser.
3. Charlas o seminarios puntuales.
Ejemplos de temas:
- Distinguir Ser y no Ser, esa es la cuestión
- OM, significado y práctica (Mandukya Upanishad)
- ¿Qué es la muerte?
- La fuente de la felicidad
- Moksha Sadhana, la práctica para la realización
- El sentido de la vida: karma o liberación, confusión o claridad
- ¿Qué es Yoga? Según Yoga Sutras de Patañjali
- Ashtanga Yoga, los ocho pasos del Yoga de Patañjali
- Jñana Yoga, Bhakti Yoga, Karma Yoga
- etc.
David impartirá una clase de filosofìa Advaita Vedanta y meditación en la Escuala de Yoga Las Tablas el día 10 de mayo a las 18:00.
Y un curso de formación sobre las Escrituras del Vedanta y del Yoga que se hará en la escuela Ashtanga Yoga Yoga Shala de Alcobendas a partir de octubre 2014 hasta junio 2015.