El yoga y la meditación han demostrado ser muy eficientes para ayudar a regular la presión arterial. La hipertensión en una epidemia en nuestra época y una grave amenaza para la salud, pues cursa casi sin síntomas. Ramiro Calle nos envía este interesante estudio de una psicóloga y profesora de yoga.
Me es muy grato -dice Ramiro Calle- compartir el trabajo que Laura Tolbaños, psicóloga y profesora de yoga, y que durante años fue aplicada alumna mía de hatha yoga y meditación, ha realizado al respecto, y que ha presentado como fin del Master de Investigación en Psicología en la UNED, en la línea de «meditación, relajación y salud», habiendo obtenido una calificación de 9,5
El estudio de Laura Tolbaños
La hipertensión arterial es un trastorno de alto riesgo para la salud. Según los últimos datos de la OMS, la sufre el 40% de la población mayor de 25 años, a nivel mundial, y el 36,7%, en España.
Se considera hipertensión arterial a la presión arterial sistólica mayor o igual a 140 mm Hg y/o a la presión arterial diastólica mayor o igual a 90 mm Hg. La hipertensión arterial esencial o primaria es aquella cuyo origen no está determinado orgánicamente, tratándose de un trastorno funcional, altamente relacionado con el estilo de vida. Ésta supone el 95% de los casos de hipertensión.
La hipertensión arterial está estrechamente vinculada a una alta reactividad cardiovascular, entendiendo ésta como los cambios producidos en la actividad cardiovascular asociados, sobre todo, a la exposición al estrés psicológico.
En este trabajo se analizan los efectos beneficiosos de un programa integral de yoga sobre la hipertensión arterial esencial, mediados por un efecto reductor de la reactividad cardiovascular, basándonos en tres cuestiones fundamentales. En primer lugar, a través de su acción directa como práctica de ejercicio físico y hábitos saludables de vida. En segundo lugar, considerándolo como un conjunto de técnicas de afrontamiento del estrés y en tercer lugar, por sus efectos beneficiosos sobre algunos de los factores de riesgo y protectores más importantes implicados en el desarrollo de esta patología.
El yoga favorece una transformación o cambio personal que conlleva una mejor calidad de vida. Esta mejora se ve reflejada:
- A nivel fisiológico, la práctica de yoga induce una coordinada respuesta psicofisiológica que se puede considerar la antítesis a la respuesta de estrés (respuesta de relajación).
- A nivel cognitivo, produce cambios en la valoración de las situaciones estresantes (valoración primaria) y en la valoración de la capacidad para afrontarlas y las posibles consecuencias asociadas (valoración secundaria). Desarrolla una actitud de objetividad y de ecuanimidad ante los sucesos de la vida, favoreciendo una actitud de distancia y desapego ante los acontecimientos y sus resultados, lo que permite relativizar los problemas y facilitar el afrontamiento de los mismos. Además, la práctica de yoga desarrolla la atención y la consciencia sobre los propios actos, pensamientos y emociones, lo que permite detectar el estado de tensión físico y mental para poder afrontarlo con los recursos disponibles.
- A nivel conductual, la práctica de yoga puede contribuir al acceso a los recursos internos de afrontamiento. Las personas aprenden a controlar los impulsos, a relajarse, a pedir ayuda, a buscar información y a desarrollar conductas y hábitos más saludables.
- A nivel emocional, la práctica de yoga mejora el estado de ánimo, aumenta el optimismo, la aceptación y favorece la regulación emocional.
El objetivo de este estudio experimental es analizar los efectos de un programa integral de yoga sobre la hipertensión arterial y sobre los factores protectores y de riesgo implicados en el desarrollo de la misma. Las hipótesis planteadas son que el programa integral de yoga reducirá la presión arterial sistólica, diastólica y frecuencia cardíaca (variables fisiológicas), descenderá los factores de riesgo: ansiedad, depresión, ira-hostilidad y afecto negativo y aumentará el factor protector: afecto positivo. Asimismo, se espera un aumento de los estados de relajación y un descenso del grado de estrés.
Se ha llevado a cabo un programa integral de yoga basado en la práctica de posturas (asanas) y prácticas respiratorias específicas indicadas en el tratamiento de la hipertensión arterial, relajación yóguica, meditación y ejercicios de atención plena en la vida cotidiana.
El trabajo de investigación se realizó en un centro de salud de Las Palmas de Gran Canaria. Participaron 40 pacientes de hipertensión arterial que se dividieron en un grupo experimental, al que se le aplicó el programa de yoga, y un grupo de control, sin programa de yoga. El programa se extendió durante tres meses, con dos sesiones semanales de yoga de una hora y media cada una. Finalizaron el estudio 20 pacientes, 10 de cada grupo.
Se hicieron medidas pre y post test (antes y después de la realización del programa) de las variables fisiológicas a los dos grupos (experimental y control): presión arterial sistólica, diastólica y frecuencia cardíaca y de las escalas psicológicas: ansiedad, depresión, afecto positivo y negativo, ira-hostilidad, estados de relajación y grado de estrés. Al grupo experimental, además, se le tomaron medidas pre y post sesión (antes y después de cada sesión de yoga).
El análisis estadístico de los datos dio como resultado:
- Un descenso estadísticamente significativo de la presión arterial sistólica y diastólica del grupo experimental con respecto al grupo de control, tras el programa integral de yoga.
- Un descenso estadísticamente significativo en ansiedad, afecto negativo y grado de estrés.
- Un descenso de la frecuencia cardíaca, depresión e ira-hostilidad (aunque no fue estadísticamente significativo).
- Un aumento en los estados de relajación: relajación básica, consciencia plena y energía positiva (aunque no fue estadísticamente significativo).
Además, se constató un descenso de la reactividad cardiovascular ante el ejercicio físico, representado por un descenso de la medida post sesión de la presión arterial sistólica con respecto a la medida pre sesión, en las últimas seis sesiones.
Asimismo, se demostró el efecto beneficioso de la práctica de la relajación yóguica (con la que se terminaba cada sesión de yoga) representado en el descenso de la medida post sesión de la frecuencia cardíaca con respecto a la medida pre sesión, en todas las sesiones.
Los participantes del programa integral de yoga manifestaron experimentar, además, mejora en la flexibilidad, reducción de la tensión física, reducción de los dolores de espalda, mayor consciencia del cuerpo y de los movimientos, mejora en la calidad y cantidad del sueño, mayor capacidad de relajación, mejora de la capacidad de concentración, aumento del optimismo, aumento del autocuidado, capacidad para afrontar los sucesos estresantes con mayor calma y tranquilidad, aumento de la paciencia y sensación de enriquecimiento personal.
Máster de Investigación en Psicología – Facultad de Psicología (UNED)Resumen del trabajo fin de máster
Autora: Laura Tolbaños Roche
Aplicación de un Programa Integral de Yoga a la Hipertensión Arterial esencial en la Sanidad pública