En esta sección “Mi postura favorita”, diferentes profesores eligen una asana y explican sus claves de realización y beneficios. Esta vez le toca a Antonio Quintanar Jiménez.
Es cierto que hay más de 250 asanas con sus variantes que Iyengar, con su habitual dominio, ya ha mostrado en muchas ocasiones, y cada practicante termina cogiendo cierto cariño a muchos de ellos durante sus sesiones personales.
Yo habitualmente práctico yoga por las mañanas en lo que respecta a realización de asanas, y hay uno que suele acompañarme por el cariño que le he tomado y por las increíbles sensaciones que me transmite y no es otro que la Postura Invertida sobre la Cabeza con las Piernas Abiertas.
No es habitual realizar este tipo de asanas en principiantes, pero sí sería útil acompañar a los que se inician en cuanto cogen un poco de confianza, pues los asanas de inversión son profundamente beneficiosos, como el más habitual en las sesiones, la Vela, en sus diferentes variantes.
Este asana invertida, concretamente, tiene añadido un obstáculo que suele ser común, y es el miedo a caernos y tener que rodar por el suelo, con el posible daño corporal que pede suponer esto si sucede. Pero con la práctica y una persona que nos instruya en su realización, su consecución suele ser efectiva y su experiencia muy gratificante.
Yo he visto a muchas personas afrontar con miedo este asana y, finalmente, terminar haciéndolo con total solvencia, siendo en ese instante una doble satisfacción, para el que lo hace y para el instructor que lo ve.
La postura tiene tantos beneficios que sería muy complicado enumerarlos todos en un solo artículo, aunque, para aproximarnos, diremos que todos los asanas invertidos tienen el beneficio de invertir el entramado arterial haciendo que el corazón reciba una ayuda irrechazable.
- Debemos comprender que nuestra vida suele desarrollarse en posiciones, ya sea de pie o sentado, en las que las piernas sufren un normal estancamiento del riego sanguíneo. Cuando realizamos estos asanas invertidos, facilitamos el riego sanguíneo en las zonas más vulnerables (pies, piernas y cerebro) además de masajear el corazón.
- Otro de los beneficios es el rejuvenecimiento del sistema linfático, pues, en los asanas invertidos el efecto es parecido a cuando hacemos un drenaje linfático. La consecuencia del mismo es que acercamos la linfa al plexo solar, provocando una aceleración de sus virtudes. Todos sabemos lo importante que es el sistema linfático.
Cuando uno se enfrenta a realizar asanas con esta dificultad, tiene que poner todo en el asador y centrar todas sus energías en lo que está haciendo, apostando por volver a arriesgar “su cuerpo” y su “miedo”, en contra del exceso de cómodo aburrimiento en el que hemos vivido durante años. Es como si esa voz que nos decía “ten cuidado que te vas a caer” hubiese terminado por quedarse grabada, impidiéndonos divertirnos un poco y hacer algo que sea un poco fuera de lo común.
Un abrazo y espero que haya sido de vuestro agrado esta pequeña aportación.
Antonio Quintanar Jimñenez es autor de Aprendiendo a estar feliz (Ed. Cultivalibros), libro en el que cuenta cómo superó una grave enfermedad psiquiátrica a través del yoga.