Esta es la undécima entrega de los Yoga Sutras de Patanjali Maharishi en la versión de Swami Durgananda, directora de los centros Internacionales de Yoga Sivananda Vedanta de Europa. Hoy veremos el Verso 16. Es una colaboración del Centro de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid.
El más elevado estado de desapego es el que deriva de la conciencia de Purusha y renuncia incluso a las tres cualidades de la Naturaleza.
En Raja Yoga la palabra “Purusha” significa el Ser. El conocimiento de Purusha es el conocimiento supremo, el desapego supremo. En Ñana Yoga se denomina Brahmán o Atman. Una vez alcanzado el conocimiento supremo, no nos apegaremos a las cosas falsas nunca más. ¿Encontraremos la misma satisfacción si deseamos un jazmín, que luce y huele precioso, pero no podemos conseguirlo y compramos, en su lugar, una planta de plástico? No. Pero es lo que hacemos. Desde el momento en que aún no conocemos el Ser, aceptamos el plástico, pero si lo conociésemos no aceptaríamos alternativas. Cuando conocemos la realidad podemos ser desapegados. De la misma forma que distinguimos al jazmín auténtico, el smriti conoce el Ser.
Si mediante las gunas trabajamos en las formas sátvicas de pensamiento, nos acercaremos mucho a la realidad y este estado intuitivo nos permitirá alcanzar ésta. En ese momento podemos renunciar a sattwa porque ya hemos alcanzado esa conexión. Este versículo se refiere a “yo soy lo que soy”, que es una aseveración del Ñana Yoga. Y si sabemos que “yo soy lo que soy”, entonces no estamos apegados. En otras palabras, el auténtico vairagya sólo es posible para los seres realizados. Hasta ese momento la práctica es lo más importante.
Cuando surge la pregunta “¿Por qué no avanzo en la meditación?”, la respuesta es: abhyasa y vairagya no son practicadas. Si alguien se considera un santo, está apegado a su condición de santo, por lo que no lo es realmente. Tal persona no está desapegada, porque se identifica con la condición de pureza, que no es vairagya completo. Uno no debería identificarse con sattva porque hacerlo no es sátvico. La Realidad no tiene atributos.
Swami Durgananda
Fue iniciada y entrenada en las técnicas del yoga por Sri Swami Vishnudevananda (1927-1993), fundador de los centros y ashrams Internacionales de Yoga Sivananda Vedanta. Como una de sus discípulas más próximas, le acompañó en muchos viajes tanto en Oriente como en Occidente.
Siguiendo la instrucción de su maestro, Swami Durgananda estableció los Centros de Yoga Sivananda Vedanta en Europa. Swami Vishnudevananda la guió personalmente en la formación de profesores de yoga y con el título de “Yoga Acharya” la nombró como una de sus sucesores. Con intuición profunda, Swami Durgananda guía a muchas personas en el camino interior y enseña meditación, psicología yóguica, nutrición, pensamiento positivo, mitología y filosofía oriental.
Los Sutras de Patanjali son un manual completo para la investigación y el control de nuestros propios pensamientos. Una escritura clásica y una guía holística para los aspectos físicos, mentales y espirituales de la meditación.
Los prácticos y dinámicos comentarios de Swami Durgananda sobre los Raja Yoga Sutras son fruto de la inspiración de los grandes yoguis Sri Swami Sivananda y Sri Swami Vishnudevananda y de su intensa práctica personal y experiencia en la enseñanza durante 40 años.
Colaboración del Centro Internacional de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid
Tel. 00 34 913 615 150