Se ha vuelto a reeditar En el límite (Kailas), el libro en el que Ramiro Calle relató su experiencia en el umbral de la muerte, tras una parada cardiaca y 23 días en la UCI. Ahora lo rememora en su facebook con el siguiente texto (en las fotos, Ramiro posa con su amigo el escritor y traductor José Pazó, experto en literatura y sabiduría japonesa).
Era Buda el que declaraba que la enfermedad, la vejez y la muerte son mensajeros divinos. Realmente si reflexionamos sobre ellos, lo son. Si somos conscientes de su inevitabilidad y así vivimos la vida con mayor compasión, plenitud, generosidad, humildad, paciencia, ecuanimidad y soseigo, claro que lo son. Todos tenemos que conciliar con estos mensajeros divinos y sacar una tranformativa enseñanza al respecto.
Se ha reeditado ahora mi libro En El Límite, en el que relato toda mi experiencia tras varias semanas al borde de la muerte, viviendo de cerca las enseñanzas del mensajero divino que es la enfermedad, que me enseñó mucho de humildad y mucho de compasión. Compartiré una anécdota muy personal con el lector de este facebook que tan magníficamente me lleva Liliana Riesco. Cuando después de 23 días me subieron de la UCI a una habitación en planta, tras haber estado varios días a punto de morir y haber adelgazado más de 20 kilos, al verme en el espejo me quedé atónito. Había envejecido de golpe, en 20 días, 20 años. Vi en mi rostro el de ese mensajero divino que es la enfermedad. Le pedí a Luisa, mi mujer, que sacara varias fotos de esa cara con un aspecto tan enfermizo. ¿Por qué? Porque no quería olvidar jamás lo que había pasado; necesitaba ese recordatorio para seguir cultivando más humildad, compasión, afán de autorrealización. No quería olvidar; quería que el recuerdo vivo me ayudase a seguir en la evolución consciente y a saber discernir entre lo importante y las bagatelas y fruslería, lo esencial y lo trivial.
Permanecí en el hospital otras casi cuatro semanas. Recibí mucho amor de mis familiares, amigos y alumnos. Siempre estaré en sentida deuda con ellos. Al poco tiempo, con su proverbial genrosidad, ese amigo del alma que es el gran periodista Jesús Fonseca, me dedicó una gacetilla (una más) de esas suyas, colmadas de sensibilidad, que publica habitualemente en La Razón. Hace referencia a mi viaje con el mensajero divino de la enfermedad y de mi libro al respecto, que me decidí a escribir, a veces con no poco dolor, pero como si de una alquímica catarsis se tratara, por sugerencia de mi gran amigo y editor Ángel Fernández Fermoselle.
También quiero compartir con el lector la gacetilla de Jesus Fonseca Escartín, como ya he hecho con otras suyas, íncluidas en este facebook, y que tan óptima acogida han tenido. Gracias de corazón, de ser a ser, a todos los que todavía se empeñan en soportarme e incluso lo hacen tanto cariño.
Gacetilla de Jesús Fonseca
«He aquí la pregunta más terrible: ¿No será la muerte el silencio de Dios? La respuesta nos la da Ramiro Calle, tras superar una parada respiratoria y pasar 23 días en la UCI. Y lo hace a través de un libro escrito con palabras de carne: En el Límite. Doscientas páginas que demuestran, una vez más, que quien no ha sufrido no sabe de nada. Todo es llegar y partir. De aquí, nadie se va a llevar nada. Sólo el amor permanecerá. Solo aquellos que hagan suyo este humano quehacer serán inscritos en el libro de la vida. Ramiro Calle, pionero de las enseñanzas del yoga en España será, con seguridad, uno de ellos, tanto por contribuir con más de doscientos libros a despejar muchas de nuestras dudas y carencias, como porque decenas de miles de personas se beneficien, día tras día, de sus enseñanzas. Ni imaginarse podía el yogui español más internacional que su último viaje a Oriente lo iba a colocar a las puertas de la muerte. Pero, una vez más, Dios escribió recto con renglones torcidos. No por acaso Ramiro Calle es un experto en bucear sin descanso para su propia superación y, desde ella, la del prójimo. En calentar el corazón de quienes turbados buscan luz, vida, paz, en días de tribulación. En el Límite, editado por Kailas, es un libro de incalculable valor para quienes conocen el dolor de vivir. Para aquellos a quienes azota la duda. Aquellos que no sabemos de dónde venimos ni a dónde nuestros pasos nos llevarán».