¿Quién fue Lalleshwari? Fue una gran yoguini, una gran devota (bhakta) y, a la vez, una gran sabia (jñani) que vivió en Cachemira en el siglo XIV. En ella encontramos la fuerza de la devoción y la entrega como camino hacia lo Absoluto de una forma especialmente poderosa y bella. Nos lo cuenta Swami Satyananda Saraswati.
¿Cómo fue su vida? ¿Era una renunciante?
Pertenecía a una familia de brahmanes, estudiosos y eruditos, cuya concepción era que la vida es un ascenso hacia la divinidad. Se casó y se fue a vivir con la familia de su esposo. Temprano por la mañana, bajaba al río para hacer sus abluciones y adorar a Shiva y, cada vez con más frecuencia, quedaba absorta y pasaba horas en estados de profunda contemplación. Esto generó muchas dudas y recelos en la familia de su marido, quienes injustamente la acusaban de serle infiel y la trataban con desprecio. Finalmente, Lalleshwari decidió abandonarlo todo para entregar su vida a la contemplación del nombre divino junto a su guru, Siddhanath, quien la inició en el mantra om namah shivaya y en el proceso del yoga.
Lalleshwari es muy conocida en Cachemira. Viajó por los valles y pueblos, enseñando el shivaísmo y compartiendo su estado de Conciencia. Los antiguos textos que narran su vida describen que vagaba desnuda, digambara, que significa “vestida de viento”. Esto es algo que puede ocurrir a algunos grandes yoguis que, al estar tan absortos en la divinidad, pierden la noción de su cuerpo y ni siquiera sienten la necesidad de vestirlo.
El momento de su muerte es muy remarcable: a los cincuenta años, Lalli se convirtió en una llama y desapareció. En Occidente esto nos puede parecer imposible, pero en la tradición de los siddhas de la India se considera como el fruto de ciertas disciplinas y de un elevado estado interior; se desaparece en uno de los elementos sin dejar rastro.
¿Cómo fue su camino espiritual?
Su camino se inscribe dentro del shivaísmo de Cachemira, una tradición filosófica y espiritual muy relevante del norte de la India.
En el shivaísmo de Cachemira encontramos la metafísica no dual más extraordinaria y la bhakti, el dulce amor por la divinidad. En esta tradición, la divinidad es concebida a veces con forma y otras sin forma. El mismo Shiva puede ser considerado como este gran yogui de los Himalayas que destruye nuestras limitaciones y nos acompaña a la liberación y, a la vez, como la Conciencia que existe en todo, que es nuestro propio Ser (atman).
“Tal y como un cristal puede brillar de diferentes formas según la luz, de la misma manera el Ser supremo coge las formas de dioses, hombres, animales y árboles”. Abhinavagupta
Esta es la esencia del shivaísmo, el reconocimiento de que en este mundo las formas difieren, pero la esencia es una en todo.
“Oh Señor, cuando el mundo objetivo se ha fundido por medio del estado de meditación profunda, solo quedas Tú. ¿Qué es lo que podemos ver entonces? Entonces no hay estado de diferenciación entre el que conoce y lo conocido, es así como Tú te manifiestas en los devotos”. Utpaladeva
En sus poemas Lalli no solo nos da una enseñanza intelectual, sino que nos describe el estado en el que ella misma se encuentra, así como las prácticas que siguió para establecerse en él.
¿Cuál fue la importancia de la práctica del mantra om namah shivaya?
Mejor dejemos que sea ella quien nos lo muestre a través de uno de sus poemas, en el que describe cómo vivenciaba el mantra no solo en ella, sino en todo lo que la rodeaba:
“¡Oh Lalli! Con el Conocimiento correcto, abre tus orejas para oír como los árboles al moverse repiten om namah shivaya, como el viento cuando pasa repite om namah shivaya, como el agua cuando fluye en los ríos repite om namah shivaya. El Universo entero es el canto del nombre de Shiva, ¡oh Lalli! Escúchalo atentamente”.
¿Nos puede hablar un poco más de sus poemas?
Al principio nos describen el estado de sufrimiento de la persona que todavía se identifica con un cuerpo, con lo que le sucede a su personaje y con los movimientos de su mente. Pero, poco a poco, vemos cómo va entrando en sublimes espacios de dicha y plenitud.
En sus propias palabras:
“Si entregas la espada del apego, que está clavada en tu corazón, podrás disfrutar de la dicha del reino divino. Si tu vida es disciplinada, si tu corazón es generoso, podrás disfrutar de la dicha del cielo. Si eres capaz de seguir la enseñanza de tu guru, podrás experimentar la verdad. Tienes que vivir los frutos de tus karmas, sean agradables o no tan agradables, pero, oh Lalli, una vez has llegado y has recibido la gracia del guru, ¿dónde está el dolor?”.
Aquí nos muestra cómo todos estamos sujetos al karma, a la ley de la causa y el efecto que produce lo que se va a manifestar en nuestra vida. Pero aquello que nos suceda nos va a afectar según el estado de nuestra mente. El mundo está en nuestra mente; cuando cambiamos nuestra visión interior, lo que ocurre fuera nos afecta mucho menos. Si tenemos una mente aquietada y luminosa, viviremos en otro estado siguiendo el karma que nos toque: algunos retirados, otros con familia y muchas responsabilidades… Todos tenemos un camino que hemos de vivir y este será la experiencia perfecta para nosotros.
Entonces, ¿podemos alcanzar esta visión de unidad sin renunciar al mundo?
Es importante entender que no se trata de renunciar al mundo, sino de renunciar a asociarnos con un cuerpo y una mente limitados y sufrientes. La misma Lalleshwari nos dice:
“Incluso si una persona vive en el mundo, si está absorta en la meditación de Shiva, en el nombre de Shiva, en la devoción de Shiva, en el discernimiento y en la verdad, ¡oh Lalli!, esta persona se convierte en una flor en la mano de Shiva”.
Podemos concluir con estas bellas palabras:
“Puedes estar bañándote, riendo o trabajando,
pero Él está siempre allí, ante ti, contigo.
Medita en Él, Él vive en tu corazón, reconócele.
No busques aquí y allá pensando dónde está la divinidad,
encuéntrala en el corazón”.
Swami Satyananda Saraswati nos acercará a la vida y enseñanza de esta gran maestra en el seminario “Lalleshwari. El camino a Shiva”. Con la lectura y el comentario de sus poemas, Swamiji nos introducirá a la sabiduría y fundamentos del shivaísmo como camino de unión con el Absoluto.
“Lalleshwari. El camino a Shiva”. Sábado 8 de marzo de 10.30 a 19 h en Kailash Ashram (Aliste) y online.