Hace miles de años la Bhagavad Gita expuso que existen tres gunas (cuerdas vibratorias) muchísimo más pequeñas que las partículas elementales y, por tanto, que los fotones. Son las responsables de construir todo el universo y, lo más importante, estas tres cualidades creadoras emanan de la Luz. Escribe e ilustra Pedro López Pereda.

Supta Virasana con mantas
El ser humano dispone de un gran campo electromagnético que le rodea, denominado campo áurico o aura.
Está en constante interacción con nuestro entorno y nos protege de otros campos electromagnéticos (radiación ionizante, rayos gamma, rayos ultravioleta…), así como de las vibraciones de frecuencias desarmonizadas que rodean a otras personas.
Por otro lado, también existe una interacción importante entre nuestro aura y los campos electromagnéticos que configuran nuestros propios chakras. Por ejemplo, un chakra excesivamente desarrollado puede cambiar el color del campo áurico y la frecuencia de su vibración (recordemos que el medio que circunda a los fotones influye directamente en su forma y color).
Cuando todos los chakras están armonizados, el campo áurico es la unión perfecta de todos los colores del espectro visible, y lo “vemos” blanco porque no hay ningún tono que destaque sobre todos los demás.
Cuándo practicar la Secuencia extática
Durante nuestra práctica cotidiana de posturas podemos introducir algunas ásanas de la secuencia de forma individual y ordenada. Una vez cada dos semanas podemos ejecutar la secuencia de forma completa.
→ Yuj: Supta Virasana sobre mantas
La palabra yoga proviene del sánscrito yuj, que significa «unión».
La secuencia extática tiene como objetivo la unión sistemática de nuestros frutos terrenales, conformados en fotones, para alcanzar estados o niveles de conciencia más elevados (expansión de nuestra conciencia).
En la secuencia extática esta postura es la encarga de unir y procesar los fotones transportados desde todos los chakras.
Activamos el chakra Sahasrara al realizar esta postura, ya que conseguimos una importante apertura en todos los espacios que configuran los setrans de los chakras principales.
Recordemos que Supta Virasana pertenece al grupo de ásanas que tiene la capacidad de abrir, en una sola postura, todos los setrans de los chakras primordiales.
Material de apoyo: Necesitamos un mínimo de tres mantas dobladas de forma longitudinal para apoyar la espalda y un rodillo o unas mantas dobladas de forma transversal para apoyar la cabeza.
Las personas que no están familiarizadas con la postura necesitarán aumentar la altura del apoyo con más mantas, para adaptar sus piernas en Virasana, y posteriormente poder entrar a Supta Virasana.
Con el tiempo, los apoyos nos permitirán abrir más fácilmente todos los setran de los chakras principales y conseguiremos respirar más profundamente durante la ejecución de la postura.
Realización de Supta Virasana sobre mantas
Colocamos las tres mantas paralelas al eje longitudinal de la esterilla y el rodillo en la parte superior.
Nos ponemos de rodillas sobre la esterilla para hacer primero la postura de Virasana, con una cuarta parte de las mantas entre los muslos, los pies ligeramente separados hacia el exterior del eje vertical de la cadera y los dedos de los pies apuntando hacia atrás.
Con movimientos suaves nos sentamos en las mantas (Ver ilustración arriba). Si nos molestan las rodillas o nos sentimos muy incómodos, tendremos que añadir las mantas que sean necesarias para adaptar la posición. En la postura clásica los muslos y las rodillas se juntan y las piernas se separan hacia los laterales. En la secuencia extática los muslos se separan discretamente entre ellos, gracias a la disposición de las mantas, facilitando la apertura del chakra Muladhara. Intentaremos colocar las piernas debajo de los muslos, de manera que los empeines queden pegados a la esterilla.
Cuando dominemos la postura de Virasana, nos iremos inclinando hacia atrás lentamente, hasta apoyar la espalda encima de las mantas, descansando suavemente los antebrazos sobre la esterilla. Las manos se unen a los pies, agarrándolos de los talones.
Si notamos tensión en los empeines podemos disponer dos esponjas pequeñas entre el centro del empeine y la esterilla. Esta molestia se irá reduciendo a medida que practiquemos con regularidad.
A continuación nos relajamos profundamente en la postura, sin modificar la tonicidad de su estructura, y nos concentramos en la línea que se forma desde el perineo hasta el punto más elevado de la cabeza.
Tiempo para realizar la postura
El tiempo necesario de permanencia en esta ásana para que se produzca todo el proceso es de 15 minutos.
Para salir de la postura, nos apoyamos en los brazos y codos presionando el suelo para llegar despacio a la posición de Virasana, y después pasamos suavemente pasaremos a Savasana.
→ Savasana
Savasana es el ásana o postura que adoptamos habitualmente para cerrar nuestra práctica de yoga.
Realización de Savasana
Nos tumbamos boca arriba sobre la esterilla colocando una manta doblada debajo de la cabeza.
Dejamos los brazos flojos sobre el suelo, ligeramente separados de los costados, con las palmas vueltas hacia arriba. Separamos un poco las piernas entre sí y dejamos que los pies caigan hacia afuera. Podemos utilizar una manta para cubrirnos, dado que la temperatura corporal desciende ligeramente durante el período de relajación. Cerramos los ojos y, sin forzar la atención, nos concentramos en nuestras respiraciones y en las percepciones físicas.
Permanecemos en Savasana un mínimo de 10 minutos. Para salir de la postura, nos giramos despacio sobre un costado y nos incorporamos sin prisa con la ayuda de las manos.
Pedro López Pereda. Creador del centro Namaskar de yoga y autorrealización en la línea de Antonio Blay. Presidente de la Fundación Yoga y de la Asociación Yoga Meditativo. Miembro de la Asociación Nacional de Profesores de Yoga. Maestro de Reiki.
Ha publicado, entre otros libros: El mandala oculto (2017), El cuenco vacío (2018) y Las leyendas del Yoga. El origen mitológico de la meditación, el pranayama y las posturas de yoga (2021).