Esta serie de artículos de José Manuel Vázquez pretenden enriquecer el significado de la palabra yoga basándose en la evolución del contexto en el que se ha utilizado, desde sus orígenes hasta el hoy. Quizás sea una manera de recordar la profundidad del término en tiempos en que al yoga se le asocia más al fitness que a una psicología ética del autoconocimiento.
El yoga, como método de autoconocimiento, es anterior al sistema propuesto por Patañjali. En el Yogasutra (s. II-V d. C.) se recogen técnicas de diversas tradiciones emparentadas con el ascetismo y la liberación (moksa). En la actualidad, el sistema de ocho pasos (YS, 2.29) descrito en el texto ha pasado a convertirse en el modelo del yoga clásico, aunque aparecen otros modos de yoga igualmente válidos.
El asthanga yoga de Patañjali incluye aspectos éticos y de conducta (yamas y niyamas), postura física (ásana) como posición meditativa, además de otros elementos ya mencionados en las Upanisads, como pranayama, pratyahara, dharana, dhyana y samadhi. Los cinco primeros son considerados yoga externo (bahir anga) y los tres últimos, yoga interno (antar anga).
El kriya yoga y el gran voto jainista son adoptados como propios en los yamas y niyamas; siendo ahimsa (principio de no violencia) el pilar que sostiene la estructura jaina y que hereda la práctica del yoga. El texto, tomando como referencia al Samkhya, parece configurarse en torno a un entramado en apariencia incompatible de influencias de ida y vuelta de yoguis, budistas y jainistas e incluso tántricas (White, 2014); debido posiblemente a la superposición de diferentes estratos temporales, espaciales e ideológicos presentes en su redacción.
El primer capítulo se desarrolla alrededor del estado meditativo (samadhipadah); el segundo en torno a la propia práctica (sadhanapadah); el tercero en torno a las habilidades que otorga la práctica del yoga (vibhutipada) y el cuarto explica las fases de la experiencia liberadora (kaivalyapadah). Siempre aparecen publicados junto a comentarios que facilitan la comprensión del texto. En ocasiones son reinterpretaciones desde diferentes perspectivas religiosas, filosóficas y psicológicas. Durante siglos la interpretación predominante fue vedándica y por lo tanto brahamánica. El comentario atribuido a Vyasa (s. IV) es el más antiguo; le sigue el de Vacaspati Misra de corte samkhyano (s. VIII-IX) y el de Bhoja Raja (s. XI).
Estados de samadhi
A pesar de la variedad de puntos de vista y tradiciones que parecen coexistir en el texto, se percibe una cierta coherencia en identificar el estado meditativo último del yoga (samadhi) con la cesación de la actividad mental (nirodha), como liberación de la conciencia de la influencia de los gunas (Kaivalya). Al respecto, se describen cuatro tipos de samadhi con semilla (samprajñata): vitarka o con representación; vicara o sutil; ananda o llena de dicha; y asmita o disolución de la identidad.
En el quinto estado de samadhi sin semilla (asamprajñata) cesan completamente las fluctuaciones de la conciencia (nirodha); haciendo referencia al vaciado de las impresiones mentales (samskaras) y a la purificación de las propias tendencias (vasanas). La mente ya no es atraída por estímulo externo o interno y la conciencia así aislada (Kaivalya) descansa en su propia naturaleza. Emancipada del ciclo samsárico, no sufre afectación. Éste y no otro parece ser el objetivo final de la práctica del yoga formulado por Patañjali.
Notas biográficas
White, D.G. (2014). The Yoga Sutra of Patanjali: A Biography. Princeton University Press.
José Manuel Vázquez. Formador de profesores certificado por la American Yoga Alliance. Psicólogo y yogaterapeuta. Es autor de Yoga Orgánico (2023), Los valores terapéuticos del yoga (2017) y Manual de yoga para occidentales (2012) (los tres en Alianza Editorial).