Esta serie de artículos de José Manuel Vázquez pretenden enriquecer el significado de la palabra yoga basándose en la evolución del contexto en el que se ha utilizado, desde sus orígenes hasta el hoy. Quizás sea una manera de recordar la profundidad del término en tiempos en que al yoga se le asocia más al fitness que a una psicología ética del autoconocimiento.
El Samkhya es una de las tradiciones filosóficas más antiguas de la India. Es un sistema dualista que expone dos principios universales: purusa o conciencia testigo inmutable; y prakritti o conciencia fenomenológica cambiante. La primera nos otorga la capacidad de ver y la segunda es la que hace posible el mismo acto de ver; purusa conoce y prakritti es el instrumento de la cognición (Ferrández Formoso,2020).
La liberación (kaivalya) propuesta por el Samkhya consiste en experimentar el aislamiento de purusa con respecto al mundo fenomenológico de prakriti.
La prakritti sostiene la vida psicofísica del individuo. Es configurada por tres características o hilos/hebras (gunas) que van tejiendo su entramado: tamas, rajas y sattva. Negro, rojo y blanco se entrelazan y alternan: tamas es pesado y limitante, rajas es excitante y doloroso, sattva es ligero y luminoso (Ferrández Formoso, 2020). El eterno movimiento de la existencia es sustentado y condicionado por la acción de estos tres gunas. Aferrarse a cualquiera de ellas produce sufrimiento. Diluir la ignorancia que produce aflicción es deshacer el espejismo de la identidad condicionada por los vaivenes de la vida. El conocimiento (vidja) tiene por objetivo desvelar el error que oculta otra identidad de orden superior.
Purusa no toca a prakriti, pero está lo suficientemente cerca (samyoga) como para confundirse con la actividad de los gunas y pensar que el testigo pasivo del mundo es el actor responsable de la acción. A esto se le llama ignorancia, avidya o aviveka, y al acto de liberarse de esta falsa identidad, kaivalya. Es entonces que la conciencia puede descansar en su propia naturaleza inmutable (svarupa).
Prakritti parece dormir, pero cuando purusa se acerca ésta abre los ojos y manifiesta todo su poder. Despliega a budhi, la mente superior o intelecto que permite percibir la dicha infinita que se encuentra más allá de los sentidos; delinea ahamkara, el “ego” o principio de identidad que se ancla en la experiencia de la existencia y de esta manera queda sujeta a ella; y por último, recrea a manas, la mente inferior que procesa la información de los cinco sentidos (janendriyas) y de los cinco órganos de la acción (karmendriyas). De la interacción de elementos burdos (maha bhutas) y sutiles (tan-matras) nace el mundo fenomenológico exterior. De esta manera va describiendo el Samkhya el esquema funcional del individuo dividido en veinticinco categorías o esencias (tattvas).
Purificación de los sentidos
El individuo tamásico es indolente y negligente con sus obligaciones y se deja arrastrar por la corriente samsárica. El rajásico es apasionado, persigue los frutos de la acción y está sujeto al sufrimiento. El ser sátvico es aquel que cultiva la forma superior de desapego (para-vairagya), la ausencia de deseo hacia los gunas. El intelecto sátvico discierne la atadura (bandha) de la liberación (moksha). El intelecto rajásico, poseído por el deseo, confunde la acción correcta (dharma) y actúa de forma errónea. El tamásico asigna valores opuestos a los fenómenos experimentados, quedando su visión cada vez más oscurecida.
Esta purificación de los sentidos (la mente se toma en esta tradición como un sentido de orden superior), que va desde lo tamásico a lo sátvico es una evolución de la propia prakritti; pues ella refleja el problema y a la vez contiene la solución. Este esfuerzo por trascender los gunas y sus efectos, en el contexto filosófico del samkhya, pasará a ser una forma de disciplina espiritual. Es común interpretar el Samkhya como el sustento filosófico de la práctica del yoga clásico (Brockinton, 2005); aunque el yoga de Patañjali también recibe una gran influencia budista y jainista, como describen muchos autores (Ferrández Formoso, 2022).
Notas bibliográficas
–Ferrández Formoso (2022). Trance y memoria en el budismo y el yoga. Kairós.
–Ferrández Formoso (2020). Samkhya y yoga. Kairós.
José Manuel Vázquez. Formador de profesores certificado por la American Yoga Alliance. Psicólogo y yogaterapeuta. Es autor de Yoga Orgánico (2023), Los valores terapéuticos del yoga (2017) y Manual de yoga para occidentales (2012) (los tres en Alianza Editorial).