El karma es la ignorancia a comprender, porque es la irrealidad que gobierna todo lo gobernable. La ley del karma, de la causa y el efecto, es la ley del universo/Dios/vida. Comprender su funcionamiento resulta fundamental para crearnos una mejor vida presente y futuras y, finalmente, para liberarnos de todo karma. Escribe David Rodrigo.
(Ver 2ª parte del artículo aquí)
La maestría del karma
Necesitas conocimiento y atención para convertirte en maestro del karma. Tenemos que entender el funcionamiento de la ley del karma para crearnos una buena vida, aquí y en otras vidas futuras, y, finalmente, para liberarnos de la esclavitud limitante del karma –bueno y malo–, como de toda limitación, por espacio, tiempo y causalidad, efecto de la ignorancia de nacimiento de quién yo soy, qué es todo esto, los otros, el mundo, material, sutil y causal, individual y cósmico.
Presta atención y sé muy cuidadoso con qué ingieres, con tus cinco sentidos, con tus órganos de acción (boca, piernas, manos, sexo…), con tu mente-corazón (creencias, pensamientos, deseos, miedo, emociones…).
Recuerda que todo cuanto percibes, interpretas, piensas, sientes, comunicas, haces, experimentas es karma, impresiones mentales que, si son repetitivas, se convierten en hábitos y forjan tu personalidad, y si son nuevas pero fuertes, intensas y continuadas, te transforman completamente.
No es «es que yo soy así», sino «es que ahora estoy así». Y estás así porque así te estás creando constantemente, con cada creencia, emoción, pensamiento, deseo, decisión, miedo, acción, experiencias. Sé consciente de esto y créate bien.
Todo karma que vives ahora está como impresión mental en tu mente consciente. Este karma puede venir de tu mente subconsciente activa –que gobierna tu mente consciente– o puede ser un karma o impresión mental nueva que ha entrado en tu mente consciente por tu percepción, deseo, etc. y que, si se convierte en un deseo, pensamiento o emoción nuevo pero poderoso en ti, se trasnforma en un hábito recurrente y/o accede a tu mente subconsciente, que te gobierna desde la sombra.
Tu mente subconsciente activa gobierna tu mente consciente y tu vida entera, impulsando una forma particular de interpretar, valorar, sentir, desear, pensar, actuar, relacionarte y experimentar. De este modo, las impresiones mentales o karma que te están gobernando, consciente o inconscientemente, generan nuevas impresiones mentales o karma del mismo signo, de modo que vas alimentando aquello que te gobierna. Tu subconsciente activo y tu consciente se retroalimentan.
Las prácticas
Es fundamental, por tanto, que lleves a cabo estas prácticas, con claridad, sinceridad, amor, paciencia y perseverancia:
1) Párate a hacer consciente tu subconsciente.
Respira con consciencia, profundidad y armonía desde el diafragma; relaja tu cuerpo; calma tu mente; concéntrate en la cueva de tu corazón (en tu interior, tu intelecto puro, el observador, quien valora y decide); dialoga con tu mente para conoceros mejor (el contenido –impresiones mentales– y funcionamiento de tu mente; tu objetivo vital, tu liderazgo y tu fuerza interior, tu voluntad) y encontrar respuestas y formas de mayor encaje y crecimiento; medita.
Todo ello se aprende y se practica, con disciplina, cariño y determinación.
2) Mira las impresiones mentales o karma que te gobiernan.
Desde la calma del observador ecuánime (tu intelecto puro en la cueva de tu corazón) contempla tus pensamientos, emociones, tendencias, creencias, motivaciones, impulsos, que es el contenido de tu mente y su funcionamiento, su movimiento.
3) Observa cómo retroalimentas esas impresiones mentales casi en cada aliento, en tu día a día, en cada acción física y mental.
Todo cuanto haces y dices, que es expresión de cuanto sientes y piensas, es manifestación de tus impresiones mentales o karma en tu mente consciente y subconsciente.
4) Discierne si son tendencias, creencias, motivaciones, hábitos útiles o inútiles para ti.
Analiza una a una, a medida que van apareciendo, tus tendencias, creencias, motivaciones y hábitos para ver si te dan más paz, claridad y herramientas para alcanzar tu meta en la vida, si no te la dan o incluso si te la restan.
5) Identifica claramente los hábitos inútiles, oscuros, de creencia, emoción, pensamiento, comunicación y acción.
Anota el listado en tu Diario Consciencia.
6) Abandona tus hábitos inútiles con atención, claridad y determinación; sustitúyelos por hábitos útiles, que te den más paz, claridad y herramientas para lograr tu objetivo vital.
Ahora que los tienes claramente identificados, los observas con atención aparecer en tu mente-corazón; tienes la claridad de que si tú no les das tu atención, se van, sin más, sin gobernarte; y tienes la determinación de hacerlo; lo haces.
7) Levántate al caer.
Los hábitos, tendencias, no son fáciles de cambiar, porque llevas sintiendo, pensando y viviendo así mucho tiempo. Cuando vuelvas a caer en ellos, date cuenta, perdónate, sacúdete el haber resbalado y levántate de inmediato con más ímpetu todavía.
8) Tu Diario Consciencia.
Ve dando vida y contenido a tu Diario Consciencia, donde recoges tu práctica de autotransformación: qué tengo que cambiar, atención, determinación, concentración, cambio, error, sacudirse de la recaída y levantarse de nuevo con más fuerza y atención.
9) Así alimentas tu fuerza de voluntad y eres capaz de crear tu karma, tu vida y tu destino –en esta vida y en la siguiente– y de comprender, aceptar y sobrellevar mejor tu karma pasado fructificado en tu vida presente y, por tanto, inevitable.
Como caen las hojas de los árboles en otoño, así son los sucesos inevitables de la vida. Planta vida –buen karma– en el campo de tu mente.
La gestación del karma
Según el tiempo de gestación y fructificación hay tres tipos de karmas:
1) Prarabdha karma, tu destino:
El karma realizado en vidas anteriores que ya ha fructificado dando origen a mi nacimiento y vida actual, con estas condiciones internas (de mi mente: tendencias, motivaciones, habilidades…) y externas (cuerpo, familia…) personales. Es mi destino predeterminado por mi propia acción pero en vidas anteriores. Aquello que inevitablemente voy a experimentar en mi vida presente y que configura el contenido de mi personalidad de partida, con la que nazco. No se puede evitar, pero sí comprender, integrar y vivir de modos muy diferentes, según nuestra comprensión actual, nueva, que vamos logrando en esta vida presente.
El prarabdha karma es como la flecha ya disparada por el arquero; ya no se puede detener, cesará cuando alcance su objetivo o pierda fuerza por sí misma.
2) Agami karma, tu libre albedrío:
El karma nuevo que realizas en tu vida presente, según tu libre albedrío, tu voluntad. Esta puede ser nula, es decir, reproducir por inercia las tendencias con las que has nacido, o puede ser transformadora. Depende de ti.
Si tu deseo en esta vida es poderoso (intenso, dominante), el karma nuevo de libre albedrío que haces (agami karma) marca y lidera tu vida presente y la siguiente.
Este nuevo karma lo experimentas de forma inmediata, a medio plazo en esta misma vida y/o en un futuro nacimiento.
3) Sañchita karma, el contenido de tu alma:
Es tu karma en vidas pasadas que no ha fructificado dando origen a tu vida actual ni tampoco ha sido previamente quemado por tu experiencia, por lo que aguarda en tu mente subconsciente latente –no activa– su momento de dar frutos, tu contenido, funcionamiento y experiencias.
Este sañchita karma –el karma acumulado en tu mente subconsciente latente– es inmenso y extremadamente variado y contradictorio entre sí, porque todos hemos vivido ya infinidad de vidas y hecho infinidad de cosas –con el cuerpo, el habla y la mente-corazón–, buenas, malas, regulares e indiferentes.
Este karma está dormido, no te afecta de momento. Son como las flechas que tiene el arquero en su estuche, pero que no está tomando de momento.
Tu mente consciente es como la capa de agua superficial de un río, la que se ve a simple vista. Tu mente subconsciente activa, la que gobierna tu mente consciente y, por tanto, tu sentir, pensar, hacer y experimentar, tu vida; es el caudal del río. Y tu mente subconsciente latente es el lecho del río, donde reposan las piedras grandes, que no intervienen de momento en el fluir del río, pero que algún día se irán erosionando y sí formarán parte del caudal.
(Final próxima entrega semanal: El viaje del alma)
David Rodrigo, maestro tradicional de Advaita Vedanta, Yoga Sutras y Meditación, que transmite la luz, el amor y el poder de esta sabiduría universal como filosofía de vida, experimental y práctica.
Estudió y practicó tradicionalmente en Rishikesh, India (2008-14), donde empezó a transmitir. Cofundador en España de la Escuela de la Vida Plena, un viaje de autoconocimiento de la plenitud y la armonía de tu Yo Real y de la Vida.Cursos abiertos (online y presencial):
1) La Canción de tu Ser Completo – Bhagavad Gita en profundidad. Más info AQUI
2) La Meditación Completa – En silencio y en acción, conocimiento y acompañamiento. Más info AQUÍ
3) Liberación – Mandukya Upanishad. Más info AQUÍContacto: escuela@delavidaplena.com T. +34 650 443 669
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