Mientras que muchas intervenciones modernas se enfocan en resultados rápidos y superficiales, el yoga y el ayurveda nos invitan a conectar con nosotras/os mismas/os a un nivel profundo. Su valor diferencial radica en su capacidad para atender tanto al cuerpo como a la mente de forma integral, promoviendo un equilibrio duradero. Escribe Noelia Insa.
En los últimos años, la salud mental ha comenzado a recibir el reconocimiento que merece como un pilar fundamental para el bienestar humano. La creciente prevalencia de trastornos como la ansiedad, la depresión y el estrés crónico ha puesto de manifiesto la urgencia de atender la mente con el mismo cuidado que dedicamos al cuerpo. Sin embargo, este reconocimiento ha venido acompañado de un desafío: cómo tratar estos desequilibrios de manera efectiva y, lo que es aún más importante, cómo prevenir su aparición.
Tradicionalmente, la medicina moderna ha tendido a abordar los síntomas más evidentes de los problemas de salud mental, muchas veces sin indagar en sus causas profundas. En este contexto, terapias complementarias como el yoga y el ayurveda han cobrado relevancia al ofrecer una aproximación que no se limita a mitigar los síntomas, sino que busca equilibrar las raíces mismas de los desequilibrios mentales. Estas disciplinas milenarias no solo consideran a la mente y el cuerpo como un todo inseparable, sino que también reconocen la influencia directa de la manera en que vivimos, comemos, respiramos y nos movemos en nuestro bienestar mental.
El valor del yoga y el ayurveda radica en su capacidad para ofrecer un enfoque holístico que atiende tanto al cuerpo como a la mente de forma integral, promoviendo un equilibrio duradero. Mientras que muchas intervenciones modernas se enfocan en resultados rápidos y superficiales, estas prácticas nos invitan a conectar con nosotr@s mism@s a un nivel más profundo, restaurando el equilibrio desde dentro y generando cambios sostenidos en nuestra calidad de vida.
En este artículo exploraremos cómo la combinación de estas dos poderosas herramientas puede ayudarte a transformar y cuidar tu salud mental, logrando un estado de calma y estabilidad emocional.
La filosofía del yoga y los tres gunas: rajas, tamas y sattva
En la filosofía del yoga, se entiende que la mente, como el resto de los fenómenos, está gobernada por tres cualidades o energías primordiales conocidas como gunas: rajas, tamas y sattva. Estas energías influyen en nuestra percepción, comportamiento y estados mentales:
–Rajas: es la energía del movimiento, la acción y la pasión, que en exceso puede generar agitación, ansiedad y estrés.
– Tamas: es la energía de la inercia y la oscuridad, relacionada con la pereza, la depresión y la confusión.
–Sattva: es la cualidad de la pureza, el equilibrio y la claridad, y es el estado al que aspiramos mediante la práctica del yoga.
El yoga ofrece herramientas para equilibrar estas energías y llevar la mente a un estado de sattva, promoviendo así una salud mental óptima.
El poder de los yamas y niyamas para la salud mental
Los yamas (normas éticas hacia los demás) y los niyamas (autodisciplina y cuidado personal) son los primeros dos peldaños del Yoga de Patañjali, y son esenciales para una mente sana. Actúan como una guía ética que protege la mente del exceso de rajas y tamas, ayudando a mantener una vida equilibrada.
Por ejemplo, ahimsa (no violencia) y satya (veracidad) en las relaciones interpersonales promueven una convivencia armoniosa y libre de tensiones. La disciplina (tapas), también cuida nuestra salud mental, evitando la ansiedad que surge de la desorganización y la vida caótica.
Ásanas y vinyasas: mover el cuerpo para calmar la mente
La práctica física del yoga, a través de ásanas y vinyasas (secuencias de posturas y movimientos), trabaja en el cuerpo y tiene un profundo efecto en la mente. Las secuencias de yoga bien diseñadas ayudan a canalizar el exceso de energía rajásica (estrés, agitación) y eliminar la tamásica (letargo, depresión).
Una práctica regular de vinyasa, adaptada a tus necesidades individuales, ayuda a liberar la tensión acumulada, y llevar la mente a un estado de paz. Es importante que la práctica esté adaptada a las circunstancias y condiciones de cada persona, para que sea realmente efectiva.
El pranayama para equilibrar las energías mentales
El pranayama, o control de la respiración, es una herramienta poderosa para equilibrar la mente y las emociones. Dependiendo de la técnica utilizada podemos reducir la energía tamásica o rajásica, promoviendo un estado de calma y claridad.
El pranayama regula el sistema nervioso y equilibra la actividad de ambos hemisferios cerebrales, lo que contribuye a reducir los picos de ansiedad o depresión. También es esencial que el pranayama se practique de forma adaptada, incrementando gradualmente la capacidad de la respiración y siempre bajo supervisión en los primeros estadios.
La concentración y la meditación
Las técnicas de concentración (dharana) también son fundamentales para llevar la mente a un estado de equilibrio. A medida que nuestra capacidad de concentración mejora, se reduce la influencia de rajas y tamas, mientras que la mente se estabiliza en sattva, generando claridad mental y calma profunda. Esto es clave para evitar la dispersión mental, el estrés excesivo y los estados depresivos.
Ayurveda y la regulación de las doshas: vata, pitta y kapha
En el Ayurveda, se reconoce que cada persona tiene una combinación única de tres doshas o constituciones: vata, pitta y kapha, que también influyen en el estado mental. Cuando estos doshas están en desequilibrio, pueden manifestarse trastornos emocionales y mentales.
– Vata en desequilibrio genera miedo, ansiedad e insomnio.
– Pitta en exceso provoca irritabilidad, impaciencia y rabia.
– Kapha desequilibrado se manifiesta en apatía, depresión y letargo.
El ayurveda nos proporciona herramientas prácticas para equilibrar los doshas, como la alimentación adecuada, el uso de hierbas medicinales, los masajes y los ajustes en el estilo de vida. Por ejemplo, una persona con vata elevado puede beneficiarse de alimentos cálidos y reconfortantes, aceites esenciales de sésamo y rutinas tranquilizadoras.
La importancia de un enfoque personalizado
Tanto el yoga como el ayurveda subrayan la importancia de un enfoque personalizado para cada practicante. No todas las personas necesitan el mismo tipo de asanas, pranayama o cambios en su estilo de vida. La clave está en la adaptación, observando qué elementos de las prácticas equilibran tu constitución personal, tu energía y tu mente.
El yoga y el ayurveda, al integrar cuerpo y mente, ofrecen mucho más que soluciones temporales a los desafíos de la salud mental: nos proporcionan un camino hacia un equilibrio profundo y sostenido. No se trata solo de aliviar síntomas, sino de cultivar un estilo de vida que prevenga los desequilibrios antes de que se manifiesten. Ambas disciplinas nos enseñan que la salud mental es el reflejo de cómo vivimos, cómo respiramos, cómo comemos y cómo nos relacionamos con nosotr@s mism@s y con el mundo.
Al respetar la unicidad de cada persona y adaptar las prácticas de forma individualizada, logramos mantener los estados de rajas, tamas y sattva en armonía, al tiempo que equilibramos las energías vata, pitta y kapha. Es un enfoque holístico que nos invita a un proceso continuo de autoconocimiento, ajuste y práctica consciente.
En última instancia, el verdadero objetivo no es solo calmar la mente o controlar las emociones, sino crear las condiciones para que la serenidad, el bienestar y la claridad florezcan de manera natural.
Noelia Insa es profesora de Yoga Vinyasa Krama, formadora de profesores y escritora en revistas especializadas en Yoga. Con una amplia formación en filosofía del Yoga y como alumna del maestro Ramaswami y otros maestros del linaje de Krishnamacharya, Noelia comparte su conocimiento a través de cursos presenciales y online en Insayoga.com.