¿Puedes lesionarte practicando yoga?

2024-09-10

Ásana tiene como fin que tu cuerpo llegue en las mejores condiciones a la práctica de los aspectos más sutiles y más avanzados del yoga. Te fortalece, mejora tu salud y te prepara precisamente para no lesionarte en tu día a día. Pero no podemos obviar que una mala ejecución de ásana puede lesionar, como cualquier otro trabajo que se haga con el cuerpo. Escribe Ana Canelada.

¿Cómo minimizar el riesgo?

– Conociendo las bases de las posturas, las acciones y empujes necesarios que se repiten una y otra vez. Las posturas de yoga no son naturales, son movimientos que no suelen realizarse en nuestra vida diaria. Muchas posturas son una misma en distintos planos, por lo tanto las acciones se repiten. Y algunas son evoluciones de otras, así que las acciones básicas hay que conocerlas y practicarlas con consciencia. Un@ buen@ profesor@ te enseñará estas acciones.

– Entendiendo las posturas, sí, entendiéndolas. Sabiendo qué es lo que estamos buscando y trabajando, dónde hay que soltar y dónde sostener, tanto a nivel físico como a otros niveles. Al tratarse de movimientos “antinaturales”, a veces, inconscientemente, sostenemos de más como una autoprotección instintiva. Pero cuando empiezas a entender la postura puedes poco a poco, con ayuda de la respiración y la guía de un@ buen@ profesor@, comenzar a soltar y permitir que los micromovimientos de ajuste vayan apareciendo.

Trabajando desde lo que para mí es lo fundamental: desde Ahimsa y Satya, la no violencia y la honestidad hacia uno mismo en este caso. Es decir:

  • Aprendiendo  a no forzarte sino a esforzarte.
  • Aprendiendo a reconocer tus límites día a día. Todos los días no son iguales, no le pidas a tu cuerpo que se comporte igual todos los días porque no es igual todos los días. Pero no entiendas “límite” como algo negativo, puesto que reconocerlo también implica dar lo máximo que puedas sin forzarte, no quedarte por debajo de lo que ese día puedas ofrecer a tu práctica de ásana.
  • Aprendiendo a honrar tu individualidad y en base a eso, practicar ásana. Reconocer que habrá posturas que no podrás manejar fácilmente sin ayuda de apoyos o que simplemente no harás y no pasa nada porque las acciones requeridas se repiten en otras ásanas a las que sí tendrás un mejor acceso.

Un@ buen@ profesor@ te enseñará y guiará en tu recorrido de ásana.

Si encuentras un@ profesor@ en quien confíes, valora y agradece lo que te enseñe para practicar ásana en base a tus circunstancias. Si te dicen que no hagas algo, es por tu bien.

–  Ten sentido común. Si en tu segunda clase de Asana, te ponen cabeza abajo, sal corriendo. No deberías permitir que la apetencia del “mira lo que hago” te lesione el cuello por no conocer bien lo que hay que hacer y lo que significa y conlleva la práctica de ciertas Asanas. Todo a su debido tiempo y dependiendo de quién, cómo y para qué.

Un@ buen@ profesor@ no va a animarte a hacer Sirsásana a la primera de cambio, te lo puedo asegurar.

–  Ten paciencia. No tienes que llegar a ningún lado… hay mucho detrás de la práctica física, mucho. No es hacer por hacer, no le importa a nadie si te pones la pierna detrás de la cabeza o no. Si lo haces es por otra cosa no por el “mira lo que hago”. Tranquil@, que si quieres hacer contorsionismo lo puedes encontrar fuera del Yoga. Al Yoga vienes por otra cosa. Cuando empiezas a correr no vas en el primer mes a una maratón ¿verdad? Pues en Asana, tampoco.

–  Cultiva la claridad. Haz un esfuerzo en comprender a través de tu experiencia en ásana que lo importante no es lo que se ve, sino lo que está pasando por dentro. Es probable que no llegues a la práctica de ásana con esta idea, pero poco a poco, con el tiempo, has de buscar la claridad en el motivo de tu práctica.

Todo esto no te va a eximir totalmente de la probabilidad de lesión, pero si va a limitar su aparición. Si te lesionas teniendo en cuenta todo lo anterior, no es culpa de nadie, sino de tu camino. También te puedes lesionar paseando o montando en bici.

La práctica de ásana muchas veces es utilizada para la recuperación de lesiones, por su cuidadoso trabajo a nivel de las diferentes capas corporales, pero en un trabajo no terapéutico, una vez que trabajas con tu cuerpo, nadie queda exento de la posibilidad de lesión.

Déjate guiar por buen@s profesor@s, aplica la consciencia en lo que estás haciendo y disfruta de tu camino.

Ana Canelada. Enseña yoga con sinceridad, honestidad y coherencia. Clases de ásana, meditación y filosofía del yoga.
Madrid y online
www.anacanelada.com
@anacaneladayoga