La Ceremonia del Cacao: un viaje ancestral hacia el bienestar

2024-09-06

Las ceremonias del cacao han resurgido en los últimos años como una poderosa práctica espiritual y de bienestar, reconectando a las personas con las tradiciones ancestrales de las culturas mesoamericanas. El cacao es un fruto considerado sagrado por sus propiedades y su capacidad para facilitar la conexión espiritual. Escribe Mercedes Cadarso.

ceremonia del cacao

Para los aztecas, el cacao era mucho más que un simple alimento; era un símbolo de poder, estatus y conexión divina. Los emperadores aztecas bebían xocolatl, una bebida sagrada hecha de cacao, durante rituales en honor a los dioses y antes de las batallas, debido a sus potentes propiedades energéticas y estimulantes. Este elixir no solo estaba reservado para la élite y los guerreros, sino que también era visto como un medio para canalizar la fuerza espiritual y la vitalidad.

El cacao, cuyo nombre científico en griego es Theobroma cacao (literalmente «alimento de los dioses»), deriva de la palabra «kakaw» en las lenguas indígenas mesoamericanas. Según la mitología azteca, este fruto sagrado fue un regalo del dios Quetzalcóatl a la humanidad, un vínculo entre lo terrenal y lo celestial.En las culturas antiguas, el cacao se utilizaba en rituales y ceremonias que no solo honraban a los dioses, sino que también facilitaban una profunda conexión espiritual entre los seres humanos y el universo.

No es casualidad que los antiguos consideraran el cacao como un «alimento de los dioses» pues se creía que tenía el poder de abrir el corazón y la mente, permitiendo a las personas experimentar un estado elevado de conciencia y una mayor conexión con su esencia interior y las fuerzas divinas.

La ceremonia actual

Hoy en día, las ceremonias de cacao han sido redescubiertas y adaptadas a nuestros tiempos, combinando las tradiciones ancestrales con prácticas contemporáneas de bienestar y espiritualidad.

Durante estas ceremonias, se consume una bebida de cacao puro en un entorno meditativo y comunitario, facilitando la apertura del corazón y la mente. Estos rituales, que pueden realizarse en interiores o al aire libre, ofrecen una experiencia transformadora en la que los participantes se reúnen en un círculo alrededor de un altar, comenzando con una meditación y culminando con el ritual de la bebida de cacao.

Este altar, conocido como “Tlamanalli”, tiene como base un arreglo floral en el que se colocan estratégicamente, minerales, velas y figuras que representan seres espirituales. El  Tlamanalli es el corazón de la ceremonia, un punto de enfoque que une a todos los participantes en un propósito común.

La ceremonia comienza con una suave meditación o una práctica de respiración que ayuda a centrar la mente y a abrir el espacio para la sanación. Luego, el facilitador comparte una charla inspiracional que establece la intención de la ceremonia, que puede ser tan diversa como conectar con tu niño interior, liberar cargas ancestrales, celebrar un cumpleaños o cualquier otro propósito significativo para los presentes. El momento culminante es el ritual de la bebida de cacao. El cacao utilizado es puro, sin refinar y especialmente preparado para ceremonias, mezclado con agua según la tradición prehispánica.

A veces se añaden especias y edulcorantes naturales que varían según la época del año o el lugar donde se celebre la ceremonia, realzando la experiencia sensorial. La ingesta del cacao es un ritual en sí mismo. Se consume lentamente, saboreando cada sorbo, permitiendo que sus efectos sutiles y poderosos comiencen a sentirse gradualmente, llevando a los participantes a un estado de mayor apertura y conexión.

La estructura de la ceremonia de cacao puede variar según el facilitador y las intenciones del grupo, pero un elemento constante es la música, que juega un papel vital. La música, ya sea en vivo o grabada, crea un ambiente sonoro que facilita la meditación profunda y ayuda a liberar y sanar emociones que puedan surgir durante la ceremonia. Las canciones, melodías y los instrumentos utilizados son elegidos cuidadosamente para resonar con las energías del momento, tocando las fibras más íntimas del ser.

Cada ceremonia de cacao es una experiencia única, diseñada para abrir el corazón, sanar el alma y conectar profundamente con uno mismo y con los demás. Es una invitación a sumergirse en una tradición ancestral que sigue siendo tan poderosa y relevante hoy como lo fue en tiempos antiguos.

Para aquellos interesados en profundizar más en el mundo del cacao ceremonial pueden contactar a:
Escuela del Cacao. www.escueladelcacao.com
Mercedes Cadarso/ María del Socastro González
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