Yoga en la infancia 4/ La enseñanza del yoga en centros educativos de primaria y secundaria

2024-09-04

En los últimos veinte años se ha producido un cambio muy positivo en los centros educativos de primaria y secundaria, sobre todo, en el interés por parte del profesorado en temas que van más allá del currículo y temario que marca el ministerio de educación. Escribe Joaquín Castaño.

yoga educación

 

Existen diferentes factores que han ayudado a que esta transformación tenga lugar: el cambio generacional, la eclosión de las nuevas tecnologías facilitando un acceso global a todo tipo de información y, de forma más silenciosa, la necesidad de renovar un modelo educativo estancado y obsoleto para el alumnado actual.

Hace no muchos años era inimaginable que en un centro de enseñanza pública, privada o concertada, tuvieran cabida el yoga y la meditación, o temas no tan recientes como la inteligencia emocional o las inteligencias múltiples. Actualmente, en cualquier centro de primaria y secundaria es habitual que algún miembro del claustro de profesores integre y aplique en sus clases técnicas y recursos originales del yoga o de la meditación. ¿Realmente ofrece beneficios al alumnado? ¿Es una pérdida de tiempo o una moda educativa más?

En mi experiencia como formador/asesor en centros educativos de Galicia y Baleares he podido observar en primera persona los beneficios que el yoga en la educación ofrece al alumnado de primaria y secundaria. También he podido comprobar que el centro educativo es el lugar idóneo para que en la preadolescencia y en la adolescencia, se conozca el yoga y la meditación. Por desconocimiento, por prejuicios o por simple vergüenza a la gran mayoría de adolescentes no les interesa especialmente la práctica de yoga. En cambio, cuando pueden conocer y practicar yoga y meditación en el colegio, su percepción cambia radicalmente y comienza a despertarse un interés, quizá inconsciente, por la sensación de bienestar, relajación y calma que empiezan a descubrir con sus técnicas.

Estos beneficios comienzan por algo tan sencillo como realizar una rutina de estiramientos conscientes basados en ásana (también se pueden incluir) y en la respiración. Se trata de una actividad integrada en la misma aula, utilizando las sillas y los pupitres como soportes. Estirar el cuerpo es necesario cuando se están tantas horas sentados y sentadas, ayuda a desperezarse, a movilizar la energía, a refrescar la atención y lo más importante, abre la puerta a una relación con el cuerpo (esta es la clave fundamental) que fomenta una mayor consciencia corporal. Una gran parte de adolescentes, desafortunadamente, lleva una vida sedentaria, pasando muchas horas en la misma postura, por eso es necesario crear el hábito.También es relativamente fácil integrar ejercicios de pranayama y respiración consciente en el aula.

Conocer los infinitos beneficios que aporta y las técnicas adecuadas para enseñar en estas franjas de edad es uno de los pilares clave. Por eso resulta muy interesante seguir un curso de instructor especializado en Yoga en la Educación, pues prepara también en la pedagogía que el alumnado necesita para aprender desde primaria que puede autorregularse utilizando su propia respiración, quizá sea uno de los conocimientos más importantes de su etapa como estudiante. ¿A quién no le hubiera gustado que en la infancia le hubieran enseñado a regular ciertos estados emocionales a través de la respiración? En mi opinión, debería ser tan básico como aprender a leer o a sumar.

Los beneficios, según conclusiones recientes

La integración y enseñanza de la meditación incluyendo técnicas sencillas de mindfulness en primaria y secundaria sería el objetivo fundamental por alcanzar después de integrar la práctica de ásana para obtener consciencia corporal y las prácticas de pranayama y de respiración consciente.

Rigurosos y numerosos estudios científicos avalan los beneficios de la meditación y de la práctica de la atención plena. Las conclusiones más recientes destacan los beneficios a nivel de corteza prefrontal. Durante la pre y la adolescencia, el cerebro está desarrollándose y creando avenidas neuronales constantemente (neuroplasticidad). Si estas carreteras neuronales las crea un hábito saludable (por ejemplo, la meditación), se convierten en la red neuronal por defecto, o sea, el software de la mente. Cuantas más avenidas neuronales saludables haya, menos presencia y protagonismo tendrán las no saludables y perjudiciales (adicciones, pensamientos negativos, emociones negativas, patrones de pensamiento rígidos). Enraizar la práctica de la meditación desde las primeras edades fomenta en el alumnado la semilla del autoconocimiento, la capacidad de discernir entre hábitos positivos o negativos y refuerza la propia personalidad para tener un criterio propio.

Un aspecto que a veces no recibe la importancia que tiene es aplicar técnicas de relajación en el aula. Aprender herramientas para poder gestionar el estrés y la tensión que se crea en el exigente ámbito educativo se verá reforzado por todo lo descrito anteriormente. Como profesor de yoga, me sorprendo en las clases con adultos cuando veo que no pueden diferenciar entre tensión y distensión, no pueden relajarse por la desconexión del cuerpo y la falta de conciencia corporal.

Todas estas prácticas y técnicas pretenden favorecer el desarrollo integral y holístico del ser humano y el conocimiento académico que es necesario para evolucionar. El yoga siempre fomenta el equilibrio y el crecimiento interior, sea cual sea el ámbito en el que se aplique, y en la educación primaria y secundaria, sin duda alguna, suma, no resta.

Joaquín Castaño es profesor en la Escuela Internacional de Yoga.

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