Este año, el primer ministro Narendra Modi sigue siendo principal protagonista de los vídeos que promocionan en la India el Día Internacional del Yoga, pero en esta ocasión ha querido reforzar la idea de un «yoga para el mundo». El lema de este año: «Yoga para uno mismo y para la sociedad». Una sociedad que necesita urgentemente más conciencia para trabajar a favor de la paz mundial. Escribe Pepa Castro.
Uno de los últimos vídeos publicados por el AYUSH, Ministerio del Yoga en la India
El Día Internacional del Yoga cumple una década desde su proclamación en las Naciones Unidas a propuesta, como es justo reconocer, del primer ministro Modi. Reafirmado por su victoria en las últimas elecciones, ha salido al paso de las críticas que le reprochaban monopolizar el yoga en favor de sus políticas nacionalistas, para promover la idea de un yoga universal de gran poder transformador que fomente un sentido de comunidad global. De ahí el lema adoptado por la India este año: «Yoga For Self And Society» (Yoga para uno mismo y la sociedad).
Bien está recordar y reforzar el enfoque social del yoga, pero estaría mejor aún si lo lleváramos (si los gobiernos lo llevaran) a la vida real.
El décimo Día Internacional del Yoga 2024 debería celebrarse en un contexto de paz mundial, pero no es en absoluto el caso. El yoga apacigua nuestro ánimo pero no nuestro corazón, porque por desgracia la guerra sigue asolando pueblos y arrasando vidas. Aprovechemos que miles de personas vamos a unirnos en homenaje al yoga para recordar a esas víctimas pidiendo algo que es consustancial al mismo yoga: la paz en el mundo y el fin de las guerras.
Cada persona va a encontrar en su yoga lo que va buscando su cuerpo, su mente y su espíritu. Yo voy a celebrar este día internacional acordándome de lo bien que me hace mi yoga, el que practico con humildad, el que renueva mi energía, el que me mostró mi propio lugar en mi vida.
Podemos pasarnos la vida hablando del yoga y los yogas: sobre qué es y qué no es, sobre su sentido, sobre su naturaleza, sus beneficios, sus estilos, sus linajes. Pero esas reflexiones no aquietan nuestros desvelos sentimentales ni tampoco mejoran nuestros dolores y malestares. El que sí lo logra es el yoga que cada persona practica: el yoga de lo real, el que nos enseña a llevar a la vida lo que vivimos en la esterilla.
Celebremos también el Día Internacional del Yoga dando las gracias de corazón a las maestras y maestros que nos mostraron el camino. Ellos y ellas tienen a su alcance la enorme oportunidad de enseñarnos, además de muchas otras cosas buenas, la más valiosa para nuestra realización como seres humanos: el yoga como camino de paz.
Razones para elegir yoga
Si estás leyendo esto y tienes dudas entre hacer pilates y practicar yoga, quédate con pilates, pues quizás no sea éste tu momento de mirar en tu interior. El yoga está pensado para penetrarte y sentirte… si tienes la inquietud de buscarte en tu cuerpo como camino de paz, y si tu sensibilidad te lo permite.
Y si un día te atreves a hacer yoga sientiéndolo, ábrete del todo a la experiencia y no pienses que has llegado ahí solo para aliviar tu estrés o tu espalda. Cuando descubras que la energía de la vida es la respiración, y que solo tú puedes guiarla hacia donde la necesites, en socorro de tu ánimo, de tu dolor o de tu espíritu. ya nada será igual. Y el yoga habrá llegado para quedarse en ti.
Somos millones de personas los que en los próximos días festejaremos que el yoga que haya llegado a nuestras vidas, ese yoga que nació en la India y que ya es un sistema de salud integral globalizado. Pero no olvidemos que el yoga es, al mismo tiempo, una forma de activismo a favor de la paz y de la vida.
Solo cabe desear que en esas próximas celebraciones quepa un recordatorio a esos millones de seres humanos atrapados por las guerras en Ucrania y Palestina, y que pidamos todos juntos que se imponga el alto el fuego y la paz.
Pepa Castro es codirectora de YogaenRed
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