¿Yoga y bhoga (disfrute) son incompatibles? En el lenguaje sánscrito bhoga abarca una rica gama de significados, pero en su esencia más profunda representa la experiencia de disfrute y realización. Escuchemos lo que opina Ramiro Calle.
Cuenta Ramiro Calle que un día preguntaron a Ramana Maharsi a qué hay que renunciar, y Ramana, que era un renunciante desde niño, repuso solo a dos cosas: al ego y a la ignorancia de la mente. Puedes ser un renunciante y estar siempre frustrado, deseando lo que no tienes. O puedes ser una persona que no renuncia pero sabes manejarte con el deleite, con el disfrute.
Hay que aprender a conciliar perfectamente yoga y bhoga. Yoga es consciencia, ecuanimidad, quietud, sano autocontrol. Bhoga es disfrute, goce y gozo, deleite. Hay que aprender a conciliar los dos. Se puede ser un yogui fabuloso aun si no renuncias al disfrute y se puede ser un pésimo sannyasin o renunciante si con tu mente todo el día sigues enganchado deseando el disfrute.
¿Dónde hay que ejercer el control en la mente? El yoga no es ascesis, por favor, no es mortificación. En el yoga no se te pide en absoluto que dejes a tu familia; eso lo hacen las sectas pero no lo hace el yoga. Todo lo contrario, el yoga te dice trabájate en tu familia, en tu trabajo, en la vida cotidiana.
El yoga lo que te pide es equilibrio, es el camino del medio, es armonía, consciencia y y desapego. No caer en el apego ni en la aversión; es decir, ni el aferramiento, ni el aborrecimiento o el odio.
Pero no te dice que renuncies a nada. Lo que te dice es que aprendas a poseer sin ser poseído por lo que posees. Que aprendas a disfrutar de las cosas deleitosas de la vida pero sin ser un esclavo y sin volverte un codicioso y, debido a esa codicia, no trates de explotar y de esquilmar a los demás.
Disfruta pero comparte tu disfrute; goza, pero sé lo suficientemente generoso para tratar de que todos los seres sintientes puedan también, en la medida de lo posible, disfrutar.
El disfrute es salud, es energía.Ya que venimos a esta vida, disfruta, no seas un alma en pena, que eso no te ayuda ni a ti ni a los demás.
Pero un disfrute de alguna manera consciente, regulado, que seamos capaces de tener el goce sensorial pero que no nos obnubile, que no nos ofusque. Y, lo más importante, como decía Buda, “hay de aquel que por solo pensar en su beneficio no lo concilia con los demás”. Prefiero incluso a un egoísta inteligente que ayude a los otros para que le ayuden a él, que a ese egoísta zafio, mezquino, que lo único que trata es de esquilmar a las otras criaturas.
No cabe duda de que el deseo aferrante, vehemente, el apego excesivo, al final nos hace sus esclavos, sus adictos. Pero lo que es peor es que nos causa un gran vacío interior que nunca podemos llenar. Es como el que tiene sed y está todo el día tomando pescado en salazón; en lugar de aplacar su sed, la sigue incrementando.
La vida es un viaje que no tiene por qué ser ni mucho menos para el sufrimiento, la mortificación. La vida es un viaje para disfrutarlo, compartirlo con los demás, pero desde el equilibrio, desde cierta mesura y control y sobre todo, compartiendo.
**** Para escuchar más las palabras de Ramiro Calle sobre el tema, ver este vídeo de ‘Yoga es vida’, de donde hemos extraído estas palabras: Yoga y bhoga: del control y la renuncia al disfrute y deleite.
Ramiro Calle es pionero de la enseñanza del yoga en España, disciplina que imparte desde hace más de 30 años en el centro de Yoga Y Orientalismo «Shadak». Es el más importante escritor orientalista de este país y uno de los más importantes de toda Europa. Autor de numerosas obras, ha estudiado en profundidad los efectos terapéuticos de las psicologias orientales y de los aportes de la meditación al psicoanálisis, la psicoterapia y la neurociencia. Ver su canal en Youtube.
Todos sus libros en la Biblioteca Ramiro Calle de Editorial Mandala:
https://www.mandalaediciones.com/autores/ramiro-calle.asp