¿Que entendemos por pedagogía? Educar, evaluar y transmitir. Educar desde nuestro ejemplo e inspirando, transmitir desde nuestros valores y con ética, sabiendo cómo intervenir en cada momento. Desde nuestra profesión como profesores de yoga tenemos una gran responsabilidad para con nuestros alumnos. Escribe Noelia Pacheco.
Foto de Nicholas Fu
Sigamos en la práctica personal los principios morales del yoga. Debemos mantener una honestidad máxima en nuestro trabajo. Si nos llega un caso complicado que vemos que no podemos asumir, debemos decirlo con claridad y recomendar otro compañero o compañera capacitada para ello.
—Promoveremos unos hábitos de vida saludables y conectados con el trabajo terapéutico de cada sesión.
–Como profesores de Yoga Terapéutico no tenemos la capacidad de hacer ningún tipo de diagnóstico, aunque sí podremos recomendar una valoración por el profesional médico pertinente.
–Nunca modificaremos ni haremos recomendaciones sobre medicación y tratamientos indicados por profesionales médicos.
Para que ayudemos a nuestros alumnos a progresar y para que podamos hacer evolucionar nuestras clases, es muy importante que lo primero de todo sea tener muy claro los diferentes niveles con los que vamos a trabajar y los parámetros que determinan esos niveles (que no se reducen a poder hacer o no ásanas más complejos)
Estructura general de una sesión de yoga
En función de los diferentes estilos y escuelas de yoga podemos encontrarnos con varias metodologías a la hora de preparar una clase de yoga.
El tema principal u orientación de la sesión puede variar bastante también. Se puede dirigir a trabajar zonas concretas del cuerpo como la apertura de caderas, tener una intención basada en conceptos filosóficos del yoga como los yamas y niyamas, o sesiones enfocadas a buscar el bienestar general y la calma mental.
Aunque este tema principal pueda ser muy diferente, hay una estructura general común:
• Meditación y pranayama: Este es el momento de presentar el tema de la sesión, traer la mente a un estado más calmado y focalizado y empezar a oxigenar el cuerpo.
• Ásanas: Se debe empezar por calentar el cuerpo. En función del estilo, podrán hacerse ejercicios específicos de calentamiento, hacerlo con algunos ásanas concretos o con rondas de saludos al sol. En cuanto a la secuenciación, hay disciplinas como Ashtanga o Bikram que tienen series determinadas y fijas. En Hatha Yoga y todos los estilos Vinyasa, la secuenciación es libre pero organizando los ásanas en el siguiente orden: ásanas de pie y equilibrio, ásanas en el suelo y posturas finales (invertidas).
• Relajación y cierre: Savasana siempre suele ser el último ásana para integrar y armonizar todo lo trabajado en clase. Es importante acabar las sesiones con una relajación física y mental y acabar en un estado de calma profunda.
Estructura de una sesión de yoga terapéutico
La metodología Apyta para el diseño de sesiones de Yoga Terapéutico está integrada por un uso holístico de los principales componentes del yoga: pranayama, ásanas y meditación.
De esta manera se puede ofrecer un acompañamiento integral a las personas en función de sus patologías, dolencias y necesidades. Hacemos un trabajo directo sobre el cuerpo físico, el cuerpo energético y el cuerpo emocional. Nos servimos tanto de las evidencias científicas de los beneficios del yoga a nivel físico y fisiológico como de las técnicas y enseñanzas más ancestrales.
La estructura de una sesión de Yoga Terapéutico toma como base los siguientes elementos:
Pranayama / Calentamiento / Ásanas /Ásanas restaurativas / Meditación
La adaptación y modificación de los ásanas siempre deberá tener en cuenta:
- La correcta alineación biomecánica de todo el cuerpo.
- Que sea beneficiosa en algún aspecto para la persona.
- Que no sea contraproducente para ninguna lesión o dolencia.
- Que no pueda provocar alguna lesión aunque esté facilitando el ásana.
Para ello se utilizarán las variantes de los ásanas y por supuesto la utilización de los principales soportes para conseguir el mayor beneficio respetando la anatomía y biomecánica del cuerpo adaptando el ásana a cada persona.
Los materiales y soporte más utilizados en sesiones de yoga terapéutico
→ Esterilla
El elemento imprescindible para cualquier clase de yoga es la esterilla o mat. Es fundamental que sea antideslizante pormambos lados, tanto la superficie que está en contacto con el suelo como el lado en el que apoyarás pies y manos.
→ Cinturón: Es un elemento que proporciona en la práctica postural la posibilidad de mayor elongación, estabilidad y seguridad. Es importante que sea un cinturón específico de yoga y no bandas elásticas de otras disciplinas, ya que el trabajo es completamente diferente.
→ Ladrillo/ Bloque: Si bien tradicionalmente eran de madera, hoy los más habituales son los de corcho o espuma. Es importante tener un par de ellos para poder trabajar la simetría en muchos ásanas. Con sus tres posibilidades de altura, es un elemento al que le podemos sacar mucho rendimiento.
→ Las mantas: Se utilizan como elemento de amortiguación, como un soporte en sí mismo doblándolas o enrollándolas y para cubrirse con ellas durante Savasana o meditaciones prolongadas. Las mantas específicas para yoga tienen una densidad concreta que garantiza su función.
→ Bolsters (cilindros blandos): Elementos cilíndricos blandos cuyas medidas convencionales básicas oscilan en un largo de 65 cm por un diámetro de 22 cm aproximadamente. Son un elemento fundamental para la práctica de ásanas restaurativos y para la adaptación en general de los ásanas.
→ La silla: La silla para Yoga Terapéutico debe tener el asiento plano y carecer de reposabrazos. Es conveniente llevar la silla cerca de una pared para tener un punto más de contacto y evitar posibles deslizamientos. La silla debe ser lo suficientemente robusta para que no haga balanceos ni las patas puedan ceder por el peso.
El propósito terapéutico
El siguiente paso para ofrecer una clase profesional de yoga pasa por establecer en primer lugar un “propósito terapéutico”.
El Yoga Terapéutico se adapta completamente a las necesidades de las personas a las que vaya dirigido. Trabajamos en grupos pequeños para poder ajustar y modificar todos los elementos de la sesión en función de dolencias, patologías, edad y nivel de práctica de las personas participantes. Pero el trabajo no se queda aquí solamente, si no que todas las sesiones tienen un propósito terapéutico. Es decir, tienen una intención o tema muy claro dirigido a la prevención de dolencias y patologías y al aumento de la calidad de vida.
Tener el propósito terapéutico bien definido es esencial para el diseño correcto de una sesión. Ejemplos de propósitos terapéuticos:
- Espalda sana.
- Equilibrar los chakras.
- Buen funcionamiento del sistema respiratorio.
- Rebajar la ansiedad.
- Regular el sistema digestivo.
- Sesiones para deportistas (trabajo de piernas-corredores, apertura de caderas –bailarines, movilidad hombros– trabajos de fuerza, etc).
- Sesiones para empresas (pasar todo el día sentados, estrés, etc.)
Pedagogía
Una vez que tenemos nuestra clase bien estructurada, secuenciada y diseñada, llega el momento de impartirla. Es fundamental llevar también una metodología en cuanto al espacio, cómo guiar una clase, cómo dirigirse al alumnado, etc. A partir de tener una serie de conceptos claros e integrados, cada profesor y profesora podrá ir desarrollando su propio objetivo manteniendo en todo momento una gran eficacia a la hora de impartir las clases, transmitir la esencia del yoga y ayudar a las personas a mejorar su calidad de vida a través del Yoga Terapéutico.
Si quieres aprender más sobre “El arte de la pedagogía” en el ámbito terapéutico, y descubrir cómo crear clases adaptadas a los alumnos desde la práctica del yoga terapéutico, apúntate a profundizar en esta enseñanza útil y necesaria hoy día para desarrollar una práctica segura y respetuosa.
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Noelia Pacheco es directora y fundadora de la Escuela Española de Yoga Terapéutico.
Formación a nivel profesional en cursos anuales: https://escueladeyogaterapeutico.com/formacion-yoga/