Dos nuevos libros que nos alertan, desde la filsosofía y la neurociencia, del riesgo de permitir que se secuestre nuestro espíritu crítico. Es esta una actualizada forma de ignorancia: la que nos conduce, desde la manipulación del pensamiento, la tecnología y las redes sociales, a la precariedad intelectual y al abandono de nuestra capacidad de resolver los problemas que nos afectan.
⇒El primero es Historia universal de las soluciones, de José Antonio Marina.
(Editorial Ariel. PVP: 22,00€)
La primera parte del libro es una teoría de la inteligencia resuelta, es decir, de la que solventa los problemas y avanza con un dictamen. La ausencia de soluciones conduce a la «angustia» o a la «desesperanza». Esta teoría es una doctrina de la inteligencia optimista que permite elaborar una metodología para el tratamiento de los problemas, una heurística. Una parte de la psicología positiva piensa que el remedio para las situaciones difíciles es cambiar el estado emocional. Para la Teoría de la inteligencia resuelta la salida es solucionar propiamente el conflicto.
La segunda parte del libro trata de la historia de las soluciones. Es, en realidad, una historia de las culturas, porque esta no es más que un conjunto de soluciones ―buenas, malas y garrafales― a los problemas universales. Esto nos permite compararlas y elegir las mejores soluciones.
José Antonio Marina es filósofo, escritor, y recibió recientemente el premio Fundación máshumano al Pensamiento Humanista 2023.
Algunos comentarios suyos con ocasión de la publicación de este libro:
• «El pensamiento crítico es nuestra defensa contra la manipulación y el fanatismo».
• «Se ha creado una confabulación de lo irremediable. Se ha llegado a la conclusión de que las cosas son como son. Aceptamos una impotencia confortable. Reconocemos lo que es malo, pero también que no podemos hacer nada. La postura es aguantar en un nicho de confort».
• «La libertad viene de la capacidad de autonomía, de la capacidad de pensar por tu cuenta, de tomar decisiones, no de delegar las decisiones o los razonamientos al sistema o a los influencers…».
• «Ser dictador es facilísimo: se elimina el sentido crítico a cambio de una ilusoria comodidad, se inocula el pensamiento de que todo es relativo y que los problemas son irresolubles, y tenemos la conjunción de lo irremediable».
• «El pensamiento crítico es difícil; te lo tienes que currar y muchas veces no es la opción fácil».
⇒ El segundo libro es Más libros y menos pantallas. Como acabar con los cretinos digitales, de Michel Desmurget.
(Editorial Península. PVP 22€)
El autor, neurocientífico de referencia y la voz que más tiempo lleva alertando de los efectos perniciosos de las pantallas en el cerebro infantil, propone un ensayo optimista con una solución eficaz: los libros y el impacto positivo de la lectura en el desarrollo intelectual, social y emocional de los niños y niñas.
Este es un portentoso trabajo de investigación periodística que revela qué se esconde tras los likes y la aparente frivolidad de las redes sociales, al tiempo que describe una sociedad peligrosamente a merced de unos gigantes tecnológicos que eluden cualquier principio ético ante la perspectiva del lucro.
Michel Desmurget es doctor en neurociencia y director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia. Ha colaborado en centros de investigación como el MIT o la Universidad de California. Con La fábrica de cretinos digitales ganó el premio Femina de las letras francesas.
Algunos comentarios del autor en el libro:
• «Desde que surgió el lenguaje, la humanidad no ha inventado una herramienta mejor que la lectura para estructurar el pensamiento, organizar el desarrollo del cerebro y civilizar nuestra relación con el mundo; el libro construye al niño literalmente en su triple dimensión (intelectual, emocional y social). Por tanto, la brutal reducción de esta actividad que se está observando entre las nuevas generaciones representa un verdadero desastre para la riqueza colectiva de nuestra sociedad.»
• «No he encontrado mejor antídoto contra la idiotización de las mentes que la lectura: se trata de una verdadera máquina de configuración de la inteligencia en su dimensión cognitiva (que nos permite pensar, reflexionar y razonar) y también, y sobre todo, en su dimensión socioemocional (que nos permite comprendernos a nosotros mismos y a los demás, lo que facilita las relaciones sociales). ¡Un lector es lo contrario de un cretino digital!».
• «Aprender a hacer malabarismos con tres pelotas, modela puntualmente el cerebro, pero no cambia una vida. En cambio, ¡aprender a leer sí lo hace!»