Profe de yoga, voy a hacerte una pregunta que quiero (te) respondas con sinceridad. Si en una de tus clases los alumnos quisieran saber en qué consiste en esencia la filosofía del yoga, ¿qué dirías? Lo mismo les digo a los practicantes asiduos y comprometidos cuando, después de horas, días y años de práctica, un familiar o amigo les pide resuman en qué consiste ese yoga al cual tanto tiempo se dedican. Escribe Joaquín G. Weil.
Confío que no uses la típica escapada de “Es algo muy complejo”. Pues si hay algo en lo que podemos estar de acuerdo es que la verdad es sencilla. Sólo los errores y las mentiras son enrevesados.
El yoga es una sabiduría para ser examinada a través de la propia meditación, a través de la propia experiencia. Además no se trata sólo de una filosofía, una creencia o una ideología, sino que se ofrece una técnica para alcanzar la verdad, cada cual por sí mismo. Diré entonces aquí en pocas palabras cuáles son mis perspectivas, fruto de mis estudios, meditaciones y experiencias. Y ojalá este artículo te sirva al menos como punto de partida para ordenar, desarrollar o contrastar tus propias ideas al respecto.
Conocidas son las tres palabras que expresan el conjunto de la sabiduría desde el punto de vista oriental o indio: sat, chit, ananda, que vendría a traducirse algo así como la realidad es la mente de dicha (o bienaventuranza). Amén.
Lo que dice el Samkhya
Una experiencia del lector veterano es que, de los cientos o miles de libros que hayamos leído, de ellos a la postre retenemos un concepto, una anécdota, unas pocas ideas o una frase lapidaria o ingeniosa. Que quiera reducirse la sabiduría del yoga a unas pocas palabras es, por tanto, comprensible. Ahora bien, para ir a su esencia verdadera de lo que es el yoga, la vía no será sólo la del estudio, sino que tenemos que contrastar cualquier lectura con la práctica y la experiencia. No se trata tanto de una comprensión sino de una vivencia.
En la Bhavagad Gita se dice: el Samkhya es la filosofía del yoga, y el yoga es la práctica del Samkhya. Esta escuela de pensamiento del Samkhya lo que nos dice es que el cuerpo es fuente de sabiduría, expresado en el encuentro creativo entre purusha (consciencia) con prakriti (naturaleza), a través de la célebre fábula del ciego que monta en hombros al lisiado para poder avanzar en el bosque (de la vida). Mientras que casi siempre se considera que el cuerpo es fuente de placer o de sufrimiento, por vez primera Kapila comienza a considerar que nuestro cuerpo humano es, ante todo, una fuente de sabiduría. Y esta sencilla propuesta resume, a mi parecer, la esencia de la filosofía del yoga. Es por eso que practicamos yoga, para alcanzar la sabiduría, aunque inicialmente nuestro empeño fuera más pedestre, como relajarnos un rato, estar más fuertes o sanos y mentalmente equilibrados. Como en la fábula de aquel avaro que, buscando una insignificante monedilla de cobre perdida entre las matas, acaba encontrando una joya preciosa.
Y, por otra parte, y aunque pueda resultar paradójico, en diversos libros de yoga se define qué es la ignorancia. La ignorancia consiste en considerar que somos un cuerpo físico, identificar nuestro verdadero ser con él. Porque en la tradición del yoga se concibe que en nuestro cuerpo hay algo más que la mera materia, pues en él están engarzados diversos planos de la realidad, que son básicamente tres: el meramente físico, el mental-emocional y el consciencial.
Esta concepción filosófica que tiene yoga del cuerpo como una estructura compleja de intersección entre los distintos planos de la realidad universal y personal, explica que sea precisamente mediante la práctica psicofísica del yoga que se aspire a alcanzar la sabiduría.
Por otra parte, desde antiguo la palabra yoga ha tenido dos acepciones principales: una es el estado de esclarecimiento consciencial o dicha espiritual, y la otra es el conjunto de prácticas y técnicas que conducen a este logro. La pregunta en los orígenes de la tradición del yoga es: ¿Puede la persona a través de estas técnicas alcanzar el esclarecimiento?
Fuente de sabiduría
En uno de los primeros textos conocidos sobre yoga, la Katha Upanishad se indaga si tal estado de yoga como esclarecimiento o dicha es fruto de la gracia (don superior) o si es consecuencia del yoga entendido como práctica. La conclusión de este antiguo texto es que, si bien el yoga como esclarecimiento es un don superior, el yoga como práctica es la preparación al mismo.
En mi comprensión, aquí interviene el asunto de la devoción o de la fe, pues hace falta un mínimo de fe para emprender cualquiera acción meritoria o provechosa, aunque sea sentarse en meditación o sudar sobre la esterilla en el desempeño de esforzados asanas. Si la palabra “fe” te viene grande, puedes llamarlo “confianza” que, a la postre, significa lo mismo: estar con fe.
Todo lo dicho atañe a la tradición del yoga hasta el advenimiento a principios del siglo XX del yoga postural contemporáneo donde surge un nuevo factor que abordaremos en un venidero artículo en Yogaenred: ¿Cómo surgió el yoga postural contemporáneo?
Recuerda: el cuerpo, más allá de ser una fuente de placer o de sufrimiento, es una fuente de sabiduría. Esta es en pocas palabras la filosofía del yoga. Si esto te parece razonable, o un buen punto de partida para tus propias meditaciones al respecto, por favor, reenvíale el artículo a quien consideres también pueda interesarle. Y también queremos saber qué piensas tú al respecto. ¿Qué es para ti el yoga? ¿En qué consiste su filosofía o su esencia? Si quieres expresarlo con un comentario en el Instagram de @yogaenred o en el mío @yogamalaga, estaremos encantados de leerte.
Aprovecho la ocasión para agradecer la buena acogida que, entre los lectores de Yogaenred está teniendo mi reciente libro, que estoy difundiendo en este medio a través de esta serie de artículos sobre la historia y la filosofía del yoga. Si quieres leer los anteriores:
Fábula: Los yoguis ciegos y el elefante en su templo
Monumento a la yoguini desconocida
El yoga de las esculturas vivientes
Joaquín G. Weil es autor de Breve historia y filosofía del yoga.