Estamos regalando nuestro tiempo a algoritmos manipulativos, como en las redes sociales, que nos esclavizan. ¿Y si, en lugar de eso, encontráramos un algoritmo que nos conduzca a conocernos mejor y conseguir la libertad? ¿Sería ese el algoritmo del yoga? Escribe Noelia Insa.
Estamos en un mundo en el que, cada vez más, los algoritmos controlan nuestra vida.
El algoritmo de una red social, (que suele ser su secreto mejor guardado), va a determinar el éxito o el fracaso profesional de muchas personas, sus decisiones, su felicidad e incluso su salud mental.
El algoritmo de Instagram, por ejemplo, condiciona hasta tal punto nuestro comportamiento que se puede decir que decide por nosotr@s. Y la mayoría de las personas ni siquiera son conscientes de ello.
Somos sierv@s obedientes del algoritmo y ni siquiera lo sabemos. Le entregamos sumisamente nuestra libertad cada vez que abrimos la red social. Las redes sociales han creado la cárcel perfecta: aquella de la que el recluso no va a intentar escapar nunca porque no sabe que está encerrado.
Estamos regalando nuestro tiempo a algoritmos manipulativos que nos esclavizan. ¿Y si, en lugar de eso, encontráramos un algoritmo que nos conduzca a conocernos mejor y conseguir la libertad?
¿Qué es un algoritmo?
Dado que vivimos una época dominada por los algoritmos, quizá uno de los conceptos que necesitamos comprender mejor para entender la sociedad en que habitamos es el concepto de algoritmo. Un algoritmo es un conjunto metódico de pasos que pueden emplearse para hacer cálculos, resolver problemas y tomar decisiones. Es una secuencia finita y bien definida que nos permite responder a un determinado tipo de cuestión.
El algoritmo no es el cálculo o problema concreto sino el método que seguimos para resolverlo.
En nuestra vida cotidiana usamos gran cantidad de algoritmos. Por ejemplo, el algoritmo para ‘ver una película’:
- Encender el televisor, el ordenador o el dispositivo desde el cual queremos ver la película.
- Entrar en internet.
- Abrir nuestra plataforma de contenido de entretenimiento de referencia.
- Hacer clic en el símbolo de la lupa para hacer una búsqueda.
- Teclear el nombre de la película que queremos ver.
- Seleccionar la película.
- Hacer clic en el botón de inicio para comenzar.
Podemos emplear el algoritmo decenas de veces, cambiando la plataforma e introduciendo cada vez una película diferente. El resultado será ligeramente diferente pero quedará siempre dentro de la categoría ‘ver una película’.
El algoritmo del Yoga Vinyasa Krama
Por lo tanto, un algoritmo es un método, un paso a paso, para obtener un resultado.
¿Sabes qué significan las palabras Vinyasa Krama?
- Vi significa ‘variaciones’.
- Nyasa significa ‘orden, parámetros fijos’.
- Krama significa ‘paso, escalón’, por extensión, ‘método’.
O sea, que el Yoga Vinyasa Krama es, básicamente, un algoritmo: un método, un conjunto de parámetros o reglas fijas que deben ser seguidas de forma ordenada si se quiere obtener el resultado. Se pueden introducir infinitas variaciones siempre que se respeten las reglas básicas. Del resultado que se persigue hablaremos más adelante.
Las reglas básicas
El sabio Patánjali, en el capítulo II de los Yoga Sutra, indica claramente los pasos a seguir para toda persona que quiera obtener samadhi. Se trata de un krama o método para transformar el cuerpo y la mente y alcanzar un nuevo estado de consciencia.
Este método consiste en ocho pasos:
1.Compórtate adecuadamente con los demás. Esto significa:
- No hagas daño deliberadamente a ningún ser ni a ti misma.
- Sé veraz, muéstrate con autenticidad.
- No te apropies de lo que no te pertenece.
- Practica la moderación en tus conductas.
- No codicies o acumules innecesariamente bienes materiales.
2. Compórtate adecuadamente contigo misma. Esto significa:
- Mantén tu cuerpo y mente limpios. Come de forma saludable y equilibrada. Evita los pensamientos y emociones negativas.
- Acepta las cosas como son, con gratitud y gozo. Deja de pelearte con la realidad. Suelta tus resistencias.
- Mantén el esfuerzo y la disciplina necesarios para lograr tus objetivos. No a regañadientes, como quien acepta una imposición externa sino con entusiasmo, sabiendo que se trata de una elección personal, que lo haces no porque tengas que hacerlo sino porque quieres.
- Siente curiosidad por saber quién eres, cuál es tu verdadera naturaleza. Indaga y busca conocerte de verdad. No pases de puntillas por esta experiencia humana. Sumérgete en el Misterio.
- Reconoce tu pequeñez al mismo tiempo que tu grandeza. Muestra tu respeto y devoción ante la majestuosidad de la realidad de la que formas parte.
3. Practica alguna forma de movimiento consciente para mantener un cuerpo saludable y equilibrado, que te permita adoptar una postura sedente, estable y firme durante un tiempo prolongado.
4. Lleva a cabo técnicas de control y alargamiento de la respiración para gestionar la energía.
5. Vuélcate hacia dentro. No te dejes llevar por los estímulos sensoriales que continuamente te reclaman hacia afuera. En lugar de eso, vuelve tus sentidos hacia dentro para explorar tu territorio interior.
6. Practica la concentración mental. En un mundo repleto de distracciones, entrena tu mente para que sea capaz de permanecer atenta a una sola cosa.
7. Si pones tu voluntad en seguir los pasos anteriores, los pasos siete y ocho se darán por sí solos. A medida que te entrenes en la concentración, te darás cuenta de que cada vez eres capaz de permanecer más tiempo concentrada en el objeto de atención elegido, sin distracciones. Desaparecen los pensamientos y emociones. La mente está quieta. Solo hay un movimiento: el flujo de atención sostenida e ininterrumpida hacia el objeto. A este estado se le conoce como meditación.
8. Llega un momento en que, por la práctica continuada de la meditación, llegas a fundirte con el objeto de concentración, hasta el punto de que se disuelve incluso tu identidad, y el sentido del tiempo y del espacio. Es un nuevo estado de consciencia donde la mente detiene todos sus movimientos. Se podría decir que es algo así como un estado de “no mente”. A este estado se le conoce con el nombre de samadhi, que es la absorción total en el objeto de concentración y la disolución de la mente. Una vez se tiene la práctica suficiente, es posible soltar incluso el objeto de concentración y alcanzar un estado de samadhi sin ningún apoyo. Desde este estado, se puede comprender la verdadera naturaleza del Ser. La mente, al cesar todos sus movimientos, se convierte en un lago en calma, a través de cuyas aguas serenas podemos vislumbrar el fondo.
Las variaciones
Del mismo modo que en el ejemplo del algoritmo para ‘ver una película’ hemos dicho que podemos introducir cada vez un título distinto o buscar en diversas plataformas, también el algoritmo del Vinyasa Krama permite utilizar innumerables variaciones siempre que se respeten los parámetros básicos.
Así, por ejemplo, en el paso tres: práctica de movimiento consciente. El Yoga Vinyasa Krama cuenta con una enorme diversidad de posturas y movimientos (asanas y vinyasas), que deben ser practicadas con una respiración lenta y sincronizada con el movimiento, y con la atención sostenida en la respiración. El maestro Srivatsa Ramaswami, ha sistematizado estas posturas y movimientos en diez grandes secuencias, cada una de las cuales contiene varias subsecuencias. En cada sesión, el/la practicante puede elegir las subsecuencias que más le convenga, considerando circunstancias tales como la hora del día, su edad, su nivel de práctica, su estado anímico, su objetivo, etc.
Lo mismo ocurre con el paso cuatro: las técnicas de control y alargamiento de la respiración. Estas técnicas se conocen en Yoga con el nombre sánscrito de pranayama. Hay también una gran variedad de pranayamas. El/la practicante puede escoger el que más le convenga atendiendo a sus circunstancias personales y objetivos concretos.
Siempre que se respeten las reglas básicas, estas variaciones no impedirán conseguir el resultado perseguido.
El resultado
Cuando practican Yoga, las personas tienen distintos objetivos:
- Para algunas, la meta es conseguir salud física y bienestar mental y emocional. Estas personas pueden limitarse a seguir los pasos uno a cuatro. Con estos cuatro, obtendrán el resultado deseado.
- Para otras personas, sin embargo, el Yoga es un camino espiritual, una forma de indagación y descubrimiento interior. En este caso, tendrán que cumplir todos los pasos, del uno al ocho. Además, conviene señalar un punto importante. Volviendo al ejemplo del algoritmo para ‘ver una película’: el último paso es hacer clic en el botón de inicio. Sin embargo, este no es el resultado que deseamos. El resultado pretendido es ver la película. De la misma forma, el último paso del algoritmo del Yoga es alcanzar la capacidad de samadhi. Pero ese es solo el último paso, no el resultado. El resultado que persigue el Yoga es comprender la verdadera naturaleza del Ser, y de esta forma lograr la liberación del espíritu del ciclo de las reencarnaciones.
Aunque la meta de la liberación espiritual pueda sonarte muy pretenciosa y lejana, decía el Buda que cualquiera puede alcanzarla en esta misma vida.
Ahora que sabes esto, ¿quieres seguir en la esclavitud de los algoritmos diseñados para alienarte o quieres descubrir quién eres? La decisión es tuya.
Noelia Insa es profesora y formadora de yoga Vinyasa Krama, el método de Yoga del maestro T. Krishnamacharya y creadora de insayoga.com.
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Fecha y hora: 13 de diciembre, a las 19 horas (hora de Madrid).
Lugar: online, a través de Zoom. (Después se enviará acceso indefinido a la grabación).
Aportación: 10€
Inscripción: a través de WhatsApp al 672153262