Yoga orgánico, Salud, dignidad y trascendencia del cuerpo es un libro imprescindible para entender el trabajo liberador del yoga a través de la vivencia del cuerpo y de sus posibilidades. José Manuel Vázquez escribe desde la libertad un texto que condensa años de experiencia en la enseñanza del yoga, de trabajo y de estudio. Un texto que pregunta, deconstruye, muestra, descubre, reflexiona y propone…. Desde YogaenRed esperamos que los lectores y lectoras disfruten de su lectura tanto como nosotras. Escribe Pepa Castro.
El cuerpo es tosco, pura materia. Un escaparate. Un reclamo. Una prisión… Nos lo han repetido durante siglos filósofos, educadores, sacerdotes, gurús.
Insoportable si no encaja con las idealizaciones estéticas. Despreciable en su fragilidad. Invisible en su vejez.
Objeto de explotación para el servicio, el castigo o el placer.
Incomprensible en sus quejas, en sus molestias, en sus achaques.
Indescifrable en su química, su física y su anatomía.
Avergonzante en sus fluidos, grosero en sus limpiezas.
Soporte de salud que hay mantener sin llegar a gastar lo que cuesta poner a punto un coche.
Compartimentable en sus funcionalidades para mejor despiezarlo, estudiarlo y venderlo, se salvan del desdén general su cerebro si piensa normativamente, sus genitales si cumplen con los roles establecidos y su corazón si no cae en idealismos y rebeldías.
“No es el cuerpo una cárcel a la que hemos sido castigados. Somos nosotros los que hemos estigmatizado, prohibido y culpabilizado la libertad y el conocimiento que el cuerpo nos ofrece”, dice José Manuel Vázquez en su último libro, Yoga Orgánico.
Hoy he escuchado una frase que me ha impactado: el valiente es aquel que nunca deja de aprender. Por eso hay que apoyar y aplaudir las iniciativas personales valientes que se desmarcan de las “verdades únicas” y las repeticiones en modo piloto automático a que estamos acostumbrados. José Manuel Vázquez escribe desde la libertad un texto que condensa años de vivencia de la enseñanza de yoga, de trabajo y de estudio. Se pregunta, desmonta, deconstruye, muestra, descubre y propone… Hay tanto prejuicio y sesgo cognitivo instalado en la cultura de todos nosotros y las comunidades en las que nos movemos que supone auténtica salud mental hacer esta tarea higiénica de explorar, cuestionar y resignificar lo que creemos conocer sobre nosotros mismos. “El cuerpo, por gracia y obra de su propia naturaleza vinculante, nos da acceso a un tipo de conocimiento directo que trasciende los límites de nuestras creencias y condicionantes”, escribe el autor.
Desafío superado por José Manuel: aprender, conocer a través del cuerpo. Lo que aquí se plantea es que el cuerpo y el conocimiento subjetivo que nos proporciona su vivencia son parte esencial de la liberación que el yoga nos propone.
Conocer, en vivo y en directo
Muchos de los que hoy estamos eternamente agradecidos a la mano libertadora del yoga llegamos en el pasado a la esterilla arrastrando los pesados fragmentos de nuestros cuerpos. Hasta que la práctica fue recomponiendo la coherencia de nuestro ser. Un prodigio que confieso que solo he podido entender bien a través de la lectura reveladora de este libro.
La mejor descripción de yoga que conozco, tras haber leído decenas de definiciones abstractas y repetidas, está en Yoga Orgánico, y la dejo aquí en su versión extendida: “El yoga es una disciplina práctica de conocimiento que utiliza las interacciones entre el cuerpo y la mente para su desarrollo. Explora activamente los límites y puntos medios del movimiento, el compás respiratorio y los silencios; la activación y relajación muscular consciente, los cambios atencionales y los sesgos cognitivos que condicionan el aprendizaje. Nos ofrece información de primera mano y en tiempo real sobre las condiciones en las que el organismo desarrolla sus funciones. Patrones tensionales, experiencias no resueltas, ideas erróneas, habilidades por descubrir, maduración de la propia identidad… El cuerpo es frontera y vía de acceso a las dimensiones sociales, biológicas y mentales de la persona. Todo pasa por el cuerpo y deja su huella en él”.
Como vemos, Yoga Orgánico, el tercer libro de José Manuel Vázquez, dice todo lo que vale la pena entender sobre el cuerpo, como ya sugiere el propio subtítulo: Salud, dignidad y trascendencia del cuerpo. En esta obra hay un ingente trabajo de documentación y compilación de todas las dimensiones en las que el cuerpo puede expresarse y comprenderse, lo cual ya de por sí solo tiene un enorme valor como obra de consulta. Pero sobre todo el lector o la lectora encontrará reflexiones reveladoras de lo que intuíamos sobre la “acción del yoga” pero que nunca nos supieron explicar ni quizás nos atrevimos a preguntar. (“Las cosas invisibles que suceden en la práctica del yoga”, escribe el autor).
Si el conocimiento es liberador, el lector sale de la lectura de Yoga Orgánico más libre, más reconciliado y confiado en el conocimiento del propio ser, del yoga en su sentido más puro, y de la vida.
Además de una enorme cantidad de información actualizada, en Yoga Orgánico el lector encontrará poesía, humor, testimonios y hasta música. Pero no desvelo más sorpresas que nos aguardan en esta obra tan original como necesaria para dignificar el cuerpo en todo su potencial y el yoga desprovisto de artificios y adherencias.
Solo quiero dejar constancia de nuestro agradecimiento a José Manuel Vázquez, amigo y maestro, por hacernos el honor a Jimena Mas y a mí de participar en este libro, ella con delicadas imágenes y yo con las palabras del prefacio.
Pepa Castro es codirectora de YogaenRed.