El aspirante a un más completo autodesarrollo interior debe llegar por sí mismo a la comprensión de que el ser humano se encuentra en un estado interior muy pobre que podríamos calificar de «semidesarrollado». Solo cuando se comienza a realizar con seriedad y rigor el trabajo interior, el practicante se hace consciente de su ausencia de verdadera evolución interior. Escribe Ramiro Calle.
No es una sensación grata, a veces incluso dolorosa, pero necesaria. Mirando en uno mismo, excavando en lo más profundo del mundo interior, tomando consciencia de la propia vida psíquica, se verifica personalmente esa falta de desarrollo interior que convierte al ser humano en un esclavo de su propia naturaleza.
La evolución técnica no se ha visto correspondida por una adecuada evolución psicológica y, sobre todo, espiritual. El ser humano no ha completado ni mucho menos su evolución psíquica, pero afortunadamente dispone de los medios para llevarlo a cabo, para despertar todas las facultades internas con las que la Naturaleza nos ha obsequiado a fin de estimular nuestros potenciales cósmicos y convertirnos en personas más armónicas y desarrolladas.
Por supuesto que para aquellos que no acepten o ni siquiera se planteen la posibilidad de un desarrollo superior, éste nunca será posible. Muchos seres humanos permanecen ajenos al desarrollo superior y no hacen nada en sus vidas por obtenerlo, muriendo en el mismo estado de semidesarrollo en el que nacieron, sin tener siquiera conocimiento de dicho estado. Pero aquellos que, superando la ignorancia básica de la mente, se han dado cuenta de su falta de autodesarrollo, ya han dado un primer paso, e importante, en el sendero hacia la autorrealización. Para completarse hay que empezar por saberse incompleto y para armonizarse, saberse inarmónico.
Todas las técnicas orientales de autorrealización coinciden en que el ser humano no ha terminado de evolucionar interiormente. O sea, no ha alcanzado ni mucho menos el límite de su evolución. El yoga, como tantos otros sistemas de autorrealización de Oriente, propulsa la evolución interior, que debe alcanzar los planos físico, energético mental y espiritual.
Para que el ser humano pueda completar su autodesarrollo, lo primero que debe hacer es comprobar su condición actual de semidesarrollo y la posibilidad de salir de ella mediante el trabajo interior aplicado adecuada e inteligentemente. Las vías o sendas hacia lo Incondicionado son numerosas, como las laderas hacia la cima de la colina. Al final todas confluyen en la senda interior propia, que es la senda sin senda o senda directa hacia lo Pleno.
Ramiro Calle es pionero de la enseñanza del yoga en España, disciplina que imparte desde hace más de 30 años en el centro de Yoga Y Orientalismo «Shadak». Es el más importante escritor orientalista de este país y uno de los más importantes de toda Europa. Autor de numerosas obras, ha estudiado en profundidad los efectos terapéuticos de las psicologias orientales y de los aportes de la meditación al psicoanálisis, la psicoterapia y la neurociencia. https://www.youtube.com/results?search_query=ramiro+calle
Todos sus libros en la Biblioteca Ramiro Calle de Editorial Mandala:
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