¿Qué niveles de atención y consciencia se alcanzan durante la ejecución de procesos creativos y artísticos? ¿Cuál es nuestra percepción del tiempo en esos momentos?, ¿y cuando dibujamos? Tal fue el tema de la exposición semipermanente de Centre Pompidou Málaga ‘Un tiempo propio. Liberarse de las ataduras de lo cotidiano’, que nos acerca a la concepción del tiempo desde diversos supuestos (íntimos, oníricos, sensoriales…).
El tiempo interior es flexible, fluido, cambiante. Y la atención es la llave que abre la puerta hacia ese estado de percepción que nos permite aprehender el tiempo y la vida, establecer un estado de plena consciencia. Es en este estado donde se dispara la creatividad y nos sentimos preparados para abordar y desarrollar habilidades, conocer en profundidad nuestro cuerpo y sus procesos físicos y mentales, así como modular nuestros comportamientos e incluso explorar el mundo interior, los sueños y los recuerdos, hasta alcanzar una sensibilidad renovada.
El yoga y los ejercicios de atención consciente se están convirtiendo en actividades transversales en muchos entornos sociales y profesionales. Los beneficios de la práctica de estas y otras disciplinas están siendo corroborados desde postulados científicos y cada vez son más las instituciones y colectivos que introducen estos conceptos en sus dinámicas, incluyendo museos y centros de arte.
Esta actividad, que ha sido organizada por el departamento de programación cultural del Centro Pompidou de Málaga y presentada el 13 de julio en Málaga, pretende profundizar en estas y otras preguntas sobre la relación entre el yoga, la atención consciente y la experiencia artística, estableciendo un coloquio con el maestro Enrique Moya, autor del libro La llave de la atención y acompañados por los miembros del colectivo Urban Sketchers de Málaga. Además de conversar, conocer y abordar ejercicios básicos de yoga y meditación como herramientas de atención y presencia, vivieron la experiencia del dibujo urbano y su relación con estas disciplinas a través de los cuadernos y testimonios de los dibujantes invitados.
Sobre los participantes
–Enrique Moya (Madrid, 1953). Aunque su formación universitaria está centrada en la Economía y Psicología, desde los veinte años, edad en la que descubrió la enseñanza del yoga, Enrique decidió dedicarse plenamente a ella —en estudio, práctica y formación— a través de distintos viajes y encuentros con reconocidos maestros. Fue profesor de yoga en Montreal, Ginebra y Madrid hasta que, a finales de la década de los setenta, fundó en Málaga el Centro de Yoga Yantra, donde continúa ejerciendo su labor.
Desde hace cuarenta años imparte seminarios por diversos lugares de España, transmitiendo los fundamentos más esenciales del yoga. Resaltando las prácticas de autoindagación y meditación como facilitadoras del estado de atención consciente o estado de presencia.
La llave de la atención (Ed. Sirio, 2023) es su primer libro.
–Sobre USK Málaga. En 2007 comenzó a formarse una comunidad mundial de dibujantes urbanos cuando el periodista e ilustrador Gabriel Campanario, afincado en Seattle, creó un foro online “para todos los dibujantes que les gusta dibujar las ciudades donde viven y visitan, desde la ventana de sus casas, desde un café, en un parque, de pie junto a una esquina… siempre in situ, no a partir de fotos o de la memoria”.
En estos 16 años, la comunidad Urban Sketchers se ha extendido por todo el mundo. En Málaga, el arquitecto y dibujante Luis Ruiz Padrón fue el primero en aplicar el manifiesto artístico que define a la comunidad y, cuaderno en ristre, comenzó a dibujar en la calle, a narrar la ciudad desde su mirada y convocar a todos aquellos que estuviesen interesados en participar. Más de 10 años después, son cientos de personas las que acuden a los encuentros, se han celebrado varios simposios internacionales sobre el tema bajo el nombre de Malagráfica y, en definitiva, se ha consolidado como un colectivo abierto, dinámico y presente en los espacios ciudadanos para contarlos dibujo a dibujo.