Swami Satyananda S. nos explica, a través de repuestas de gran claridad, qué enseñanzas, culminación del advaita vedanta, contiene el texto Yoga Vasishtha y cómo podemos profundizar en su sabiduría radical.
Yoga Vasishtha –comienza Sw Satyananda S.– es un texto extraordinario de 32.000 versos que recoge la enseñanza del sabio Vasishtha a Sri Rama. Se trata de un texto de advaita vedanta altamente radical en el que Vasishtha muestra que este mundo es una ilusión como mundo, pero es absolutamente real como brahman, el Absoluto.
La enseñanza tiene lugar porque Rama, que es un príncipe que en breve debería gobernar, no siente interés por nada. Su padre, el rey Dasharatha, preocupado, acude al sabio Vasishtha para que le ayude y este se da cuenta de que Rama siente tal desapego (vairagya) por el mundo, que casi brilla en él el conocimiento. Este será el maravilloso encuentro en que Rama recibirá la enseñanza que le llevará a la liberación.
Además del extenso texto original, del Yoga Vasishtha existen versiones más reducidas, como el conocido Laghu Yoga Vasishtha, de 6.000 versos, o el Yoga Vasishtha Sara, de solo 230 versos.
Pregunta: ¿Ha dicho que el texto muestra que el mundo solo es real como brahman, el Absoluto, ¿podría profundizar en esta enseñanza?
S. S. S.: En la medida en que el buscador va contemplando el mundo y a su propio personaje como si fuera un espectador y que empieza a tomar distancia de su propia mente, empieza a reconocer su naturaleza real. Nuestras circunstancias son como fuegos artificiales a los que damos mucha importancia, aunque duren un instante, en lugar de centrarnos en la inmensidad del espacio que existe siempre.
Se trata de un cambio de visión: mientras vemos el mundo como mundo, estamos en conflicto, en la dualidad, en la finitud. Cuando finalmente vamos más allá de todo concepto acerca de nosotros mismos, acerca del mundo o acerca de cualquier doctrina, y llegamos a aquel espacio sagrado anterior a la misma mente y al intelecto, entramos en la palpitación de la Conciencia una, que es lo único que existe, lo Real.
Vasishtha afirma contundentemente: “Esto ha sido una apariencia, un instante. Tú eres el espacio que sostiene todas las luces, todos los mundos, todas las posibilidades cósmicas; eres brahman, el Absoluto”.
P: ¿Da Vasishtha algún sistema para establecernos en este espacio de plenitud que ya somos?
S. S. S.: El Yoga Vasishtha es un siddha grantha, un texto que expresa la experiencia de seres que viven en la absoluta plenitud. No sigue un método tradicional de enseñanza como otros textos de advaita vedanta. La enseñanza se da a través de extraordinarias y maravillosas historias de gran profundidad y belleza, donde el maestro instruye al discípulo hasta la culminación de la enseñanza del advaita (no dualidad).
En todas estas historias podemos encontrar contemplaciones, prácticas y consejos hábiles para la sadhana que pueden ser un soporte para establecernos en nuestra verdadera esencia.
P: ¿Podría comentar algo más de la enseñanza de este texto?
S. S. S: El Yoga Vasishtha da una gran importancia a la autoindagación (vichara) y al satsanga, pasar tiempo en compañía de mahatmas (maestros que están establecidos en un estado de plenitud). Y considera que estos son medios poderosos para cambiar nuestro estado de conciencia.
El vichara se ha dado a conocer gracias a la enseñanza de Ramana Maharshi, pero es una enseñanza antiquísima que ya encontramos en este texto. Para Vasishtha, la autoindagación es el gran remedio para ir más allá de la ilusión que nos limita. Cuando habla de indagar en el propio “yo” no se refiere al individuo, el individuo es únicamente mente. La mente está sujeta a las gunas (las tres cualidades básicas de la “naturaleza”, o prakriti): un poco de sattva (pureza) y sentimos plenitud, un poco de tamas (opacidad) y nos sentimos ofuscados, de repente todo es difícil; nuestro estado mental depende del baile de las gunas. ¿Quién soy yo más allá del individuo? Esta es la investigación: ko’ham, ¿quién soy yo? ¿A quién pertenece la ilusión? ¿Me pertenece a mí? ¿O pertenece a la mente y es simplemente un velo por el cual yo no estoy afectado? Esta es la gran indagación.
Por otro lado, el satsanga, la compañía de los sabios, nos impregna de la luz y del conocimiento que ellos emanan. Un mahatma, o sabio, vive en su centro, que es también nuestro centro, y por su cercanía esta transmisión tiene lugar. En India hay personas que hacen largos viajes para estar tan solo un instante cerca de su guru porque valoran la emanación y la gracia que pueden recibir de forma sutil e invisible.
P: ¿Qué es lo que Vasishtha considera indispensable para que la sadhana (práctica espiritual) dé fruto?
S. S. S.: Para Vasishtha, es imprescindible el esfuerzo. Esto no significa que la práctica tenga que ser desagradable o dolorosa, al contrario. Es el esfuerzo para que nuestra acción mental, verbal y física esté en armonía con la enseñanza suprema. A la vez, la sadhana, o camino yóguico, requiere de una firme determinación. Cuantas menos concesiones hagamos a aquello que nos distrae, menos espacio daremos a la inercia (tamas) o a la dispersión (rajas). La pereza es una gran enemiga y debemos estar atentos porque la vida se escapa en un instante y en muchas ocasiones estamos totalmente distraídos.
Podemos concluir con uno de los versos del Yoga Vasishtha que dice:
“Saludos a esta paz, a esta luz consciente que es plenitud, que está en mi interior, que está en el interior de todos los seres, no limitada por el espacio ni el tiempo, que solo puede ser conocida por la experiencia directa”.
Swami Satyananda S. expondrá la esencia de este texto fundamental del advaita vedanta en el retiro “Yoga Vasishtha. La enseñanza de la no dualidad”, que tendrá lugar del 5 al 9 de abril en Kailash Ashram (Aliste). Para más información e inscripciones: https://advaitavidya.org/