Las 5 actitudes para hacer pranayama en el contexto del yoga terapéutico

2023-03-06

Pranayama no es un conjunto de ejercicios respiratorios automatizados. Para practicar correctamente técnicas de pranayama hay que tener conciencia de que cada respiración es una siembra, una oración que enriquece la vida y el ambiente que compartimos. Aquí se explican las actitudes a cultivar. Escribe Víctor Morera.

pranayama

Foto de Ivan Samkov

1. Colocarse en una postura cómoda y estable.

La postura externa: con la columna vertebral proyectada, respetando sus curvas naturales. La postura se genera colocando de forma correcta la pelvis, con “la cabeza bien posicionada sobre los hombros”
La postura interna: conectando con un sentimiento de dignidad, de nobleza y de mirada amplia hacia el mundo.

2. Mantener una actitud amable.

Lo que más frena la respiración es la tensión, que se traduce en un exceso de esfuerzo, desafío interno, exceso de control y seriedad.

La amabilidad es esa sutil fragancia que penetra, nos hace sonreír y conectar con algo positivo y relajado.

3. Respetar el ritmo propio.

Tiene varios significados:

¿Qué ocurre cuando quiero hacer una respiración profunda, pausada y rítmica? ¿Cómo traduzco esa intención? ¿Qué gestos automáticos se activan al intentar hacer una respiración amplia? ¿Qué zona del cuerpo es la que más se mueve? ¿Cuál es la que menos se mueve?

Antes de hacer una determinada técnica de pranayama es necesario hacernos esas preguntas y observarnos. De esta forma, podremos identificar aquellas situaciones que nos generan tensión, para aprender a controlarlas de otra manera. Si no adquirimos esta conciencia, seguiremos reforzando el patrón que ya hemos aprendido, de manera automática.

El primer paso para respetar el ritmo propio es escuchar lo que hago, cuando quiero hacer una respiración profunda, pausada y rítmica.

La velocidad del movimiento se adapta a la capacidad y amplitud de la respiración en cada momento. La atención está en la respiración y el movimiento la acompaña. Se buscan movimientos que faciliten la elasticidad de los diferentes segmentos de la caja torácica.

Un ritmo clásico de pranayama se traduce en que la siguiente respiración sea igual o más relajada que la anterior. En corazón en ningún momento se tiene que acelerar.

3. Ser conscientes del proceso, para armonizar las diferentes funciones del prana en nosotros.

La función respiratoria es la función más vital. El aliento es vida. Limitar la modulación consciente de la respiración a un simple ejercicio o técnica respiratoria es una forma muy restringida y superficial de abordar el pranayama.

Respirar con consciencia es una oración que nos calma y nos conecta con un impulso interno de querer vivir con mayor presencia y conexión.

Deberíamos usar este estado de calma y relajación atenta para armonizar situaciones y relaciones cotidianas, bien para la meditación, con fines terapéuticos, o para ayudar en los procesos de curación y sanación.

4. Conspirar (en el sentido de respirar juntos).

En un grupo reunido en un determinado lugar, todos respiramos la misma atmósfera. El aire que entra en mí es respirado por todo el grupo, y cada cual respira el aire que ha estado dentro de los demás. Si tomamos conciencia de este hecho, podemos decir que todos generamos un ambiente.

Este ambiente dependerá de nuestro estado de conciencia y de nuestra intención. La actitud correcta es poner la intención y el esfuerzo en que el aire que salga de mí salga impregnado con sentimientos, pensamientos, o imágenes saludables y positivas. Es lo que ofrecemos como regalo.

Enriquecemos la vida con nuestra respiración/oración, sembramos la tierra con nuestro aliento y tomamos conciencia de que todos los seres vivos compartimos una misma atmósfera. ¿Qué tipo de nubes quieres crear para que estas se conviertan en lluvia y llueva sobre nuestras cabezas y corazones, nutra nuestros alimentos, regenere la naturaleza y a todos los seres vivos? Cada pensamiento, sentimiento, emoción, impulso da una cualidad al aire que respiramos y compartimos.

Víctor Morera. Osteópata, yoga terapeuta. Pionero en la formación en yoga terapéutico para profesores de yoga. Cofundador de la escuela de yoga terapéutico Pranamanasyoga y creador del método “Movimiento orgánico consciente (MOC)® Neuroyoga».