Nos podríamos llamar “practicantes en eterna iniciación”, pero quizás sea más realista dejarlo en “practicantes inconstantes”. Creo que hablo por muchas/os si confieso que echábamos de menos un libro que nos apoye cuando nuestra inmadurez en la práctica nos sumerge entre las brumas… Escribe Pepa Castro.
“Siente la espaciosidad sin límites de la conciencia que eres”.
Danilo Hernández. Consciencia Desnuda. El proceso de la Meditación.
Pienso que una cosa es meditar y otra sentarnos para entrenarnos en la práctica meditativa… que es donde seguramente estamos la mayoría de los practicantes. Hay que ser sinceros porque si no, ¿de qué nos serviría?
Se dice que cualquier persona está capacitada para llegar al estado de meditación, y que éste puede sobrevenir, en las condiciones adecuadas, con la práctica asidua y continuada y sin necesidad de guías ni instrucciones… Lo que no está tan claro, pienso yo, es cuántos de quienes así se inician abandonan la práctica con la sensación de no saber en realidad si han estado rozando el cielo o pasando el tiempo (1).
A fin de hacer más accesible ese largo camino de la meditación hacia el despertar a la Consciencia Absoluta, las diversas tradiciones espirituales desarrollaron sus propios sistemas y prácticas a lo largo de siglos. Y parece lógico pensar que tal abundancia de senderos descritos por tantas escuelas, linajes, maestros y discípulos, no ha favorecido, finalmente, la transmisión sencilla hasta hoy del intrincado camino.
Creo que era muy necesario que alguien se atreviera hoy día a, si se me permite la expresión, “poner las cosas en su sitio”; es decir, a aclarar conceptos y sistematizar lo que realmente significa e integra el “proceso meditativo” (2), para, con el apoyo sólido de la esencia común de las principales vías y tradiciones, proponer un itinerario gradual en tres fases con sus respectivas prácticas y técnicas.
Sin duda, implicaba esto un enorme desafío que sólo podía acometer con suficiente solvencia un experto en la enseñanza de la práctica de la Meditación que conociera a fondo las tradiciones y fuentes desde su origen y que contara con innumerables horas de vuelo personal y de experiencia pedagógica.
Un libro muy esperado
Me dirán que se han escrito en nuestra época numerosos libros de divulgación sobre Meditación. Y sí, unos recomiendan actitudes, otros describen el método de una escuela o de un meditador inspirado; los más trasladan diferentes prácticas más o menos intrincadas. La mayoría se queda en la periferia pero pocos llegan al núcleo, es decir, a la comprensión global de la práctica meditativa y su finalidad aportando, a la vez, un enfoque bien definido y coherente del camino gradual hacia la culminación del proceso.
Y esto es, nada menos, lo que nos ofrece el libro Consciencia Desnuda. El proceso de la Meditación, de Danilo Hernández.
“El sistema de meditación Consciencia Desnuda constituye un mapa del proceso meditativo”, resume en el libro Danilo. Yo añadiría que es un sistema probado y que funciona. Y digo “funciona”, a sabiendas de lo chirriante del término, para subrayar que no solo logra disipar muchas dudas y que no te pierdas por el camino, sino que incluso encuentres la comprensión del sentido de ese proceso, claro y preciso, que el autor de Las claves del yoga va desgranando gracias a su dominio del tema y a su gran veteranía en la enseñanza.
En efecto, el secreto de ese «funcionar» está en lo que Danilo Hernández llama ‘entrenamiento sistemático’ y es lo que les ha dado buenos resultados a los participantes en sus clases y seminarios. Así nos cuenta en su introducción del libro cómo se fue construyendo ‘Consciencia Desnuda’: “Entendimos que había que elaborar una pedagogía sobre la meditación que se ajustarse a las necesidades reales de todas las personas que acudían a nuestras clases. En 1995 comenzamos a diseñar un programa de inmersión gradual y sistemático en la meditación (…) A lo largo de los años este programa se fue puliendo y se ha convertido en el sistema de meditación ‘Consciencia Desnuda’ que se describe en esta obra. El término Consciencia Desnuda (Consciencia pura) intenta indicar la esencia y consumación del proceso de la meditación, la experiencia de nuestra verdadera naturaleza e identidad con el Todo”.
Realista y práctico
Quizás el mayor acierto de este libro sea que aborda la práctica meditativa como un proceso de investigación radicalmente vivencial, y como una vía de descubrimiento a partir de la propia experiencia personal. Cualquiera puede entenderlo y seguirlo; es un proceso “realista y práctico”, en palabras del autor. Por tanto, el sendero queda franco para ser recorrido con seguridad, desprovisto de fabulaciones y pretensiones, sin erudición innecesaria ni narrativa difusa o barroca.
Al contrario, las palabras de Danilo comunican precisión y veracidad. Sólo un maestro puede hacernos entender lo que roza lo inefable con sencillez y belleza. No me resisto a mostrar un ejemplo: “…Cuando en el estado de meditación se trasciende el espacio habitual, se deja de estar confinado en el cuerpo-mente o en cualquier espacio convencional. El meditador se fusiona con el ‘espacio absoluto’ y desaparece en la plenitud de lo indiferenciado. Entonces lo que se denomina aquí, es aquí, allí y en todas partes. Se está en todo, se es todo, se es existencia infinita”.
Hay mucho que agradecer a Danilo Hernández su generosidad y sensibilidad a la hora de compartir este mapa del tesoro que es el libro sobre ‘Consciencia Desnuda’, método que él sigue compartiendo incesantemente con centros y escuelas.
Para acabar solo me gustaría añadir que me he atrevido a hacer estos comentarios en calidad de practicante, de satisfecha lectora del libro y de alumna del autor en algunos de sus seminarios sobre ‘Consciencia Desnuda’, pero en ningún caso como especialista ni experta en la materia, como dejo claro desde el principio.
Gracias muy sinceras, Danilo, por poner luz en el camino para que no sigamos perdiéndonos entre las brumas cuando nos sentamos a meditar.
Pepa Castro es codirectora de YogaenRed.
Notas: (1) Me pregunto cuántas veces hemos rozado realmente el estado de consciencia expandida en nuestras prácticas y cuántas veces hemos quedado suspendidos en laya, esa ‘inercia’ o lapsus de ausencia de la consciencia. Me inclino a pensar que esto último es más frecuente de lo que parece. Creo que es importante aclararlo porque no se trata de permanecer mucho tiempo sentados, sino de avanzar por el ‘Sendero’ hacia los ‘Horizontes finales’ de la práctica. Danilo lo explica en su libro, como advierte además de la necesidad de un proceso previo de purificación mental y de entrenamiento de la concentración.
(2) Sobre el»proceso meditativo» aclara Danilo: “Aunque a muchos les pueda parecer extraño, en sentido estricto no es posible practicar la Meditación, ya que es un estado de consciencia en el que ‘se está o no se está’. Lo que sí podemos decir es que hay un ‘proceso’ para sintonizarse y experimentar el estado de Meditación. Dicho proceso se sustenta en el desarrollo progresivo de la atención y la concentración (…)».