Aclarar nuestras intenciones es una de las prácticas espirituales más importantes y potentes. Puedes preguntarte, ¿qué busco cuando hago yoga, cuando hago meditación, qué quiero para mi vida? A veces nos frustramos porque corremos detrás de objetivos que no nos convencen plenamente… Escribe Ana Perea.
Foto: Ana Perea
En mi opinión, todos los seres buscamos una sola cosa… No, no me refiero al sexo, sigue pensando un poco más… Ni siquiera al amor, por más que el romanticismo siga llenando cines… Tampoco al dinero… Ni siquiera a la salud si la entendemos como corporal e individual nada más… ¿Sabemos lo que buscamos en el fondo? ¿Tal vez podemos llamarlo felicidad, plenitud?
Pero… ¿qué es?, ¿dónde está?, ¿cómo se encuentra?
A veces confundimos lo que queremos con donde creemos que lo vamos a encontrar y, si se frustra nuestro plan pensamos que hemos perdido algo muy vital. Por ejemplo:
– Quiero alegría > creo que la voy a encontrar en la comida o una copa con mis amigos o un paseo en el bosque.
–Quiero sentirme válid@ > creo que lo voy a encontrar en la aprobación de la jefa, del novio o de l@s hij@s.
Hay personas, o temporadas en la vida, que nos centramos en las relaciones personales, otras en los estudios o el trabajo, otras en la salud física, o el dinero, o la fama o el cuidado de la casa o de los viajes y las vacaciones… Cada cuál busca y pone el esfuerzo donde cree consciente o inconscientemente que reside el secreto de la felicidad, lo que le da alegría, bienestar, lo que le da seguridad o sensación de libertad o de crecimiento.
A veces fallamos porque no buscamos en el lugar donde se encuentra
Cuando nos sentimos frustrad@s porque los modos de buscar felicidad no han funcionado del todo, o no están a nuestro alcance, o no tenemos control sobre ellos, o lo que nos daba satisfacción hace un año ahora ya no… aún hay buenas noticias. Tal vez es el momento de hacer un giro radical en nuestra vida, al menos en nuestra forma de concebirla, e iniciar un viaje apasionante de autoconciencia y descubrimiento. Podemos plantearnos si verdaderamente lo que buscamos es un «premio» que llegará al final de un esfuerzo o si tal vez lo que buscamos es «a nosotr@s mism@s». Tal vez la seguridad que proyecto en las cosas que deseo, es la que me gustaría sentir en mí mism@. El amor que deseo sentir reflejado en otras personas es el que deseo sentir en mí mism@. La paz y seguridad que quiero establecer en mi vida es la que deseo reconocer en mí mism@. Tal vez la libertad y el crecimiento que quiero explorar sin fin, son los potenciales que intuyo están dentro de mí. Y sé que estoy aquí para descubrirlos.
Si lo que busco está en mí, entonces ¿dónde voy a seguir buscando?
He escuchado a diversos maestros espirituales decir que una de sus funciones principales es ayudar a que l@s estudiantes reconozcan cuál es su deseo, cuál es su intención, qué es lo que buscan realmente. Porque al principio parece que tenemos muchas necesidades y deseos, y muy dispersos y difusos. O sabemos las «respuestas correctas» que suenan bien pero que no encajan en cómo se están organizando nuestras vidas. O no tenemos la honestidad de mirar verdaderamente a ello. O no nos hemos parado a priorizarlos. Creo que preguntarse sobre esto es una práctica espiritual en sí misma y el irlo descubriendo será un proceso… En el fondo, hay un deseo que incluye a todos los demás.
«Lo que estás buscando es desde donde estás buscando». San Francisco de Asís
Por cierto, me lo he pasando muy bien haciendo estas fotos, ¡espero que os gusten!
Ana Perea (Swarupa) comparte clases de meditación y yoga semanalmente en Barcelona y a través de Zoom. Está licenciada en Ciencias de la Información y en Antropología Sociocultural y se ha formado en Hatha, Kundalini y Anusara yoga. Actualmente sigue las enseñanzas del maestro advaita Mooji. Encontrarás más información en su web, Yogahorabcn, y sobre sus clases: https://yogahorabcn.com/clases-online/