Vida interior

2022-07-14

En la medida en que vamos profundizando en la práctica de la meditación, va surgiendo tranquilamente la necesidad de estar con nosotros mismos. Casi desde el inicio comienza a establecerse un vínculo entre la consciencia de superficie y la consciencia interna. Escribe Escuela Mahashakti.

Vida interior

La consciencia de superficie es la que está en contacto con el mundo, y la consciencia interna la que está contacto con nuestra realidad interior. La meditación pretende establecer un vínculo estable entre ambas, una vía de comunicación realista y fluida.

Cultivar la vida interior

Para comenzar a cultivar la vida interior es preciso crear unas mínimas condiciones:
– Bajar la intensidad emocional.
– Crecer en claridad mental.
– Cierto domino de la atención.

Pero sobre todo, lo más importante es querer establecer esa comunicación contemplando la posibilidad de que pueda llegar a ser; la actitud es la clave definitiva. Tener vida interior es, quizás, una de las experiencias más enriquecedoras y satisfactorias que podemos alcanzar al meditar.

Evolución y meditar

La vida interior comienza poco a poco; es al principio un ligero susurro, una sensación especial o una certeza. Según la vamos cultivando y atendiendo, se convierte en algo más grande, en un espacio en el que estamos con nosotros mismos, descubriendo y comprendiendo esa Verdad que mora dentro.

A esa realidad interior en la Meditación Integral le llamamos “maestro interno” y es esa parte de nosotros, en lo profundo, que está en comunión y es portadora de Belleza, Amor, Luz y Conocimiento.

Cultivar la escucha

El propósito de toda meditación es establecer un vínculo entre el intelecto en la superficie y esta realidad interior. Para ello solo precisamos crear unas mínimas condiciones de paz y claridad interior que serán complementadas con una tranquila aspiración a descubrir el tesoro que portamos en nuestro interior.

Las condiciones anteriormente citadas facilitan el desarrollo de una cualidad que es es muy importante cultivar tanto en la meditación como en la vida: “la escucha”. Esta es una de las bases principales de la meditación contemplativa que nos ayudará a vertebrar nuestra vida interior.

Cuando hablamos de escucha hablamos de intención y de atención, es decir precisamos de una disposición a escuchar y también de un mínimo dominio de la atención que recoge lo escuchado.

La atención la cultivaremos con las herramientas de la meditación concentrativa.

La escucha precisa además de un ambiente interior de cierta calma, libre de ideas preconcebidas, acerca de lo que ha de ser escuchado, ya que esto podría distorsionar el mensaje que nuestro interior quiere hacer llegar a la superficie.

Siendo el lenguaje del alma diferente al del intelecto, precisamos de un medio que decodifique este lenguaje excepcional y lo adapte a la forma en la que el intelecto pueda recibirlo y gestionarlo, siendo la escucha junto con la sensación y la imaginación, los medios principales de expresión que proyecta nuestra interioridad hacia la conciencia de superficie.

Pero,centrándonos en la escucha podemos realizar varias preguntas, por ejemplo: ¿Cómo podemos fomentarla? ¿Son todos o hay momentos más adecuados que otros? ¿Cómo discernir entre una autentica escucha y la mente discursiva?…

Trataremos de contestar a la primera de un modo práctico, ensayando la escucha en medio de la vida. Cultivándola en nuestra meditación sentados y, sobre todo queriendo, con todo nuestro corazón, descubrir la verdad que mora dentro.

A continuación se propone una práctica que promueve el cultivo de la escucha. Este ejercicio se llama «Ensayo de la escucha consciente» y nos ayudará a afinar la atención en el espacio sonoro. Se realiza como sigue:

1. Con los ojos cerrados enfocamos la atención en la atmósfera sonora, siendo nuestra actitud pasiva, una escucha tranquila, durante dos minutos.
2. Seleccionamos uno de los sonidos detectados y nos enfocamos en él durante dos minutos.
3. Volvemos a la escucha global permaneciendo dos minutos en ella.

Educar la atención es el primer paso para cultivar la escucha consciente; ensayándolo en ambientes externos facilitará a posteriori aplicarlo a la escucha interior.

Escuela de Yoga Integral Mahashakti.