Los motivos para hacer yoga varían según la persona y sus circunstancias. Con el paso de los años, los estilos que nos atraen y la manera de entender los ejercicios también. Cuanta más habilidad para la escucha y mejor formación, mayor capacidad de reflexión y adaptación a las etapas de la vida que inexorablemente llegan. Escribe José Manuel Vázquez.
Profesores y alumnos elaboramos una relación de intercambio y aprendizaje que evoluciona según los procesos de salud y madurez por los que pasamos. Hay alumnos que van y vuelven. Tienen hijos, cambian de trabajo, de pareja, de ciudad… pero al final lo aprendido, sentido y experimentado queda, se recuerda y es útil. Los profesores también transitamos por cambios vitales de todo tipo que pueden modificar sensiblemente nuestra manera de dar clases y de relacionarnos.
Cuando llegan nuevos alumnos al estudio les pregunto qué tipo de yoga han practicado. Algunos dicen que no saben, que no lo tienen claro o que creen que un “mix” de varios. También hay quien confunde el nombre comercial con el estilo; y quien haciendo asanas no los identifica con hatha yoga. Cuando me hablan de niveles es común confundir el grado de dificultad de los ejercicios y la capacidad personal de profundizar en ellos. A pesar de todo, saben que el yoga les sienta bien y aunque sus vidas hayan cambiado quieren seguir asistiendo a clase.
Hay también quien, de forma poco realista, viene buscando el recuerdo de su paraíso balinés en medio del asfalto y la contaminación. Hay quien quiere que su nuevo profesor le dé las clases como el anterior y así lo hace saber; e incluso quien, a pesar del paso de los años, sin darse cuenta, envicia sus gestos y no se adapta a su nueva realidad corporal. Somos animales de costumbres y todo lo que supone cambio y novedad requiere de un extra de energía y atención. Nuestro mundo evoluciona y nosotros con él. Tanto si somos novatos o practicantes de largo recorrido ¿Por qué no probar diferentes líneas de trabajo para identificar la que mejor se adapta a nuestra nueva situación? No es cuestión de buscar el “mejor” yoga sino el que más beneficios nos reporta ahora.
Buscando nuevos espacios de avance
Nada como formarse, investigar y explorar para encontrar aquello que hace sentido para nosotros. Una vez hallado, lo normal es que nos conduzca a otros espacios de desarrollo tan interesantes o más que el anterior y así, una y otra vez, sin fin. Si esto no sucede, nos sentiremos estancados, faltos de ganas y con necesidad de algo más. Ese no parece el camino adecuado y quizás sea el momento de probar algo diferente.
Sea cual sea nuestra situación personal podemos valorar nuevos retos, nuevas dinámicas, nuevos compañeros de viaje. Todavía estamos a tiempo de hacer de este curso que recién comienza un trayecto de avance y crecimiento; que agilice el cuerpo y la mente, que despierte de nuevo nuestra curiosidad, nuestras ganas de vivir y de seguir compartiendo.
José Manuel Vázquez preside la Asociación Shiva-Shakti de Yoga Integral. Es profesor y formador de profesores certificado por la Yoga Alliance. Desde 2001 dirige su propia escuela de yoga, Yoga Orgánico, donde dirige una formación de profesores. Es autor de Los valores terapéuticos del yoga y de Manual de yoga para occidentales (ambos en Alianza Editorial). Su última creación musical Moon.
Curso 2021-2022.Comienzan los cursos de Formación. Podéis consultar toda la información en este enlace: https://www.yogaorganico.org/formacion/