Cuando nos acercamos al yoga por primera vez es normal que copiemos los ejercicios mientras intentamos descifrar su significado. A veces queremos avanzar muy rápido y llevamos al cuerpo sin querer a posiciones potencialmente lesivas. Escribe José Manuel Vázquez.
Cuando llevamos un tiempo de práctica es interesante dejar de hacer por hacer, aunque creamos que es un retroceso, y revisar las bases desde cero.
Si queremos afinar la escucha propioceptiva debemos salir de la cabeza y aprender a recibir del cuerpo las señales que nos indican el camino a seguir. Las personas que se apuntan a una formación con el objetivo de renovar su comprensión de los ejercicios, de la interacción cuerpo mente y de la respiración pueden realizar cambios significativamente profundos en su manera de entender el yoga.
Algo tan humilde como atender a la distribución de pesos en la planta de los pies y activar las diferentes cadenas musculares hasta encontrar el eje gravitatorio, puede revelar la profundidad de stira y sukha (estabilidad y ligereza), conceptos básicos con los que Patanjali define el concepto de asana en los Yoga Sutras.
Alinear el cuerpo nos da paz, nos aligera el pensamiento y nos permite salir al mundo con otra confianza. Si respetamos los diferentes grados de libertad articular y tenemos en cuenta los patrones respiratorios que limitan la ejecución de los ejercicios, podemos elaborar estrategias para mantener la estabilidad en situaciones que requieren más flexibilidad. También podemos utilizar la respiración para modificar las reacciones automáticas ante estímulos que demandan otra respuesta. Es entonces cuando el yoga se presenta como una auténtica herramienta de transformación personal.
Todo en la vida tiene un subtexto, que indica la intención y la finalidad de la acción principal. Como en las buenas películas, la vida no nos cuenta todo a la primera: según se va desarrollando la trama vamos atando cabos. Los detalles que parecían insignificantes resultan ser claves para entender lo que no vemos. Lo mismo sucede con el cuerpo.
Decisiones ajustadas a ti
No sé cuándo perdimos la capacidad de leer entrelineas; no sé en que momento dejamos de interesarnos por el funcionamiento de las cosas para atender exclusivamente a los resultados; no sé cuándo nos desconectamos del cuerpo para atender a exigencias de índole ajena; pero si sé que cuanto antes nos demos cuenta de ello, mejor.
El otro día leía que la población general no tenemos la preparación necesaria para entender los titulares de las noticias científicas y que por ese motivo sacamos conclusiones erróneas y somos presa fácil de la manipulación. Cuando pensamos que las cosas nos son ajenas, delegamos lo que tenemos que pensar en “los que saben”. Sin embargo, todos tenemos cuerpo, mente y respiramos, y necesitamos saber cómo funcionan para tomar decisiones ajustadas a nuestras circunstancias.
Para tratar la ignorancia y sus nefastas consecuencias no hay nada mejor que una buena dosis de conocimiento y esfuerzo. Revaloricemos las prácticas de yoga que nos ayudan a entender cómo funciona la respiración, el cuerpo y la mente. Sigamos aprendiendo.
José Manuel Vázquez preside la Asociación Shiva-Shakti de Yoga Integral. Es profesor y formador de profesores certificado por la Yoga Alliance. Desde 2001 dirige su propia escuela de yoga, Yoga Orgánico, donde dirige una formación de profesores. Es autor de Los valores terapéuticos del yoga y de Manual de yoga para occidentales (ambos en Alianza Editorial). Su última creación musical Moon.
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