La tensión física puede ser aliviada con la práctica de asanas, pero las tensiones sutiles, energéticas, son difíciles de reconocer y aún más difíciles de liberar, de ahí la importancia de cultivar una consciencia meditativa a través de asanas, mudras, pranayamas… Escribe Denis Criado.
La vida moderna, a través del estrés, crea bloqueos o nudos energéticos en el cuerpo y con el tiempo puede crear enfermedades irreversibles. Las tensiones que cargamos se mantienen profundamente dentro del cuerpo, se manifiestan con dolor o malestar físico, y en niveles aún más profundos en los cuerpos sutiles mentales y emocionales reflejados de forma somática, de los cuales ni siquiera somos conscientes.
La tensión física puede ser aliviada con la práctica de asanas, pero las tensiones sutiles, energéticas son difíciles de reconocer y aún más difíciles de liberar, de ahí la importancia de cultivar una consciencia meditativa a través de asanas, mudras, pranayamas, ejercicios energéticos, relajación con soportes, prácticas todas ellas que conforman la meditación yoguica.
Se han hecho varios estudios sobre lo que sucede en el cerebro durante la práctica de yoga, registrando la actividad cerebral de varios grupos de personas, algunos de ellos practicantes habituales de yoga. Mientras practicaban desde una consciencia meditativa se descubrió, mediante un electroencefalograma y un escáner PET, que fabrica una imagen a color y bidimensional del cerebro, que los practicantes habituales emitían ondas cerebrales theta y delta, en las últimas fases de la sesión de yoga.
Los practicantes de yoga mostraron cómo a lo largo de todo el cerebro se produjo una sincronización de ambos hemisferios cerebrales, cosa que ocurre muy poco en prácticas de relajación. Desarrollar una consciencia meditativa hace que se produzcan ondas alfa, theta y delta sincronizadas, por ello resulta una práctica potente para el tratamiento del estrés y enfermedades psicosomáticas manifestadas con rigidez, dolencias y tensiones a nivel cuerpo-mente.
Yoga desde la consciencia meditativa y sus prácticas corporales asociadas es ir debajo de las tensiones superficiales para liberar y transformar la fuente de estrés, que está presente de manera latente en nuestros cuerpos físico, energético, emocional y mental. La conexión entre las emociones y las enfermedades está bien documentada y establecida. Muchas de las enfermedades basadas en la tensión tienen su origen en acontecimientos emocionales traumáticos que interrumpen la energía que equilibra nuestro sistema biológico.
Las prácticas de meditación dentro de la tradición yóguica reducen esta respuesta mediante:
- →El aumento de los niveles de serotonina
- →La disminución de los niveles de cortisol
- →La disminución del gasto cardíaco
- →La mejora del sueño
- →La estabilización de los niveles de azúcar en la sangre
- →La estimulación de las funciones inmunes
Las investigaciones muestran que la práctica regular de yoga consciente tiene efectos beneficiosos en una serie de problemas de la salud tanto fisiológicos como psicosociales que se pueden nombrar:
· Insomnio | · Ataques de pánico | · Presión sanguínea alta | · Artritis | · Asma |
· Síndrome del intestino irritable | · Depresión | · Diabetes | · Migraña | · Ira |
Otros estudios de varios investigadores y médicos han demostrado el éxito de la aplicación de la consciencia meditativa en la práctica de yoga como una práctica de acompañamiento en todo tipo de enfermedades logrando resultando realmente sorprendentes. En esencia, cuando permitimos que el prana fluya extendiéndose en todos los niveles del ser, incrementando la vitalidad a nivel físico, energético, emocional y mental la vida fluye en nosotros de un modo más integrado y armónico.
Denis Criado es profesor y formador de Yoga y Meditación en la Escuela Internacional de Yoga.
Autor de ‘Cuerpo consciente: hacia un yoga integral’ (Ed. Kairos)