El sentido del ásana toca la esencia del origen mágico del Yoga. Igual que los arcanos del Tarot, los ásanas cuentan mucho más de lo que muestran. Durante varias semanas iremos presentando los arcanos y su correspondencia con ásanas, a fin reflexionar sobre la geometría sagrada de nuestro cuerpo y su lenguaje oculto. Escribe esta serie, publicada anteriormente en YogaenRed, Carmen Viejo.
Palabra clave: “el Iniciado”.
“El Tarot es un conjunto de figuras que expresan simbólicamente el trabajo del hombre para llevar a cabo su evolución”. (Paul Marteau)
El hombre simbólico, decidido a llevar a cabo su evolución de manera consciente, es el Iniciado. En el Tarot, está representado por el Mago, por su capacidad para actuar en Cielo y Tierra, en el plano físico y en el mental, combinando sus posibilidades en un impulso creador que genera una individualidad.
En la Sadhana yóguica, es el Practicante o sadhaka. El que asume el camino del Yoga con dos condiciones: abhyasa, la constancia a los largo del tiempo, sin interrupción y con fe en lo que hace; y vairagya o la intención correcta de evolución, superación e inegoísmo.
Correspondencia con ásana
Es importante ese momento, ponerse en pie, por primera vez conscientemente. En la sesión de yoga representa el primer ásana, básico y complejo en su sencillez: Tadasana, “La palmera”. Ponerse de pie entre el cielo y la tierra supuso el inicio de la evolución consciente del humano. Fue un acto osado de un ser inquieto que liberó sus manos para poder actuar y crear su destino.
Enderezarse sobre los dos pies requiere atención a cómo pisamos la tierra; si hay respeto hacia ella, nos afianzaremos bien con cada planta del pie, como si fueran raíces, e iremos alineando el resto de nuestro castillo corporal activando la energía vital, moderando nuestros pulsiones, liberando los segmentos vertebrales y abriéndonos al mundo exterior con el corazón y la cabeza en sintonía.
Eka Pada Tadasana, sobre un pie y en equilibrio, hace del iniciado un héroe, libre e independiente, tan prudente como valiente, tan atento como rápido, un hábil intermediario que con mente sana y equilibrada se pone manos a la obra, dominando la ansiedad inicial y la tendencia ciega a la dispersión.
Finalmente, y aunque no estemos ante un arcano invertido, podemos proponer para acceder al arquetipo del Mago la meditación en Shirsashana, pues el primer aprendizaje del iniciado es entender que “como es arriba, es abajo”, que somos reflejos de un Cosmos y que la misión de la evolución consciente es ordenar el mundo personal a imagen del Universo.
El número 1 es un recién llegado, un renacido. Se nace boca abajo, como si este mundo estuviese invertido o fuese el reflejo, tan solo el reflejo, de lo que es en origen. Y el arte de vivir estuviera en emular ese origen y traer a tierra el otro mundo.
Baste para inspirar la ejecución de Shirshasana un resumen de la larga lista de efectos que Manuel Morata enumera en su tratado Yoga. Teoría, práctica y Metodología Aplicada: “Cambio de polaridad e inversión en la recepción de energías cósmico-telúricas, aporta confianza en sí mismo, renovando el equilibrio psíquico, desarrollo de las facultades intelectuales, concentración y creatividad… Shirshasana es un activador espiritual, pero solo el practicante perseverante tiene a la vez la prueba maravillosa e inefable de sus aspectos secretos y vivos”.
Nota: Estudio y efectos de Tadasana y Shirshasana en páginas 71, 72, 238 y 239 de Yoga. Teoría, práctica y metodología aplicada, y de Eka Pada Tadasana en página 301 y 302 de Yoga. Ampliación, ambos de Manuel Morata.
(Próxima semana: Bhadrasana, la Sacerdotisa)
Carmen Viejo Heredero (Ahimsa)
Profesora de Yoga, Licenciada en Ciencias de la Información y titulada por la Yoga Vedanta Academy (Escuela de Sivananda) y por la Asociación Española de Practicantes de Yoga (Escuela Manuel Morata).
carmenviejoheredero@gmail.com