‘En torno al yoga’, prólogo de Danilo Hernández al libro del mismo nombre

2021-03-03

En mayo pasado se presentó el libro de Asunción Arrillaga, En torno al Yoga, una obra de gran valor para todos los que queremos mejorarnos y colaborar en el bienestar común. Así lo señala Danilo Hernández en su brillante prólogo a la obra, que amablemente ha querido compartir con las lectoras y lectores de YogaenRed.

Danilo y Asunción copia

Danilo Hernández y Asunción Arrillaga, autora de En torno al Yoga

La milenaria cultura del Yoga constituye un sistema completo de autoconocimiento y desarrollo del potencial humano. Es un sistema integral de desarrollo personal y social. En el yoga confluyen y se integran armónicamente ciencia, mística, metafísica, filosofía, psicología, ética y entrenamiento psicofísico. Engloba un inmenso conjunto de métodos y actitudes a través de los cuales el ser humano puede disfrutar de una excelente calidad de vida, trascender las limitaciones de su mente (avidya), descubrir su verdadera identidad (purusha) y realizar el propósito último de la existencia, la liberación final o estado de autorrealización (kaivalya).

En sus orígenes la cultura del yoga se transmitió a través de la tradición Gurukula, un sistema educativo donde los estudiantes de todas las clases sociales recibían una educación integral y directa a través del Maestro. Los rishis (maestros-sabios) se convirtieron en los educadores de la sociedad y crearon escuelas y comunidades (ashram) donde los ciudadanos eran instruidos en todo tipo de disciplinas, tanto en las de habilidades sociales como en las técnicas del desarrollo personal. De este modo podían adquirir destreza para manejarse eficientemente en el mundo material y al mismo tiempo explorar y desarrollar su potencial interno.

Antes de concebir y formular las enseñanzas del yoga, los rishis investigaron a fondo la estructura de la personalidad humana (física, energética, mental, psíquica y espiritual) y las características del medio social donde habitaban. En base a ello establecieron distintas áreas de trabajo que atendían a todas las necesidades y facetas del desarrollo humano. Formularon un sistema holístico compuesto por diferentes ramas que es lo que hoy conocemos como las variadas sendas o vertientes del yoga.

Existen muchas ramas y sub-ramas en el yoga entre las que destacan cinco principales. El Hatha Yoga (yoga del equilibrio de las energías internas o yoga físico) se diseñó para conseguir la perfecta salud del cuerpo físico y el despertar de todo su potencial. Para armonizar el ámbito de la acción en la vida cotidiana y la interrelación social, se desarrollaron las actitudes del Karma Yoga (yoga de la excelencia en la acción y el servicio desinteresado). Con el objetivo de establecer el equilibrio emocional fomentaron el Bhakti Yoga (yoga de la canalización adecuada de las emociones). Para satisfacer el anhelo de conocimiento y compresión profunda de la existencia diseñaron el Gñana Yoga (yoga del discernimiento y la sabiduría). En lo que respecta al desarrollo mental, concibieron el Raja Yoga (yoga de la purificación de la mente y del despertar de todas sus capacidades latentes).

Los cinco senderos yóguicos mencionados: hatha yoga (vía del cuerpo), karma yoga (vía de la acción), bhakti yoga (vía del corazón), gñana yoga (vía del conocimiento) y raja yoga (vía de la mente), aún siendo vertientes distintas que tienen sus propios métodos y actitudes, también confluyen y se unifican configurando una estructura global denominada Yoga Integral. Esta vía del yoga tiene como propósito establecer un total ‘equilibrio y armonía entre las expresiones de ‘la cabeza, el corazón y las manos’ (pensamiento-sentimiento-acción) y representa la concepción más profunda y genuina del yoga que nos han legado los grandes maestros y los textos de la tradición yóguica.

Pilar de la cultura actual devenido en ‘producto de consumo’

Situándonos en el momento presente contemplamos cómo la ciencia del yoga se ha constituido en un sólido pilar de la cultura universal del siglo XXI. De ser una disciplina muy poco conocida ha pasado a convertirse en un fenómeno de masas y son millones de personas en todo el mundo las que se benefician de la práctica de alguna de sus ramas.

El formidable florecimiento y la espectacular difusión que el yoga está teniendo acarrea también sus inconvenientes. La sociedad de consumo lo absorbe todo y no siempre para bien. Vemos en la actualidad cómo en algunos ámbitos de la sociedad se presenta al yoga como un nuevo ‘producto de consumo’, otro sistema más del ‘culto al cuerpo’ o como una simple terapia. Muchos de los centros donde se imparten clases de yoga no son dirigidos por profesores, sino por gestores especialistas en el marketing, el diseño y la propaganda. Alrededor del yoga ha emergido un nuevo sector empresarial que desconoce o ignora los principios filosóficos y éticos del yoga, y que sin ningún escrúpulo, lo están convirtiendo en una gran industria y en un ‘modelo de negocio’.

A esta comercialización abusiva, se añade la aparición de nuevas corrientes de subyogas y pseudo yogas que casi siempre son simples ‘refritos’ o mezclas de elementos que tienen más que ver con el fitness que con el auténtico hatha yoga (yoga físico). También hay que mencionar el fenómeno de la proliferación de cursos de profesorado que está generando una gran oleada de nuevos profesores, fundamentalmente de yoga físico.

Algunos instructores de esta nueva generación de docentes están muy influidos por las nuevas tendencias, los medios audiovisuales y las modas vigentes. Se promocionan continuamente en las redes sociales con un gran autobombo o presentan perfiles claros de ‘influencer’ o ‘yoga-star’ y el gusto por el exhibicionismo. Pero por encima de todo ello, hay que destacar la gran cantidad de excelentes profesores que hay en nuestro país. La mayoría realizan su tarea con ejemplar humildad, discreción, entrega y sin ninguna rimbombancia.

Por otra parte hay que sumar la aparición de numerosos artículos superficiales o sensacionalistas y las publicaciones de calidad pobre en las que predominan las fotografías del ‘postureo’ y la escasez de contenidos. Todos estos factores han contribuido a difundir una visión superficial, fragmentada y un tanto deformada, en la que desaparece el horizonte de la auténtica dimensión y profundidad del yoga genuino.

El alcance del Hatha Yoga y las tres etapas del sendero yóguico

Si nos fijamos en el hatha yoga, la rama más difundida y popular en todo el planeta, es bien patente que muchos de sus practicantes sólo llegan a conocerlo de un modo parcial, superficial, alterado y descontextualizado. Con frecuencia se suele identificar a este sistema con la práctica casi exclusiva de los asanas (posturas) y en muchas ocasiones en una versión ‘gimnástica’ donde se pierde la perspectiva de globalidad, cohesión y profundidad que posee dicha disciplina. En sus orígenes el hatha yoga se concibió como un sistema de meditación que abarca y actúa sobre todas las dimensiones del individuo; corporal, energética, mental y espiritual.

Conocerlo en toda su amplitud y coherencia requiere comprender la interrelación y articulación de todos sus elementos –asana, shatkarma, pranayama, bandha y mudra-,  así como tener presente su trasfondo teórico y filosófico que evidencia y clarifica la verdadera finalidad de sus prácticas. El hatha yoga constituye un proceso de purificación física, energética y mental cuyo objetivo final es despertar todo el potencial del individuo.

En lo que concierne al yoga como vía de autorrealización, el recorrido del sendero yóguico puede resumirse en tres etapas: yoga como Práctica, yoga como Sadhana y yoga como Estilo de vida. En la primera etapa, la ‘Práctica’, el practicante (yoguista) suele considerar el yoga como una actividad más que utiliza para satisfacer su propia necesidad; combatir el estrés, mejorar su salud y forma física, alcanzar bienestar y equilibrio, potenciar su autoestima, etc. Acostumbra a practicar yoga varias veces por semana en una escuela o en su propio hogar. En esta fase el practicante sigue los dictados de su cabeza y si los resultados esperados no aparecen en poco tiempo, son muchos los que abandonan la práctica. Se puede decir que esta es la fase en la que se encuentran una gran mayoría de los practicantes actuales.

Cuando el practicante profundiza y evoluciona entra en una nueva fase, la etapa de sadhaka (buscador o aspirante espiritual) y su práctica se convierte en ‘Sadhana’ (disciplina personal). El sadhaka ya ha comprendido que el yoga con mayúsculas no consiste sólo en practicar asanas, ejercicios de respiración, relajación, etc. Ha descubierto que representa una búsqueda y un viaje hacia el interior de sí mismo que requiere confrontar sus contradicciones y disolver toda la problemática que se arrastra del pasado. El yoga comienza a ser parte prioritaria de su vida. El sadhaka sigue las directrices del yoga y desarrolla la capacidad de ser un observador de su propia vida. Esto le permite reconocer y liberarse de sus condicionamientos. Con un entrenamiento constante aprende a purificar y manejar su mente. Desafortunadamente son muchos los practicantes de yoga, y no pocos los instructores de yoga, que nunca llegan a la fase de sadhaka. Desde la perspectiva de la evolución de la consciencia, éste es el paso pendiente en la actualidad, ‘transformar la Práctica en Sadhana’.

Cuando la sadhana fructifica, amanece la tercera etapa en la que el yoga se convierte en un ‘Estilo de vida’. Esta fase se caracteriza por la expresión en la vida cotidiana de los logros realizados a través de la sadhana. Es un estilo de vida amoroso y altruista en el que se integran las enseñanzas de las principales sendas del yoga; Raja Yoga, Karma Yoga, Gñana Yoga, etc. y que permiten armonizar las expresiones de la cabeza, el corazón y las manos. El sadhaka se ha convertido en un ‘Yogui’, ya es su propio maestro. La expansión de la consciencia que conlleva esta etapa desemboca en un yoga de entrega y servicio desinteresado que se resume magníficamente en las enseñanzas que nos transmitió Swami Sivananda en su ‘Ashtanga Yoga’: ‘Sirve, ama, da, purifícate, sé bueno, haz el bien, medita, realízate’. Un yoga que unifica la metodología de la introspección con la expresión de los principios del yoga en la vida cotidiana.

El libro: En torno al Yoga

En torno al Yoga, el libro que el lector tiene en sus manos, sintoniza a la perfección con la visión profunda y global de las enseñanzas del yoga. Asunción Arrillaga nos regala una obra original y alejada de las publicaciones comerciales y del típico ‘manual-receta’ que tanto abundan. Un texto ameno y de lectura fácil, profundo a la vez que sencillo. Un libro dirigido a todos los públicos y que sin duda animará a profundizar en el yoga tanto a los veteranos como a los principiantes y a los no iniciados.

Desde su dilatada experiencia como practicante, sadhaka y profesora comprometida con los alumnos, la autora nos habla de forma clara, realista y muy directa. Subraya el inestimable valor del yoga como medio de adecuar nuestra actitud frente a la realidad cotidiana y de la necesaria proyección social del yoga. Su libro nos invita a la reflexión sobre todos los aspectos de la vida y nos aporta mucha información sobre cómo desarrollar discernimiento y sabiduría. También nos proporciona numerosas pistas de cómo encauzar nuestras energías para tener una vida más consciente, creativa, solidaria, sana, plena y feliz.

Son muchas las virtudes de este libro regado con citas inspiradoras de autores reconocidos. Una obra que conjuga a la perfección todos los aspectos del yoga en relación al arte de vivir. Es de agradecer el admirable y generoso trabajo de Asun. Una contribución de gran valor y ayuda para todos los que estamos inmersos en el propósito de mejorarnos y colaborar al bienestar común.

OM Shanti (OM Paz)

Danilo Hernández. Autor de Claves del Yoga

Director de “Bindu” Escuela de Yoga de Chamartín, Madrid

Nota: los ladillos entre el texto los hemos puesto en YogaenRed, así como el enlace al libro En torno al Yoga.