¿Cómo están viviendo las profesoras y profesores la crisis creada por la pandemia y por la incertidumbre respecto al futuro de su actividad docente? Hemos contado con el valioso testimonio de una veintena de ellas y ellos para iniciar la publicación de una serie de artículos encaminados a compartir reflexiones, ideas y recursos que nos sirvan para afrontar la situación.
Nuestro objetivo es, por un lado, tomar el pulso a la opinión de los expertos, y, por otro, ofrecer ideas que puedan servir de orientación o acompañamiento a los docentes y dueños de centros más afectados por la crisis.
A todos los profesores y profesoras que se han brindado a colaborar en este informe les hemos hecho tres preguntas:
- ¿Cuáles están siendo tus recursos principales para sobrellevar esta situación, tanto en el terreno personal como en el profesional?
- ¿Qué podrías aconsejar a una pequeña escuela o profesor(a) de yoga para poder sobrevivir a la crisis?
- ¿Cómo te parece que serán las clases del yoga post-covid19?
Iniciamos la serie con las respuestas de la presidenta de la Federación Española de Entidades Formadoras de Yoga (FEDEFY), Mayte Criado. En la próxima entrega responderá Julián Peragón como miembro de la junta directiva de la Federació Catalana de Ioga. Y en sucesivos artículos contaremos con las respuestas de otros conocidos profesores como Danilo Hernández, José Manuel Vázquez, Gopala, Juan Ortiz, Noelia Insa, Jose Carballal y Rafa Martinez, Isabel Cervantes, Eva Klimberg, Víctor de Miguel, Hiria Bernal, Mayte Aguado, Eva y Marta Espeita, Paula Colantonio, Cayetana Rodenas, Susana García Blanco, Pedro Junguitu…
1. Recursos principales para sobrellevar la situación.
Vivo con mayor claridad las emociones asociadas a lo humano, la vulnerabilidad y el cansancio. Sobre todo, está siendo un periodo para cultivar la solidaridad y el darse cuenta de que, aun en la soledad de los confinamientos obligados o voluntarios, no estamos solos ni podemos nada solos.
Es inútil decir que no está ocurriendo nada; claro que está ocurriendo. Numerosos centros de yoga han cerrado, muchas profesores se están movilizando sin saber exactamente dónde parar; no hay horizontes claros para el profesorado. Las personas emprendedoras se encuentran también con grandes interrogantes, inmovilizadas. No podemos dar la espalda a una situación que se presenta crítica. En la Escuela Internacional de Yoga, nuestros proyectos se han ralentizado y los esfuerzos para continuar se han multiplicado para afrontar las normativas a cumplir y el miedo de los practicantes. Así, también arrastramos ese cansancio del que todo el mundo habla, y que a mí me parece una especie de rendición ante algún nuevo escenario aún por revelar.
Mi recurso principal es la confianza. No la confianza ciega ni el fluir con lo que sea. Siempre he creído que el yoga debía ayudarme a cultivar mis capacidades para responder a cada momento de la vida. Y así ha sido. Siento que las herramientas y las enseñanzas de yoga me han acompañado principalmente para aflorar esta confianza que me guía y que, en resumidas cuentas, se traduce en responsabilidad, trabajo, solidaridad y amor por la vida.
2. Consejos para poder sobrevivir a la crisis
No actuar para obtener resultados concretos, sobre todo en estos momentos de tanta incertidumbre. Es muy difícil dar un consejo así cuando la necesidad real de obtener ingresos está aquí en este momento. Pero si nos dejamos llevar o perseguimos resultados, significa que nos estamos fabricando una idea sobre lo que queremos o necesitamos que ocurra.
En estos momentos, y esto nos suele desestabilizar mucho en todos los terrenos, no sabemos muy bien dónde nos dirigimos. No sabemos si las formaciones van a seguir como hasta ahora, si los practicantes van a cambiar sus rutinas, si el yoga va seguir siendo absorbido por lo superfluo o va a revelarse como un verdadero camino de autoconocimiento. No sabemos si los centros o los profesores deberán convertirse en youtubers o aspirar a reabrir sus locales e impartir sus sesiones presenciales o a generar plataformas online. Somos conscientes de que algo importante está cambiando y, aunque es vital obtener resultados, no puede condicionarnos.
Lo importante para mí es no perder el ancla en medio de este mar agitado y convulso, el ancla personal. Mi consejo es este: no perder el ancla aunque las olas del mar vayan y vengan. La práctica del yoga es la gran aliada de este viaje. Saber dónde estamos y quienes somos en verdad. Tener claridad sobre la propia autenticidad y sobre lo que cada persona o cada escuela o cada equipo quieren desarrollar. Esto es muy importante. Confiar en ello y que las olas nos lleven.
3. Tu opinión sobre cómo serán las clases del yoga postcovid.
Solo puedo generar impresiones y sensación de que todo volverá como antes, aunque soy consciente de que solo son ideas y patrones en mi mente, esos que delatan mi necesidad de seguridad, la necesidad de todos.
Sospecho que habrá cambios significativos en dos sentidos: las sesiones presenciales seguramente van a disminuir y es probable que los centros de yoga no tengan ingresos suficientes para pagar alquileres, impuestos y gastos. Quizás el profesorado tenga que funcionar impartiendo sesiones en sitios que no estén directamente vinculados al yoga.
Por otro lado, no creo que la vorágine online pueda resistir mucho. Hay mucho cansancio en relación a las pantallas e incluso a las redes sociales. En mi experiencia, el alumnado de yoga declara una y otra vez su deseo de lo presencial. Pero la realidad se impone y creo que habrá un proceso que efectivamente primará lo online pero exigiendo calidad y calidez. ¿En qué derivará? Habrá que esperar a verlo.
Mayte Criado es presidenta de FEDEFY y fundadora y directora de la Escuela Internacional de Yoga