La antigua instrucción yóguica reza: «Cuando el pensamiento cesa, se revela la luz del Ser». Lo que define a la mente ordinaria son los pensamientos que a menudo, y debido a su agitación y descontrol, se convierten en los ladrones de la paz interior. Escribe Ramiro Calle.
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En el yoga existen numerosas técnicas y métodos específicos para aquietar la mente de superficie y conectar con la mente quieta y profunda, deseada, por su ausencia de díscolos pensamientos, como no-mente (unmani).
El pensamiento es tiempo y espacio, dualidad, apego y aborrecimiento, miedo y muchas veces confusión, lo que no quiere decir que no sea imprescindible para desenvolvernos en la vida cotidiana. Lo esencial es aprender a pensar y dejar de pensar y utilizar el pensamiento como una herramienta precisa y bien enfocada.
El pensamiento incontrolado y teñido de apegos y odios, miedos y otros velos oscuros, convierten la mente en una fábrica de sufrimiento. El pensamiento consciente y lúcido es de gran ayuda, pero también lo es la ausencia de pensamiento o el poder conectar durante unos minutos con la mente quieta, que opera de una manera por completo diferente a la mente pensante y es capaz de reportar un estado de plácido sosiego y plenitud, ayudando asimismo a agotar el impulso de contenidos subconscientes aflictivos.
En el yoga se hace referencia a un peculiar estado de mente denominado pratyahara o retracción sensorial, que le permite a la persona interiorizarse y residir en las aguas calmas y claras de la morada interior.
Las técnicas de pranayama y las de atención a la respiración facilitan el acceso a ese estado de fecunda introspección, donde los torbellinos mentales se apaciguan y surge un tipo especial de vivencia transformativa. La dinámica de los sentidos se acalla y la mente se establece en su fuente.
También la práctica de los asanas mantenidos coopera en ello, así como la concentración, la meditación y la contemplación.Entonces se descubre y experimenta un plano de consciencia que reporta intuiciones místicas que están vedadas a la mente de superficie.
Ramiro Calle
Más de 50 años lleva Ramiro Calle impartiendo clases de yoga. En enero de l971 abrió su Centro de Yoga Shadak, por el que ya han pasado más de medio millón de personas. Entre sus 250 obras publicadas hay más de medio centenar dedicadas al yoga y disciplinas afines.
En su canal Youtube podéis visionar gratuitamente los documentales Viaje a los adentros, Ramiro Calle, El Ramiro más íntimo y Sadhaka, la senda del yoga. Asimismo decenas de clases de hatha-yoga y meditación a partir de sus conferencias, talleres y seminarios. https://www.youtube.com/results?search_query=ramiro+calle
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