Dar clases de yoga para adultos o para niños es muy diferente. En las clases con niños introducimos otro tipo de actividades aparte de las posturas de yoga, ejercicios de respiración, relajación, etc. La dinámica debe ser como un juego entretenido y así se involucren y presten atención de un modo natural. Escribe Cayetana Rodenas.
Cuando nos enfrentamos por primera vez a una clase de yoga con niños podemos poner en práctica algunas técnicas útiles que nos pueden servir para sentirnos cómodos y seguros como profesores. Aquí comparto algunas con vosotros:
- Ir a la clase a jugar y no a trabajar. Planea la clase pero sin depender de ese plan, sin tener expectativas y estando abierto/a al cambio según la energía y nivel de compromiso de los niños.
- Siente confianza en ti mismo/a y comparte tus emociones con los niños, nervios, cansancio, tristeza, etc. Esto te ayudará a conectar más con ellos y, a su vez, ayuda a que ellos también aceptan sus diferentes estados emocionales.
- Limita el número de alumnos para que puedas prestar atención a cada uno de ellos de una manera individual. Aun así, si no fuera posible, intenta compartir la clase con otro profesor compañero para que te ayude como asistente.
- Mantén una sonrisa en la cara siempre que puedas; los niños lo agradecen mucho, ya que ayuda a crear un ambiente más distendido y alegre, y además eres el ejemplo para que ellos sonrían también. ¡Necesitamos más caras sonrientes en este mundo!
- Utiliza mucho el aplauso durante la clase, cuando termines las posturas o juegos, así como la reafirmación positiva, para motivar a los niños y hacer que se sientan bien, sin competir y sin ser juzgados. En definitiva, sin necesidad de hacerlo perfecto, sino simplemente intentándolo, ya lo estamos haciendo bien.
- Nuestra relación con los niños (así como con la vida en general) es como un espejo. Lo que yo expreso hacia afuera es lo que voy a recibir de los demás. Si estoy enfadada, seguramente transmitiré un ambiente de tensión y enfado a mí alrededor. Si estoy contenta, seguramente los niños lo estarán también. ¡Es contagioso!
- Pide a los niños que te ayuden en clase, poniendo las colchonetas de yoga, poniendo la música, ordenando después de clase, etc. Ya que esto les ayuda a sentirse importantes y responsables.
- Establece un equilibrio entre la libertad y los límites. Intenta no poner muchas normas o reglas en la clase, en cambio, si utilizas el respeto como regla principal, a través de esta se derivan muchas otras reglas importantes intrínsecas en la palabra. Por ejemplo: Si te respeto no me río de ti, si te respeto te escucho, si te respeto no cojo tus cosas sin pedir permiso, no salto encima de las mesas, no pego, no me burlo, etc.
- Para crear un ambiente más cercano y distinto a la distribución que tienen los niños en la mayoría de los colegios, nosotros nos sentamos en círculo y de esta manera podemos mirarnos a los ojos y sentirnos iguales en relación unos con otros. Fuera del círculo podemos crear una zona llamada “espacio para el relax” o “casita mágica” o “colchoneta silenciosa”, etc. Es un lugar especial donde los niños pueden ir cuando no se están comportando correctamente, o están molestando a sus compañeros, o simplemente necesitan desconectar. Esto crea una responsabilidad en cada alumno, al poder elegir entre quedarse en el círculo con el resto de los compañeros mientras se respeten unos a otros, o si no, salir del círculo para reflexionar o desconectar del grupo y cuando esté listo volver otra vez con el resto.
- Por último, escucha siempre a los niños, háblales en su lenguaje, fluye con su energía aunque suponga un cambio de plan de clase, pero que ellos estén contentos, sientan que les escuchas y les tienes en cuenta. Ya verás como todo es mucho más fácil y fluido.
Estas y otras muchas ideas y técnicas son parte del curso de formación que impartimos. Los cursos tienen una duración de tres días y al finalizar se entrega un certificado reconocido por Yoga Alliance International.
Cayetana Rodenas es profesora senior especializada en yoga infantil. Si quieres más información: info@yogakidsworld.com
(Este artículo se publicó en YogaenRed en marzo de 2016)