Sentados en una esquina, en una plaza o en una estación de trenes. Buscando la estabilidad de la postura y la verticalidad de la columna, tranquilos y respirando, atentos a las sensaciones, dejando que el lago de la mente permanezca en quietud. Comparte Julián Peragón (Arjuna).
Desde el silencio interior la realidad empieza a esclarecerse. En el paisaje externo, unos van y otros vienen, alguien se para, muchos nos miran, ríen, se apartan, se asombran o nos ignoran… Difícil entender qué hacen estos ahí en el suelo, quietos, en silencio, con el semblante neutro. Otros ni se dan cuenta, parecemos bultos en medio del mobiliario urbano.
Vamos todos de un lado para otro, tan rápidos o tan lentos, pero ¿somos conscientes del trayecto que recorremos, del aire que inhalamos, de los pensamientos que se repiten o de las intuiciones que nos asaltan?
¿Vamos o nos empujan, somos conductores o meramente pasajeros de nuestras vidas, sabemos realmente adónde vamos?
Hay preguntas que requieren detenimiento para repensarlas, hay cuestiones que son esenciales para orientar nuestra vida, hay asuntos que pueden ser urgentes pero no importantes… Pero para darse cuenta, hay que tomar perspectiva.
Hay que pararse sin miedo y observar la velocidad de crucero que lleva nuestra vida y sentir, sentir lo que hay tras la piel, tras los párpados o tras el corazón.
Calmar la agitación, respirar la ansiedad, observar con ecuanimidad los pensamientos, disolver el nudo del pecho para darnos el permiso de abrazar la plenitud que brota en este instante en nuestro interior. Bienvenidos a la meditación.
Mil gracias a Pepa, Conxi. Johana, Sandra, Jaume, Manuela y Dani por su inestimable colaboración.
Julián Peragón (Arjuna) es director de la Escuela de Yoga Síntesis