La meditación es una practica milenaria que nos ayuda a transformarnos, así como a cuidar, estabilizar, sanear y armonizar la mente. En estos días difíciles, meditar nos ayuda además a recuperar el espacio infinito, íntimísimo y eterno de nuestro ser interior. Escribe Ramiro Calle.
Tales técnicas muy eficientes e importantes, de gran alcance, son:
–La atención al curso de la respiración.
–La atención al punto de encuentro entre la inhalación y la exhalación.
–La atención a la sensación táctil del aire.
–La atención al cuerpo y sus sensaciones.
–La atención al cuerpo, las sensaciones y la respiración.
–La contemplación de los contenidos mentales y emocionales.
–La erradicación de los pensamientos.
–La meditación en el ser.
–Hallar refugio en el propio corazón.
–La meditación amorosa.
Iremos colgando videos, explicando una meditación por día, en mi Facebook «yoga ramiro calle». Ya hemos comenzado a hacerlo y en ellos os doy las instrucciones oportunas.
La meditación se puede hacer sentado sobre un cojín (o varios) en el suelo o sobre unas silla o taburete. Lo esencial es que el tronco y cabeza permanezcan erguidos. Estar atento es esencial, pero no tenso. Cada vez que uno descubra que la mente se ha ido, debe tratar de dirigirla de nuevo, con firmeza y paciencia, al ejercicio.
La meditación nos enseña a meditar. Mediante su práctica se van cultivando y desplegando los factores de autodesarrollo: energía, atención, sosiego, ecuanimidad, contento interior, visión penetrativa y lucidez. De la lucidez y la inteligencia primordial nace la verdadera compasión.
Aquí la primera: La atención a la respiración