La sopa de miso japonesa es una deliciosa bomba de nutrientes. En invierno resulta particularmente reconfortante y sobre todo muy digestiva. Admite además las variaciones que quieras darle, aunque la pasta de miso blanco y las algas son imprescindibles.
Ingredientes
- – 800 ml de caldo obtenido diluyendo 60 ml (unas 4 cucharadas soperas) de pasta de miso blanco
- – 10 g de alga wakame desecada
- – 150 g de tofu blando
- – 1-2 cebolletas
- – Fideos soba (opcional)
Preparación
Cortamos el tofu en dados pequeños de 1 cm aproximadamente. Ponemos el agua a fuego lento, reservando una parte en un cuenco donde disolveremos la pasta de miso. Una vez disuelto añadimos al agua para hacer el caldo.
Incorporamos el alga wakame y cocemos a fuego lento durante 1 o 2 minutos, hasta que se hidrate. Añadimos los dados de tofu y seguimos calentando durante 1 minuto más. Servimos de inmediato, aderezando la sopa con finas rodajas de la parte del tallo de cebolla tierna. (Si tienes alga nori, que suele ser más sencilla de encontrar que la wakame, la puedes cortar en tiritas y utilizarla como sustituta).
Para añadirle fideos soba, sigue las instrucciones del fabricante a la hora de cocerlos, y una vez los tengas pones una pequeña cantidad en cada cuenco vertiendo la sopa de miso por encima.
Esta sopa permite muchas variaciones añadiendo otras verduras. Puedes incorporar los fideos soba, que son japoneses, u otro tipo de fideos (mejor orientales), setas y espinacas, brócoli…