Mucha gente cree que practica yoga, incluso algunos yoguis, por tener una desmesurada afición a los ásanas y tratar de abordar los más sofisticados y llamativos. Sin embargo dejan de lado por completo el pranayama, el savanasa, las técnicas de concentración y meditación y la actitud de vida que impone el verdadero yoga. Escribe Ramiro Calle.
El yoga se está basado, como el budismo de viejo cuño, en tres disciplinas: la ética, la mental y la del desarrollo de la sabiduría. Pero nunca debemos olvidar que los ásanas no son más que un fragmento del yoga y que el yoga es infinitamente más amplio y transformativo, así como una técnica de vida.
Yo mismo durante años, tomándome a mí mismo como un laboratorio viviente, me ejercité en todas las más complejas posturas del yoga, que nunca se impartieron en clase, pero que me ayudaban a trabajar conscientemente sobre mi cuerpo, mas sin desatender nunca el pranayama y las técnicas del radja-yoga. De hecho, a lo largo de cuarenta y ocho años, he impartido siempre más clases de radja-yoga que de hatha-yoga y he utilizado las técnicas del hatha-yoga como una escalera a las del radja-yoga. La postura por la postura, sin observar los requisitos adecuados, se convierte en una gimnasia más o menos exótica.
Hoy en día en el que que tanto impera el postureo y la utilización de ásanas muy llamativas para afirmar el ego, debo decir, con más de sesenta años en la vía del yoga, que la tabla de yoga más positiva, la que me enseñaron a fondo tanto en España como en la India, fue la que sigo considerando la tabla oro de los ásanas y que una vez más quiero compartir con vosotros. Consiste en los siguientes ásanas o posturas de yoga, tras haber efectuado unos ejercicios dinámicos de calentamiento:
–Postura de la pinza (dos o tres veces). 1 minuto de mantenimiento de la postura cada vez.
–Postura de extensión sobre la pierna (dos veces por cada lado) 45 segundos sobre cada pierna.
–Postura de la cobra (dos o tres veces) 20 segundos por vez.
–Postura del saltamontes (dos o tres veces) 20 segundos por vez.
–Postura del arco (dos o tres veces) 20 segundos por vez.
–Postura de la torsión (dos veces por cada lado). 45 segundos sobre cada lado.
–Media postura de la cobra (una o dos veces por cada lado) 40 segundos sobre cada pierna.
–Postura de la vela (1 vez). 1 a 3 minutos.
–Postura de la pinza de pie (dos veces) 1 minuto por vez.
–Postura del Triángulo (una o dos veces por cada lado) 40 segundos por vez.
Tras la sesión de asanas, unos minutos de pranayama y unos minutos de savasana o relajación profunda.
Requisitos básicos: mente atenta y conectada con el cuerpo; esfuerzos bien medidos tanto al hacer la posición como al mantenerla; respiración pausada. Entre posición y posición se aplican unos segundos de relajación.
Ramiro Calle es pionero de la enseñanza del yoga en España, disciplina que imparte desde hace más de 30 años en el centro de Yoga Y Orientalismo «Shadak». Es el más importante escritor orientalista de este país y uno de los más importantes de toda Europa. Autor de numerosas obras, ha estudiado en profundidad los efectos terapéuticos de las psicologias orientales y de los aportes de la meditación al psicoanálisis, la psicoterapia y la neurociencia. Ver su canal en Youtube.
Todos sus libros en la Biblioteca Ramiro Calle de Editorial Mandala:
https://www.mandalaediciones.com/autores/ramiro-calle.asp