La disciplina que ha sido practicada como método de prevención de la salud por milenios, está siendo alcanzada lentamente por la joven ciencia de la tecnología aplicada, que comienza a comprobar y documentar los beneficios del Yoga para la Salud. Escribe Pablo Rego.
En estudios realizados por diferentes universidades se ha concluido que yoga ayuda a mejorar la salud del corazón y sus implicaciones en torno al metabolismo, a combatir la depresión, la ansiedad y problemas graves como los ACV (accidente cerebrovascular), que pueden ser la consecuencia de una condición cardíaca llamada “fibrilación uuricular”.
Los primeros estudios realizado por la Division of General Medicine and Primary Care, Harvard Medical School, MA, USA, a través de “pPruebas clínicas aleatorias” (RTCs), indican una prometedora evidencia de que yoga mejora la salud cardio-metabólica.
Este artículo ha sido publicado por la Revista Europea de Cardiología Preventiva titulándolo “La efectividad del yoga en la modificación de los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular y el síndrome metabólico: una revisión sistemática y un meta-análisis de ensayos controlados aleatorios”.
Este y otros estudios manifiestan que yoga puede disminuir la presión arterial y los niveles de colesterol “malo” (LDL), además de mejorar la función respiratoria y colaborar en el descenso de peso en las personas obesas.
Otro estudio presentado en Nueva Orleans, EE.UU., difundido por AFP, manifiesta que el yoga mejora la calidad de vida de personas con fibrilación auricular, una condición de enfermos cardíacos que aumenta de manera significativa el ritmo del funcionamiento del corazón produciendo dolor en el pecho, mareos y dificultades para respirar y, eventualmente, la producción y acumulación de coágulos que pueden generar accidentes cerebrovasculares (ACV).
La fibrilación auricular, además del problema físico que presenta, trae consecuencias psicológicas en aquellos que la sufren, ya que al no saber cuándo será el próximo episodio genera un estado de ansiedad y una preocupación constante que perjudican, además, los estados emocionales y el sistema nervioso, creando un círculo vicioso.
El estudio demostró que la realización de una actividad física controlada a través de asanas de yoga, respiración profunda y meditación durante cuatro meses ininterrumpidamente, en comparación con otras personas que no realizaron esa práctica, mejoró el estado psicológico y cardiovascular de los pacientes testados.
“Yoga tiene un efecto significativo en ayudar a regular el ritmo cardíaco de los pacientes y mejora la calidad de la vida en general”, dijo el principal autor del estudio, Dhanunjaya Lakkireddy, profesor asociado de medicina en el Hospital de la Universidad de Kansas.
Es importante mencionar que, antes de la práctica de yoga, es prioritario realizarse los estudios correspondientes, ya que en algunos casos de anomalías en el funcionamiento del corazón, más allá de la fibrilación auricular, la práctica de ciertos ejercicios puede ser contraproducente.
Pablo Rego. Profesor de Yoga. Terapeuta-Masajista holístico. Diplomado en Medicina Ayurveda de India.