Cuando miras por encima, parece que hemos llegado a un punto máximo de expansión del yoga en que la propia velocidad a la que se extiende lo va, de alguna manera, desvirtuando. Pero es solo una visión “por encima”, porque yo, que me muevo mucho en el entorno digital, sé que hay grandes almas pululando por aquí y grandes iniciativas que merecen ser atendidas y escuchadas. Escribe Susi Mas.
Confío en la capacidad del yoga de sobrevivirnos y confío en la capacidad de los profesores para sostener su legado.
Todo nace en la responsabilidad.
Siempre digo que los profesores de yoga nos metemos en la enseñanza por un deseo irrefrenable de compartir lo que tanto bien nos ha hecho a nosotros. Para mí es el ejemplo más claro de vocación y dharma. Uno no decide dedicarse a la enseñanza “porque no me cogieron de cajera en el supermercado”. Generalmente, los profesores de yoga sentimos “una llamada”, nos movemos desde una gran convicción por lo que hacemos.
Ese dharma, ese deber para con la transmisión del yoga, no debe tomarse a la ligera. Es decir, siempre tendremos presente a esos grandes maestros que nos legaron sus enseñanzas, que nos mostraron el camino… pero es indiscutible que hoy por hoy tú eres la voz del yoga.
Tú, querido profesor, eres el encargado de transmitir los valores y la disciplina del yoga cada semana a tus 10, 20 o 50 alumnos. Y eso conlleva una gran responsabilidad… Una responsabilidad social, una responsabilidad para con el mundo.
Por mucha vocación que sientas, por mucho dharma que intuyas, no vale todo y, sobre todo, no vale hacer las cosas de cualquier manera para salir del paso o ganar seguidores en las redes.
Necesitas hacerte responsable de ese dharma y hacer todo lo que esté en tu mano para que todo aquello que transmitas en nombre el yoga sea respetuoso con la tradición y adecuado a tus alumnos.
Responsabilidad, ante todo
No me voy a poner aquí a contarte todo lo que es Yoga… Sencillamente te diré que el yoga hoy día nos aporta valores, nos aporta sensibilidad, se ocupa de grandes componentes de la evolución humana, y para mí no es casual que la enseñanza de yoga haya llegado a este nivel de expansión justo en este momento donde tanto cojean determinados principios.
El compromiso con tu enseñanza debe extenderse a todas sus áreas, no sólo a tus clases y a la puesta en escena con tus alumnos. Y eso también incluye cuidar tu comunicación a través de las redes sociales.
Se ha hablado mucho de sí las redes esto o lo otro. De si los yoguis de Instagram son más o son menos. Personalmente no me dan miedo las redes, ni la globalización, ni la expansión… porque, como decía, confío en el Yoga y sé que se está expresando en este mundo tal como necesitamos. El mundo digital, las redes, el marketing… sólo son herramientas, y si las usamos bien jugarán a nuestro favor.
El que sintamos que las redes hacen el yoga superficial es una cuestión de responsabilidad y de alcance.
Cuidado con lo que «consumes»
Para mí, que estés en IG está bien si es lo que tú quieres, pero sé cuidadoso con lo que compartes, dedicado, detallista. Porque hay gente al otro lado que te lee con avidez. Pero, sobre todo, y creo que aquí está el verdadero obstáculo: sé cuidadoso y responsable de lo que consumes.
En nuestras elecciones está el futuro del yoga, ni más ni menos.
Por tanto, no seré yo quien cuestione, juzgue o critique.
Todo lo contrario: prudencia, respeto, amor y responsabilidad porque nuestras individualidades, aspiraciones y/o obstáculos no están por encima de nuestro dharma. El cambio, el pasaje de la dispersión a la concreción, de la banalidad a la esencia, es un proceso individual, como el mismo Yoga.
Céntrate en lo tuyo, haz las cosas bien, transmite con valor y esencia. Lo decía Gandhi: sé el cambio que quieres ver en el mundo.
Susi Mas es profesora de yoga desde hace 10 años. Desde entonces está plenamente dedicada a la enseñanza y combina sus clases presenciales con su pasión por el mundo digital. Es fundadora del Instituto de Yoga, una plataforma online pionera en España comprometida con su deseo de que la labor de la enseñanza de yoga sea digna, reconocida y profesional. A través de su contenido y formaciones Susi acompaña a los profesores de yoga recién titulados a mejorar sus clases, potenciar sus talentos y generar ingresos estables.
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