Una gran yogini me hizo unas preguntas interesantes sobre los gurus y aquí intento responder con la mayor sencillez posible: ¿Cuál es el papel del maestro espiritual en el siglo XXI? ¿Es necesario encontrar uno para despertar? ¿Dónde lo encuentro? Escribe Zaira Leal.
Después de veinticinco años en el mundo de la enseñanza y toda una vida en el camino del yoga, la celebración de Guru Purnima, en honor a los maestros, sigue siendo una de mis favoritas. En el yoga, la figura del maestro es también muy importante, aunque trasladar la función del guru a nuestra cultura occidental resulte casi imposible y a lo mejor hasta poco recomendable.
En el camino espiritual se dice que podemos elegir a nuestros maestros y es algo que debe hacerse a conciencia. Ya en el Bhagavad Gita Krishna le dice a Arjuna que nos convertimos en aquello sobre lo que meditamos, de modo que aprender a seleccionar nuestros maestros puede lanzarnos hacia la Luz. El término “Guru shopping” se lo escuché a Lama Marut, un maestro maravilloso que en muy poco tiempo me enseñó muchas cosas, y como el tema del guru suele venir acompañado de controversia, me pareció una manera divertida de desdramatizar y tratarlo de manera ligera.
Guru en sánscrito significa “el que tiene peso”. La palabra “gravedad”, por ejemplo, se deriva de este término. Se entiende como el que tiene gran sabiduría y conocimiento, y cuya Luz brilla con fuerza. Es el maestro o la maestra que te guía en el camino interno, pero no como algo ajeno a ti sino como un reflejo de lo divino en ti. Ni el maestro es un “dios” y ni tú eres alguien inferior, al contrario, tú tienes la capacidad de reconocer a un maestro porque las altas cualidades que ves en él/ella se encuentran ya en tu interior.
Guru es quien nos enseña cómo descubrir quiénes somos auténticamente. Este último punto es importante: el guru te enseña y tú haces el trabajo, al fin y al cabo se trata de tu propia vida y solo tú puedes vivirla. Si partimos de esta base, entonces el maestro debe ser alguien que te muestre hasta dónde puedes llegar y que encarne todo lo que puedes alcanzar con tu yoga. Contar con el apoyo de un maestro/a es todo un honor, pero no aparecen en tu vida así de repente, hay que desearlo profundamente y además reconocerles como tal.
Igual que cuando vas a comprar un coche buscas uno que reúna los mejores requisitos de seguridad, prestación y confort, cuando se trata de un maestro/a es importante saber qué características debería reunir:
- Debe vivir de acuerdo a una ética y moral universales: la mejor manera de saber si esto sucede es observar cómo se manifiestan los yamas o niyamas en su vida.
- Está lleno de paz: esto quiere decir que es un ejemplo del estado meditativo, especialmente durante las circunstancias adversas. Sabrás que es maestro por cómo lleva el conflicto o los retos de la vida actual.
- Entiende los secretos de la realidad y de la mística: dedica su vida a la exploración del mundo interior en el espacio de su propio cuerpo-mente-corazón y no habla de boquilla sino a partir de la experiencia personal.
- Está cualificado para enseñarte y debe tener conocimientos sobre diferentes tradiciones espirituales: sí, los gurus también tienen un curriculum vitae, y por ello te recomiendo que investigues un poco qué ha hecho esa persona y qué impacto ha tenido en su entorno.
- Se esfuerza, disfruta mucho enseñando y sabe cómo hacerlo: el guru jamás se duerme en los laureles, constantemente sigue estudiando y se nota que le apasiona jugar el papel que desempeña.
- Es una manifestación del amor más puro: se nota algo especial en su aura, una paz reconfortante que te relaja y te abre el corazón.
- Nunca deja de intentarlo ni se rinde, confía en ti plenamente y siempre estará ahí apoyándote, incluso cuando le des la espalda, te alejes de su lado o reniegues de él/ella, el guru continuará derramando bendiciones sobre ti.
Existe un mantra muy hermoso cuyo primer verso dice Om Namah Shivaya Gurave, “me inclino ante la Luz interior, que es la verdadera maestra”, pues lo primero que debemos tener en cuenta es que el guru siempre, siempre está dentro de ti, incluso cuando las circunstancias vitales se ponen de lo más oscuras y nos impiden ver con claridad, dentro brilla la luz. En este sentido, el maestro/a de afuera te enseña las prácticas y la disciplina para que puedas volver a encontrar esa luz en tu interior. El deseo de hacerlo es tuyo y el trabajo también, porque nadie puede andar tu camino mejor que tú mismo. El maestro externo te enseña dónde está la llave de la felicidad que siempre dura, mientras que abrir las puertas las abrirás tú.
Reflejos de tu interior
Durante mucho tiempo les dimos a otras personas el poder de ser guías en nuestra vida interior, nos buscamos maestros en quienes depositamos toda la responsabilidad como si fuéramos niños pequeños que necesitan del cuidado incondicional y de las directrices de sus padres, de las religiones o de los terapeutas, pero eso ya no nos sirve. Ahora son tiempos de activar tu propio potencial, de encender la llama en tu propio corazón y de crecer iluminado por su presencia. Tu ser tiene el poder, la valentía y la sensibilidad para llevarlo a cabo con éxito.
El maestro o la maestra te recuerda tu grandeza y refleja las virtudes que ya existen en tu propia alma. Todo lo que ves en la figura de tu guru son reflejos de lo que ya existe en tu interior. Además, él/ella ¡es tu fan número uno! y trabaja contigo para que no te olvides, para que tengas un referente de que hasta los sueños más elevados son posibles. La virtud emana de su Ser como las fragancias más puras. Reconocerás su dicha, alegría, confianza, compasión, paz, valor, celebración o sabiduría, y, a su vez, se expandirán en ti.
Encontrar un maestro externo no es requisito imprescindible en el contexto espiritual del siglo XXI, pero ¡ayuda muchísimo! El maestro de afuera ha recorrido más lugares que tú y su sabia experiencia evita que des palos de ciego, que te pierdas o que deambules sin rumbo fijo durante años. En la evolución te encuentras con partes del camino que se hacen muy cuesta arriba, incluso muchas personas se desaniman y sintiéndose sin fuerzas para seguir, tiran la toalla. A veces se presentan cargas kármicas que deben ser transformadas, en otras ocasiones es difícil discernir con tanta cháchara de la ruidosa mente y hay momentos en los que avanzas por parajes nunca antes visitados y te asustas. Entonces el maestro/a exterior te coge de la mano, te protege con su amor y te recuerda quién eres auténticamente. Cuando eso sucede, vuelves a ponerte sobre tus dos pies y a caminar lleno de entusiasmo.
¿Quién fue tu profe favorito en el cole, aquel que más te influyó? ¿Recuerdas cómo te animaba a esforzarte, cómo conseguía que te emocionaras con las mates o con la poesía? Quizá te influyeron profesores de ficción como la adorable Miss Honey de Matilda o el señor Keating de El club de los poetas muertos. La mayoría de las cosas que sabemos se las debemos a ellos y muchos que nos dedicamos a la enseñanza estamos en este camino gracias a esas personas que nos inspiraron inmensamente.
La noche de luna llena del día 27 de julio ¡celebremos con inmensa gratitud a todos los maestros!
Jai Jai Gurudev
Zaira Leal es autora de Una fiesta para el alma y de Yoga en la cocina, Ed. Urano. Se considera yoguini desde la cuna y empezó a enseñar yoga en el año 2000. Imparte clases públicas y formaciones para profesores de yoga y meditación, programas de perfeccionamiento para profesores, así como talleres monográficos de salud y temas para la mujer. También trabaja como coach de salud y bienestar del estilo de vida ayurvédico.
Lingüista, es máster en enseñanza y está acreditada en diversos estilos de yoga, meditación y ayurveda.
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