En 255 páginas Julia resume la complejidad del yoga a su manera y, cómo no, lo explica con más de 60 viñetas. Un libro diferente de yoga porque combina» las sanscriteces» con un lenguaje cercano y amable, «para que comprender el yoga sea lo más divertido y sencillo posible». Lo cuenta Julia en esta entrevista YogaenRed.
¿Cómo se te ocurrió ponerte un día a hacer viñetas humorísticas sobre el yoga y los yoguis?
En Londres practicaba en el estudio donde trabajaba, por lo que, cuando me pasaba algo en clase que me hacía gracia, al salir, con la idea en la cabeza y si no tenía mucha faena en el trabajo, me ponía a dibujar. Mis amigos españoles no practicaban yoga, así que no podía compartir con ellos esas situaciones. Por ello decidí comprobar si era la única persona que haciendo yoga se veía envuelta en discusiones entre el amor propio y el ego, la opinión del profesor y la propia, o el choque cultural que se produce cuando te sumerges en una disciplina tan compleja. Así que subí las viñetas a internet. La verdad es que tardé bastantes meses en atreverme a publicar mis dibujos, pero cuando lo hice tuvo tal aceptación que ya no paré.
¿Cuáles son tus temas favoritos a la hora de reírte un poco de ti misma y ¡cariñosamente! de quienes practicamos?
Principalmente me río con las situaciones en las que nos sentimos ridículos y nos asaltan las inseguridades: cuando una postura no nos sale y el ego nos empuja a forzar la máquina. También cuando manifestamos seguridad y nos mostramos como un ejemplo a seguir porque practicamos yoga, pero en realidad somos una mente bulliciosa como la de los demás. Por eso me río tanto de Instagram, donde solo mostramos nuestra cara bonita. En realidad me río de lo que todos los yoguis criticamos, tratamos de inculcar y predicamos creyéndonos un ejemplo, cuando en realidad muy pocas veces lo conseguimos: el trabajo del cuerpo para alcanzar una mente entrenada, un ego apaciguado y la paz con nosotros mismos y todos los seres, sin evaluaciones, sin juicios ni comparaciones.
En realidad mis viñetas tratan de reírnos de nosotros mismos para dominar nuestro ego. Y esas críticas van para todos, incluyéndome a mí misma. Desgraciadamente, incluso el yogui más yogui se descarrila a la mínima que se descuida.
¿Cuál crees que es lo más cómicamente peor que nos puede pasar haciendo yoga?
El sonido de un pedo nos parece siempre muy gracioso, pero cuando viene acompañado de un olor radiactivo altamente tóxico, deja de ser tan divertido. Además, estas ventosidades suelen hacer un ruido bastante discreto, por lo que son pedos «del servicio secreto», sin embargo, favorecen que la gente se desconcentre y se lancen miradas inquisitivas los unos a los otros. Me parece lo «más cómicamente peor» porque mientras permanece ese mal olor, se puede cortar la tensión y la gente teme ser descubierta. Cuando ya se ha ido, puedes notar cómo se relajan y se puede continuar la clase con tranquilidad.
¿Cómo nace la idea del libro y qué esperas de él?
Un día recibí un email de la editorial Larousse en el que se me proponía escribir este libro. Pensé que era spam porque, ¿cómo iba a ser posible que una editorial así se hubiera interesado por mi trabajo? Así que estuve a punto de borrarlo. No lo hice porque era una propuesta muy currada, se notaba que lo habían pensando bien y tenían en mente un libro muy específico. Les contesté aún bastante escéptica pensando que en algún momento se destaparía que era un timo o una broma. Hablé por teléfono con los editores y aún encima eran simpatiquísimos, así que no podía ser cierto, pero resultó que sí. Cuando la propuesta fue aceptada por «las altas esferas editoriales» comenzamos a trabajar en un libro muy Yoguineando: se trataba de explicar el yoga con toda su complejidad, de forma sencilla y divertida, para acercarla a todo el mundo.
Lo que espero es que todas esas personas que, como yo, han encontrado cierta o mucha dificultad en entender el yoga utilizando los manuales existentes (ya sean los libros clásicos como Hatha Yoga Pradipika, Yoga Sutras o Bhagavad Gita, o manuales más recientes) puedan disfrutar de una lectura fluida y divertida en la que, sin querer y pasando un buen rato, consigan comprender las bases de esta maravillosa disciplina y la puedan poner en práctica. Me enfoqué en escribir e ilustrar el libro que me hubiera gustado leer cuando me sumergí en el intrépido mundo del yoga. Por lo que espero favorecer y facilitar la iniciación a esta práctica, para que cada vez sea más gente la que disfrute de sus beneficios.
Julia Arteaga es profesora de yoga y creadora de Yoguineando.
Más información: https://yoguineando.com/portfolio/mi-libro-yoga-con-humor-con-larousse/
yoguineando.com