En el Yoga, hombres y mujeres debemos marcar nuestras diferencia. La mujeres en periodo de regla deberíamos aceptar que nuestro vientre necesita descanso para una correcta eliminación de la sangre, no se deberían hacer abdominales, ni practicar las posturas invertidas que dificultan esa evacuación natural. Escribe Olga Jiménez.
La sociedad actual demanda que ambos géneros estén en las mismas condiciones en los distintos sectores, evidentemente muchas de esas demandas son absolutamente razonables y necesarias. Pero si hablamos de Yoga aquí es fundamental que marquemos nuestras diferencias a la hora de practicar. Es muy evidente que nuestros sistema reproductor es diferente: las mujeres tenemos un complejo sistema que nos permite traer nuevas vidas. Yo le denomino un «sistema frágil», pero no entendido nunca como débil, sino como dotado de una complejidad mayor que requiere mayores cuidados.
Las mujeres vivimos en ciclos y esos periodos deben marcar también nuestro ritmo de práctica; una clase con más alumnos que alumnas no debería seguir el mismo ritmo de ellos en caso de mujeres en periodo de regla o de mujeres embarazadas.
La mujeres en periodo de regla deberíamos aceptar que nuestro vientre necesita descanso para una correcta eliminación de la sangre, no se deberían hacer abdominales, ni practicar las posturas invertidas que dificultan esa evacuación natural.
Estas diferencias en la cultura India estaban bien marcadas, quedando reflejadas en su tradición. En los hogares, una mujer que estaba en periodo de regla se le permitía descanso y no tenía que realizar las tareas domésticas, ni cocinar. Actualmente esto ha quedado en costumbres que pueden juzgarse como absurdas si no investigamos su valor profundo.
Los yoguis adquirieron un conocimiento profundo del funcionamiento de todos nuestros sistemas. Sabían que un vientre femenino que no respetaba esos descansos terminaba dando problemas. Actualmente la Medicina pone muchos nombres a eso: fibromas, quistes, miomas… fruto de la mala gestión de nuestras tensiones y de la falta de descanso correcto.
El Yoga siempre debería entenderse como una ciencia preventiva, aunque es cierto que en muchas patologías ayuda en sus procesos de curación.
Prácticas para los días de menstruación
Existen unas series de prácticas para los periodos de regla, según sea nuestro nivel de ásanas: posturas más sencillas para alumnas menos experimentadas y trabajo más profundo de caderas para practicantes más avanzadas. Estas series nos facilitan aumentar la sensibilidad de nuestro vientre, le proporcionan un descanso correcto, aliviando la pesadez y las molestias propias de estos ciclos. Permiten ese tiempo para la eliminación correcta, evitando problemas futuros.
Actualmente el aspecto comercial del yoga nos lleva a fomentar la práctica de yoga entre mujeres embarazadas. Lo cierto es que los enfoques más sensatos aconsejan la práctica previa al embarazo, que crea unas condiciones adecuadas para el desarrollo posterior del feto. Especial precaución se debe tener durante los tres primeros meses de embarazo ya que es donde los peligros de aborto son mayores: se deben evitar todas las posturas de esfuerzo y adaptar los soportes convenientes para un correcto espacio y colocación del vientre. Todo el conjunto de posturas debe ser minuciosamente adaptado a este estado.
Aquellos profesores y practicantes que deseen profundizar en este conocimiento en la práctica de la mujer, disponemos ya de la edición traducida de Yoga para la mujer, de editorial Kairós, una guía indispensable para profundizar y entender estas diferencias, así como para tener en cuenta las precauciones según los distintos periodos.
La Escuela Profesional de yoga “Luz sobre el Yoga”, propone un nuevo taller para mujeres o profesores que deseen conocer las series de trabajo para las mujeres en periodo de regla. Taller 21 de mayo.
Enlace para más información: http://yogaiyengararavaca.wixsite.com/valdemarin/yoga-para-la-mujer