Los yoguis entendieron el cuerpo humano de manera muy diferente a como lo concibe la ciencia moderna. Por ejemplo, el concepto de chakras. Los chakras son centros de energía vital ubicados a lo largo de la columna vertebral y cada uno influye de forma específica sobre nuestra salud y bienestar, así como en la expansión de nuestro potencial completo. Escribe Kausthub Desikachar (traducción por Aranzazu Corrales Gordo)
Aunque en los textos clásicos existen distintas opiniones en cuanto al número de chakras que hay en el cuerpo, se reconoce ampliamente que siete son los más importantes. La mayoría de los yoguis se centraron en el funcionamiento adecuado de estos siete centros de energía. Para ello, diseñaron prácticas muy específicas, como asana, pranayama, mantra y mudra para interactuar con estos centros vitales, con el fin de mejorar la calidad de vida en general.
Creían firmemente que nuestras enfermedades y tendencias negativas eran el resultado de los desequilibrios en determinados chakras. Por tanto, una parte vital de nuestro proceso de autoconocimiento es la exploración de cada chakra.
A continuación expongo algunas razones por las que debemos estudiar la influencia de los chakras para tenerlos en cuenta cuando diseñemos nuestra práctica.
1. El primer chakra, Muladhara, está ubicado en la base de la columna vertebral y se relaciona con la estabilidad, seguridad y sentimiento de arraigo en nuestra vida. Un bloqueo excesivo del prana en este chakra provoca que la persona se sienta pesada, lenta, monótona, hinchada, con sentimientos de posesión o muy materialistas. Mientras que sentimientos de miedo, falta de disciplina, inquietud o de estar ausente podrían indicar una insuficiencia de energía en este chakra.
2. El segundo chakra, Svadhisthana, se encuentra cerca de los órganos reproductores. Influye en el potencial creativo, así como en la fertilidad. Cuando la persona siente que no puede expresarse de forma creativa, tiene problemas de infertilidad, sus habilidades sociales son deficientes, no siente sus emociones o se impone muchos límites, podría significar una insuficiencia del prana en este chakra. Mientras que un bloqueo excesivo del prana provoca adicción al placer, dependencia emocional o que la persona no sepa establecer sus propios límites, además de otros desequilibrios.
3. El tercer chakra, Manipura, se encuentra en la región del ombligo, cumple una función muy importante en la transformación, ya sea en lo referente a los alimentos o las emociones. En general, los bajos niveles de energía, la fatiga crónica, la mala digestión, la indecisión o el victimismo se consideran una consecuencia de un mal funcionamiento de este chakra. La hiperactividad de este chakra puede provocar que la persona sea agresiva, controladora, obstinada, arrogante y manifieste toda una serie de trastornos digestivos, como úlceras y otros trastornos de alimentación.
4. Anahata chakra es el nombre del cuarto centro de energía y se encuentra en la región del corazón. Se cree que una insuficiencia de en este chakra es la causa del comportamiento antisocial, la falta de amor propio y la autoestima, el miedo a la intimidad, la depresión y la falta de empatía. Mientras que un exceso de actividad en el mismo podría causar problemas de dependencia, carencia de criterio, actitudes posesivas y de dependencia. También se cree que una disfunción en este chakra provoca trastornos físicos, como enfermedades del corazón, pulmón, timo y deficiencias del sistema inmunitario.
5. El quinto chakra, Visuddhi, se encuentra en la región de la garganta. Su función principal es influir en la comunicación y la expresión. La debilidad en este chakra puede ser la causa que provoca el miedo a hablar, un comportamiento introvertido, la timidez, la falta de autoexpresión y otros problemas similares. Mientras que un exceso de funcionamiento de este chakra puede provocar que la persona hable demasiado, utilizando la conversación como un mecanismo de defensa, el cotilleo y la incapacidad para escuchar.
6. Ajña chakra es el sexto chakra, y se localiza en la región entre las cejas. A menudo se cree que la insensibilidad, la mala percepción, la falta de memoria, de reconocimiento, así como problemas similares, son consecuencia de una energía débil en este chakra. Mientras que las alucinaciones, delirios, obsesiones, dolores de cabeza, insomnio y otros trastornos similares se consideran una hiperactividad de energía en este chakra.
7. El último chakra, situado en la coronilla de la cabeza se llama Sahasrara. Está fundamentalmente conectado a todo nuestro potencial y nuestra orientación espiritual. El escepticismo espiritual, las dificultades de aprendizaje, el sistema rígido de creencias, el materialismo, la alienación y otros problemas similares están relacionados con una debilidad de prana en este centro de energía. La intelectualización excesiva, la adicción espiritual, la disociación y la manifestación deficiente se consideran una hiperactividad en esta región.
Los yoguis no solo creían en esta visión, sino que desarrollaron también herramientas y medios para equilibrar estos chakras.
Kausthub Desikachar. Es hijo de T. K. V. Desikachar y nieto de Yogacarya T. Krishnamacharya. Como profesor de yoga y yogaterapeuta reconocido, su objetivo es compartir las enseñanzas auténticas del yoga en el mundo moderno y crear puentes entre las diferentes modalidades de sanación para promover la salud física, emocional, social y espiritual.
En colaboración con la escuela PranamanasYoga Terapéutico, Kausthub dará su próximo seminario en España del 27 al 29 de abril del 2018 en Barcelona con la temática “Bandha-s y Mudra-s: las herramientas sutiles del Yoga”. Puedes encontrar más información en este enlace. Reservas: tallerconkausthub@gmail.com.
(Escrito original: http://kausthub.com/explore/sevencakras)