Las diferentes metodologías de meditación tienen en común la meta: el encuentro y unión con la parte más esencial de uno mismo. Y aunque los caminos y enfoques para llegar a dicha meta pueden ser muy diferentes, siempre nos encontraremos con los mismos obstáculos. Estos le dan un sentido tan universal a la meditación como lo es el lugar al que accedemos al superarlos. Escribe Luis Luna.
El éxito en la práctica de la meditación no está solo en elegir la técnica adecuada sino también en identificar y gestionar los obstáculos que inevitablemente van a surgir.
Podemos decir que la meditación es algo realmente sencillo si eliminamos aquello que nos impide meditar. Por ello la idea de no solo enfocarse en la meta a alcanzar sino también en la gestión de las dificultades nos hace caminar por la meditación con menos exigencia y comodidad.
Desde mi experiencia podemos sintetizar estos obstáculos en el camino y su gestión en:
- Mantener la decisión de sentarse a meditar: Es fácil tomar la decisión de comenzar a meditar, pero no lo es tanto mantenerse en la decisión cada día cuando no hay estímulos externos que lo propicien. Hay muchas voces internas y externas que nos animan a no meditar y muy pocas a si hacerlo. Por ello, cada vez que uno se sienta a meditar ya ha realizado un proceso en el que ha afrontado la pereza o la atracción por otros estímulos.
- Gestionar las distracciones de la mente: Sea la técnica de meditación que sea, una parte de tu mente no quiere realizarla. Simplemente prefiere estar en otro lugar. Por ello es importante conocer cómo funciona la mente y aprender a gestionar su impulso hacia la dispersión. No pretender mantener la mente inmóvil sino entender la meditación como un proceso fluido en el que conducimos al pensamiento de una forma fluida y no rígida es clave para conseguir combatir la distracción.
- Atender a los movimientos emocionales internos: Cuando tratamos de meditar, aparecen de forma natural emociones y sentimientos que a veces son agradables y otras veces no. La meditación no es siempre un camino en el que nos sentimos muy bien y tenemos experiencias gratificantes; eso es solo una parte del camino, la otra parte, igualmente importante, tiene que ver con tomar consciencia y aceptar aquellas partes de uno mismo que no son agradables. Aceptar todo aquello que percibo y siento mientras medito es imprescindible para avanzar en la meditación.
Así que sea la técnica de meditación que practiques: siéntate habitualmente a meditar, dirige tu mente con fluidez hacia la concentración, acepta todo lo que sientas y la meditación se irá dando con naturalidad.
Feliz Meditación
Luis Luna, Ganesha. Profesor de Yoga y Meditación. Director del centro Crisálida. Coordinador de la Formación Crisálida de profesores de Yoga y de la Formación Integral en Meditación.