¿Escuchamos nuestra voz interior o somos tan solo un eco de las opiniones de los demás? Esta es la pregunta del millón que deberíamos plantearnos. Muchos confiamos únicamente en las referencias externas y no solo olvidamos nuestra referencia interna, sino que incluso la desacreditamos. Escribe Kausthub Desikachar (Traducción por Dana Ginevro)
“Hago 2.000 kapalabhatis al día”, proclamaba orgullosamente un hombre que conocí en un encuentro de yoga en Europa. “500 al amanecer, 500 al mediodía, 500 al anochecer y 500 a medianoche”, continuaba con un aura de vanidad. Vino a verme para una sesión privada de yogaterapia porque sufría de insomnio grave, disfunción eréctil e incontinencia.
En un momento dado durante la sesión le pregunté si alguna vez se le había ocurrido que existía una conexión entre sus síntomas y el elevado número de la técnica respiratoria que practicaba con intensidad. Sencillamente me contestó: “No, mi profesor me aconsejó practicarla hace 10 años y desde entonces no la he dejado de hacer ni un solo día”.
Me quedé asombrado. ¿Nos enseña el yoga estas ciegas creencias que hacen que nos desconectemos de nuestros propios sentimientos y sigamos ciegamente los consejos de otros, aunque sean los de nuestro profesor?
¿Escuchamos nuestra voz interior o somos tan solo un eco de las opiniones de los demás? Esta es la pregunta del millón que deberíamos plantearnos. Muchos confiamos únicamente en las referencias externas y no solo olvidamos nuestra referencia interna, sino que incluso la desacreditamos.
Muchos alumnos me suelen pedir que les revise y comente cómo hacen su práctica de yoga. La primera pregunta que les hago casi siempre es:“¿Cómo te sientes?”.
Esta pregunta les desconcierta y responden: “Si tú eres el profesor, ¿no deberías ser tú el que me diga cómo me siento?”.
Este tipo de situaciones es incluso más notorio si entre el público hay practicantes de yoga con experiencia, o incluso profesores de yoga que llevan años enseñando.
En estos momentos es cuando cabe recordar, tanto a ellos como a uno mismo el valor que tiene Svadhyaya para conectar con nuestra propia voz, nuestra percepción e intuición. El yoga no solo potencia nuestra capacidad de acción, sino también de reconocer nuestros sentimientos.
También es importante no confundir nuestras fantasías con nuestras experiencias reales, algo bastante habitual en esta época. Con frecuencia creemos que nuestras imaginaciones son sentimientos profundos de gran intuición y percepción, algo que puede resultar peligroso.
Tenemos que aprender a trascender nuestras imaginaciones y fantasías y conectar con nuestros sentimientos más profundos, que también forman parte de nosotros. En esta búsqueda cada uno encontrará una realidad única, tal como el yoga nos enseña, una realidad en la que cada uno tiene una belleza única. Reconocer nuestras propias experiencias, darles el valor y el lugar que les corresponde es un aspecto importante de las enseñanzas yóguicas y de nuestro crecimiento personal.
Tenemos que aplicar estas enseñanzas a nuestra práctica diaria. No solo cuando practicamos asana o pranayama, sino también en nuestra vida diaria, porque es la manera de conseguir empoderamiento y libertad.
Es importante saber conectar con las sensaciones y las respuestas de nuestro cuerpo cuando practicamos posturas o pranayama, para aprender a identificar estados de comodidad o de incomodidad. También es importante aprender a escuchar cómo nos sentimos en otros aspectos en nuestra vida cotidiana.
¿Cómo vemos a las personas? ¿Nos dejamos llevar por las opiniones de los demás o por lo que otros dicen de ellas en las redes sociales, cuando juzgamos a los demás? ¿O tenemos en cuenta y nos fiamos de nuestras propias experiencias con ellas? ¿Creemos que puede haber una motivación escondida de la persona que comenta cosas negativas de otra, alimentada por algún prejuicio o alguna parcialidad?
Cuando elegimos lo que queremos comer, ¿nos guiamos por estudios basados en promedios de lo que come la gente? ¿O deberíamos observar nuestro cuerpo y sus reacciones a los diferentes tipos de alimentos que consumimos?
¿Qué tipo de actividades realizamos? ¿Hacemos algo porque lo desean nuestros padres o porque lo valora la sociedad en la que vivimos? ¿O hacemos caso a nuestros propios sentimientos de lo que nos gusta hacer?
La lista es interminable. La verdadera pregunta que debemos hacernos es si somos capaces de escuchar nuestra voz interior o nos hemos rendido dócilmente a una vida a la sombra de opiniones ajenas.
El verdadero mensaje del yoga es el empoderamiento de uno mismo no para hacer posturas increíbles, sino para tomar nuestras decisiones de manera consciente basadas en nuestra propia experiencia. Cuando lo logremos, entonces habremos integrado las enseñanzas del yoga en nuestras vidas. Si Patanjali te estuviera enseñando directamente, seguramente te animaría a encontrar tu propia voz.
Namasté
(Escrito original: http://kausthub.com/explore/findyourvoice)
Kausthub Desikachar es el hijo de T. K. V. Desikachar y el nieto de Yogacarya T Krishnamacharya. Como profesor de Yoga y Yogaterapeuta reconocido, su objetivo es compartir las enseñanzas auténticas del Yoga en el mundo moderno y crear puentes entre las diferentes modalidades de sanación para promover la salud física, emocional, social y espiritual.
En colaboración con la escuela PranamanasYoga Terapéutico, Kausthub dará su próximo seminario en España del 27 al 29 de abril del 2018 en Barcelona con la temática “Bandha-s y Mudra-s: las herramientas sutiles del Yoga”. Puedes encontrar más información en este enlace. Reservas: tallerconkausthub@gmail.com.