Esta sección de Astrología + Yoga es fruto de la colaboración entre una astróloga y una profesora de yoga. ¿Qué nos trae este mes de julio? ¿Cómo puede ayudarnos el yoga a afrontar sus desafíos y aprovechar sus potencialidades? Escriben Florbela Cristóvao y Montse Ramírez.
Entramos en julio con mucha energía en el signo de Cáncer en continuidad con la última semana del mes anterior. Cáncer es un signo de agua que se relaciona con el mundo de las emociones y del sentir, con nuestro sentido de pertenencia, de familia, raíces, donde repetición y hábito son sinónimos sobre de necesidad de seguridad, hogar y protección. Cáncer es regido por la Luna, la diosa madre que asegura la continuidad de la vida a través de la repetición de los ciclos en la naturaleza y representa por ello una energía de conservación. Hasta la Luna Llena, el día 9 y los días alrededor, nuestros asuntos relacionados con temas de seguridad tanto material como emocional estarán siendo puestos a prueba. Durante las dos primeras semanas de julio somos invitados a revisitar nuestro pasado, nuestros origines, nuestra memoria. Comprender que para proyectarnos afuera en el mundo sobre nuestros propios pies, necesitamos reconocer y sentirnos en conexión con nuestras necesidades de vínculo y pertenencia.
La conjunción de la Luna llena con Plutón y la oposición a Marte en Cáncer, prenuncia la oportunidad para transformar viejas pautas de respuesta y la necesidad de regenerar nuestras respuestas emocionales, salir del hábito, de la repetición y de la previsibilidad que conlleva. Esta oposición nos habla de miedos relacionados con temas de supervivencia y de la necesidad de encontrar nuevos mecanismos de respuesta. Percibir que las respuestas que antes fueron funcionales y nos proporcionaron cierto sentido de seguridad en determinados momentos de nuestra vida, hoy no son más que pequeños recortes tomados de la realidad y hechos absolutos. Limitantes y restrictivos. La propuesta es ir hacía tras, al pasado, a la memoria emocional, a nuestros vínculos familiares, anclar desde un sentimiento de pertenencia, pero percibir la necesidad de abrirnos a un proceso de transformación de nuestras pautas más cristalizadas, de cómo es nuestra relación con el hábito y la seguridad. Necesitamos poner de acuerdo nuestras necesidades con nuestros deseos y activar conscientemente esta confluencia.
Podemos entrever la importancia de este período en medio de este año de Fuego en el que estamos teniendo la oportunidad de abrirnos a procesos de liberación, de purificación y expansión, en el que somos llamados a crear nuevas estructuras que suporten nuestras necesidades y deseos, que apoyen nuestro proceso de crecimiento. Necesitamos de nuevas fundaciones que permitan lanzarnos a nuevas vías sobre las que construir algo nuevo e significativo para nosotros. Sin un anclaje emocional sincero y honesto, que tenga en cuenta nuestro pasado y nuestra vulnerabilidad, no es posible estructurar una base de sólida de sustentación para ampliar vuelos y concretar sueños. En Octubre del 2016 con la conjunción de Marte y Plutón en Capricornio, iniciamos un ciclo de regeneración de nuestra libido entendida como vitalidad, deseo y voluntad, ahora con estos dos planetas en oposición ya podemos observar con más claridad nuestra trayectoria desde entonces y con mayor definición la dirección hacía la segunda mitad del ciclo que va hasta Abril del próximo año.
El tono energético para la segunda mitad del mes será substancialmente distinto, la presencia de planetas en elementos de Fuego y Aire pasa a ser predominante, lo que traerá un tono más alegre y optimista, capacidad para planificar el futuro y trabajar con nuestras aspiraciones de forma estructurada. Nos permitirá ser más osados, aventurarnos a establecer nuevas colaboraciones y a ampliar el marco de nuestras relaciones. La Luna Nueva día 23 en Leo y conjunta a Marte, conjunción que se mantendrá hasta el final del mes, son fuertes significadores de la emergencia de nuestra afirmación individual, estará facilitado el valor para expresar nuestra singularidad con firmeza y de forma creativa. El signo de Leo nos recuerda que somos estrellas y que venimos a brillar, este aspecto nos proporcionará la excitación y la confianza para llevar a cabo las transformaciones que necesitamos emprender y que fueron expuestas durante la primera parte del mes. Impulso, iniciativa y excitación serán palabras clave durante este período. Pero de la misma forma estas mismas energías pueden derivar en exceso de impulsividad, disputas y agresividad, la cuadratura que también se irá formando entre Júpiter y Plutón durante la última semana de julio, además de volver a poner en evidencia el tema de las relaciones nos trae la necesidad de reformular nuestras bases de entendimiento y reciprocidad con el otro. Será también en esta misma área, relaciones, donde la arrogancia y la soberbia pueden ser factores desequilibrantes. Recordar que para establecer vínculos más significativos necesitamos aún de soltar algunas de nuestras respuestas más defensivas y automáticas, condicionadas por antiguos miedos que a partir de ahora pueden ser procesados de manera más adulta y creativa.
Bhujangasana, transformación y renovación
En este mes de julio en el que los astros nos invitan a realizar una profunda revisión de nuestro pasado para deshacernos de los viejos patrones limitantes y liberarnos de ellos, te propongo que profundices en una postura emblemática y al alcance de todo practicante de yoga: la Cobra. Si te es posible incluye esta postura en tu práctica y si no, dedica algunos minutos de meditación a indagar en ella.
La cobra, en el yoga, refleja la naturaleza dual de la serpiente, que representa la muerte y el renacimiento. La serpiente cambia su piel constantemente y esa característica simboliza el poder de la transformación y la renovación: desprenderse de lo viejo y crear lo nuevo.
Bhujangasana evoca ese poder en la posición erecta de una cobra con sus esporas abiertas, la serpiente capaz de remover lo antiguo y avanzar hacia lo nuevo sin temor. Todos tenemos esa capacidad, pero hemos de creer firmemente en ella y ponerla en práctica.
En la India, tanto los hindúes como los budistas creen en la inmortalidad de la serpiente debido a esa característica del cambio de piel, y una serpiente que se come su cola es el símbolo hindú de la eternidad. El dios Vishnu se sienta encima de una serpiente de mil cabezas que también representa la eternidad.
Aunque en la India las serpientes se veneran durante todo el año, está veneración alcanza su cúspide en el Festival de Nag-Panchami, lleno de adoraciones y rituales para buscar la protección y buena voluntad de la cobra. Este año el Nag-Panchami se celebra el 27 de julio.
Información elaborada por:
Florbela Cristóvão, astróloga transpersonal (consultas de cartas astrales, presencial y por Skype, encuentros y talleres) morbela@hotmail.com
Montse Ramírez, periodista, profesora de yoga – coordinadora de Escola Yogavida Info@escolayogavida.com