¿Qué te parecería formarte como profesor de yoga con una visión integradora de esta filosofía contemporánea “viva”, concebida como una confluencia de la mejor filosofía práctica de Oriente y Occidente? La Asociación de Yoga y Filosofía propone esta cuidadísima formación apoyada en lo mejor del yoga. Escribe Nale Parada.
A veces parece que las escuelas y los estilos de yoga se reproducen constantemente. Hay quienes opinan que existen “yogas” para diferentes motivaciones, cosmovisiones y estados de consciencia, y que la filosofía del yoga se adapta a las propias posibilidades e intereses. Otras personas tienen la sensación de que los diferentes “yogas” nada tienen que ver unos con otros, y que las escuelas o estilos están enfrentados, e incluso que cada uno de ellos se erige como el mejor interpretado. Y quienes llevan más tiempo investigando dicen ver claramente que hay niveles de conocimiento muy dispares y yogas “inventados” , más o menos distantes de la fuente.
Actitudes estériles como la creatividad sin conocimiento, la fusión sin comprensión profunda, la autolegitimación y la ausencia de formación de formadores, la identificación reductiva con el “propio mejor estilo” o la versión personalizada e individualista que promueven ciertos parámetros sociales, favorecen dichas “realidades” en el panorama de yoga contemporáneo.
Nuestra formación, en la Asociación de Yoga y Filosofía, surgió al afrontar este panorama de confusión y decidir aportar una visión integradora. Para ello, intentamos estructurar y clarificar, desde una perspectiva global y filosófica. Y a la vez, asumiendo que el yoga tal como lo entendemos accede a la autoindagación a través de la práctica psicofísica, la transmitimos con rigor, conocimiento técnico-anatómico y con formadores que han desarrollado dichas técnicas.
4 formaciones en una: Sivananda, Satyananda, alineaciones inspiradas en Iyengar y Asthanga Vinyāsa Yoga
El aspecto diferenciador de nuestra formación es que incluye varias formaciones-linajes, y accede de este modo a una amplia diversidad de técnicas de yoga, pedagógicamente complementarias. Como si fueran las cuatro patas de un elefante, sin prescindir de ninguna y sin mezclarlas todas. Desde la consciencia de que el elefante es la Filosofía del Yoga, como filosofía contemporánea “viva”, concebida como una confluencia de la mejor filosofía práctica de Oriente y Occidente. De este modo, la disciplina que se realiza con las «patas» en la esterilla enriquecerá nuestro modus vivendi e inspirará la acción correcta, la que sabemos que estimula nuestro desarrollo interno.
El sistema pedagógico que transmitimos supone la enseñanza de las diferentes interpretaciones que dieron origen al yoga tal como lo entendemos, transmitidas por maestros indios entregados al yoga y para los que la realidad era algo sagrado. Consideramos tales estilos los más importantes de lo que llamamos Haṭha/Raja Yoga.
Sin embargo, aun estando tremendamente agradecidos por el conocimiento recibido, influenciados por nuestras tendencias universitarias de acceso al conocimiento universal -en contraste con la transmisión india entre brahmanes por linaje-, tras muchos años de búsqueda y aprendizaje formándonos en diferentes escuelas porque queríamos comprender, descubrimos que las técnicas y pedagogías son necesariamente complementarias y se enriquecen unas a otras.
Así, nuestro sistema de enseñanza supone también cultura yóguica y criterio para poder discernir en la realidad del yoga actual, además de poder acoger la sabiduría que albergan las diferentes escuelas, sin identificar el todo por alguna de las partes. Es más, sea cual sea el estilo que se practique, se pone énfasis en los aspectos filosóficos del yoga, una gran carencia que quisimos compensar. En fin, desde el conocimiento experiencial, sin dogmatismos, para profundizar en la práctica y aplicarla a nuestra vida, para poder actuar sobre las causas y no tan sólo sobre los efectos.
Los cuatro pilares o diferentes estilos/escuelas origen son: Sivananda, Satyananda, alineaciones inspiradas en Iyengar y Asthanga Vinyāsa Yoga.
Os explicaremos cómo se enriquecen y se complementa en un próximo artículo.
La herramienta del Mindfulness
El conocimiento transmitido a través del movimiento llamado Mindfullness, que ha traducido al léxico neurocientífico el léxico filosófico de técnicas meditativas yóguicas y del budismo tántrico -jñana yoga desarrollado-, nos parece imprescindible en esta perspectiva práctica global. Sobre todo, para no tener dudas de que el yoga es un ejercicio de amor hacia nuestro organismo basado en la escucha interna. Un ejercicio de autoconocimiento e indagación a través del āsana/circunstancia en el estado de nuestro organismo, como si las palabras no existieran, desde la experiencia fisiológica directa. Y desde dicha comprensión, un aprender a fluir en las diferentes circunstancias vitales (āsana), sin apegos ni aversiones, sosteniendo desde la plena aceptación, el mayor equilibrio interno posible. El conocimiento neurológico y los múltiples beneficios de la meditación desde dicha perspectiva son un gran complemento para el profesor, dado que son recursos para facilitar la comprensión del yoga al alumno.
El yoga, desde una perspectiva meditativa, es un entrenamiento neuronal y psico-corporal que se realiza en la esterilla para aplicar a la vida. Sin detrimento de una práctica rigurosa a nivel anatómico, o intensa cuando corresponde. La práctica adecuada aporta la comprensión de los beneficios internos de un cuerpo y una mente disciplinados, y la consecuente ampliación de la responsabilidad, autonomía, concentración, paz, claridad mental y capacidad de discernimiento.
El enfoque de nuestra formación
En base a ello, los módulos de la formación no son tan sólo presenciales. Hay material adyacente, prácticas que realizar entre módulos y lecturas obligatorias. En total, 200 horas presenciales y un total de 500 horas de formación aproximadamente. Las clases de los especialistas son para estructurar, clarificar y resolver dudas, no para leer lo que el alumno pueda leer en casa.
Consideramos imprescindible para un profesor de yoga la autodisciplina y el compromiso con su práctica. Un aspecto significativo es una pedagogía activa que confía en la disposición y las posibilidades del alumno. Ofrecemos muchos recursos para impartir clases – trabajo incluso con la proyección de la voz o con la pronunciación correcta del sánscrito-. Además de una base estructural y un método de corrección minucioso, para empezar a transmitir yoga desde el amor, el respeto y el conocimiento. Una base para seguir investigando, profundizando, practicando y aprendiendo toda la vida.
Consideramos que las funciones de un profesor de yoga son inspirar y ayudar (en el sentido de servicio). Inspirar una mayor profundización en la práctica desde diversas perspectivas. Ayudar en el aprendizaje y comprensión de las prácticas que el alumno no podría aprender de manera autodidacta. Hay una metáfora interesante respecto al trabajo psicocorporal del yoga: un cuerpo flexible para adaptarse lo mejor posible a las circunstancias, fuerte para afrontar, aceptar y transformar las dificultades vitales y equilibrado para no identificarse con ellas y poder trascenderlas.
El énfasis de la Asociación de Yoga y Filosofía se ha puesto en la Formación de Profesores de Yoga, dado que los profesores son los que difunden el yoga en esta sociedad. Al asumir ciertas problemáticas de la sociedad contemporánea, que afectan también al mundo del yoga y, a la vez, comprender cómo el yoga en un sentido amplio puede ayudar a compensar desequilibrios, la formación de profesores ha sido nuestra prioridad en los últimos años.
Dado que un profesor tan sólo puede enseñar en coherencia con su conocimiento experiencial, proponemos un sistema formativo que va a las fuentes originales de las prácticas y técnicas del yoga contemporáneo, además de reflexionar sobre las fuentes filosóficas tradicionales desde la perspectiva amplia de la filosofía sapiencial. Intentando alejarnos de visiones sesgadas como el dogmatismo o el antropocentrismo que limitan la comprensión.
Las técnicas diversas de las diferentes escuelas suponen diferentes recursos meditativos, para aplicar en diferentes momentos y circunstancias. Nuestra intención es formar profesores que puedan transmitir este tesoro inagotable que tiende a expandirse y ampliar la consciencia. Desde la autenticidad, la alegría, el amor, y un profundo agradecimiento hacia el yoga.
Nale Parada. Licenciada en Filosofía por la Universidad de Barcelona. Acharya de yoga, formada en diversas escuelas, lleva más de veinte años en el mundo del yoga y su enseñanza. Directora de la Formación de Profesores de Yoga de la Asoc. de Yoga y Filosofia.